UN TROVADOR ESTELAR.

EL TROVADOR EN VERSIÓN ESTELAR. (ÚLTIMA FUNCIÓN)

En lo que ya es una estupenda costumbre, la versión de la Serie Estelar de la ópera El Trovador de Giuseppe Verdi, presentado en la temporada del Teatro Municipal, fue un verdadero suceso, debido al excelente grupo de cantantes que intervinieron en la puesta en escena.

La brillante escena de Los Gitanos. foto Patricio Melo
La brillante escena de Los Gitanos. foto Patricio Melo

En primer lugar creemos necesario volver a mencionar las virtudes de la escenografía e iluminación de Enrique Bordolini, por sus enormes aciertos, destacando la fluida movilidad de las estructuras; a manera de ejemplo, la singular belleza y efecto en el inicio de la escena de los gitanos, al emerger desde el escenario buena parte del elenco, o bien los sutiles cambios de iluminación de acuerdo al desarrollo dramático de algunas escenas, siempre en un continuo de gran perfección; en este marco se desarrolla la régie de Pablo Maritano, que merece elogios por lo certera.

Ferrando (Homero Pérez-Miranda) foto Patricio Melo
Ferrando (Homero Pérez-Miranda) foto Patricio Melo

Creemos que el vestuario de Imme Möller es bastante adecuado, pero creemos que debió encontrar una mejor solución para el traje de Manrico, encarnado en esta ocasión por dos tenores de gran envergadura; creemos que los diseños originales pueden modificarse en casos como este, todo en función de una mejor estética.

Leonora (Mónica Ferracani) y Manrico (José Azocar) foto Patricio Melo
Leonora (Mónica Ferracani) y Manrico (José Azocar) foto Patricio Melo

La Orquesta Filarmónica de Santiago, fue dirigida por José Luis Domínguez, quien realizó un correcto trabajo, salvo algunos desajustes pasajeros en la orquesta, y la concertación de algunas de las partes corales, no obstante, lo anterior que bien puede ser un accidente del momento, pensamos que no es, el atrasar en exceso el tempo, algo que sin duda permite que los solistas se explayen en su canto, pero no cabe duda, que eso contribuye a una perdida de la necesaria tensión dramática; incluso en una de las arias de Leonora, la soprano se vio bastante inquieta por esta razón. De todas formas creemos que Domínguez fue parte importante del éxito logrado en la función.

Leonora (Mónica Ferracani) Manrico (José Azocar) y Conde de Luna (Omar Carrión) foto Patricio Melo
Leonora (Mónica Ferracani) Manrico (José Azocar) y Conde de Luna (Omar Carrión) foto Patricio Melo

Insistiremos una vez más en la prestancia de todo tipo que exhibe el Coro del Teatro Municipal, que dirige Jorge Klastornick.

Manrico, el Trovador lo cantó José Azocar, quien volvió a apoderarse del escenario del Municipal, con voz espléndida, bien timbrada, con sólidos y seguros agudos, asumiendo con la mayor prestancia dramática el rol; los atronadores aplausos luego de algunas de sus intervenciones, y en el saludo final, confirman que Azocar es uno de los favoritos del público y uno de los grandes tenores de nuestro país.

Conde de Luna (Omar Carrión) foto Patricio Melo
Conde de Luna (Omar Carrión) foto Patricio Melo

Mónica Ferracani la soprano argentina, de hermosa figura, fue una estupenda Leonora, tiene la virtud de manejar musicalmente su bellísima voz y parejo timbre, logrando emocionar por la fuerza dramática que le imprime a su papel; sus forte son magníficos y sus pianissimo soberbios; sus escenas frente a la cárcel donde se encuentra Manrico conmovieron profundamente; sin duda estamos frente a una solista que desearíamos volver a escuchar en otros roles.

Azucena (Isabel Vera) encarcelada. foto Patricio Melo
Azucena (Isabel Vera) encarcelada. foto Patricio Melo

Otro argentino, y muy conocido en nuestro país Omar Carrión, cantó como El Conde de Luna, confirmando una vez más su enorme musicalidad y hermosa voz , aunque esta no es muy poderosa, algo que podría ser un gran inconveniente en otro cantante, él lo supera ampliamente gracias a su prestancia escénica.

Leonora y Manrico. foto Patricio Melo
Leonora (Mónica Ferracani) y Manrico (José Azocar). foto Patricio Melo

Uno de los papeles más codiciados por las mezzosopranos, es Azucena, que requiere no solo de una gran voz, precisa además de una convincente actuación; la chilena Isabel Vera lo cantó en esta ocasión, mostrando su bellísimo material vocal –aunque se avisó que estaba enferma, algo que no se percibió-, tal vez sus agudos no fueron muy logrados, pero su gran flaqueza, es en expresividad, algo que la afecta en lo vocal y en actuación, sin duda este aspecto debiera trabajarlo profundamente, para unirlo a su estupendo material, pues no solo basta con cantar notas.

Manrico (José Azocar) y Azucena (Isabel Vera) foto Patricio Melo
Manrico (José Azocar) y Azucena (Isabel Vera) foto Patricio Melo

Homero Pérez-Miranda cantó y actuó en gran forma a Ferrando, un rol que le acomoda perfectamente; Sonia Vásquez cantando Inés, mostró un timbre grato, pero un volumen discreto.

Augusto de la Maza volvió a cantar y actuar muy bien al Gitano, mientras que Rony Ancavil se constituyó en una grata sorpresa, cantando con sólida voz y actuación como Ruiz y el Mensajero.

Escena final Manrico (José Azocar), Azucena (Isabel Vera) y Leonora (Mónica Ferracani. foto Patricio Melo
Escena final Manrico (José Azocar), Azucena (Isabel Vera) y Leonora (Mónica Ferracani. foto Patricio Melo

Las estruendosas ovaciones al finalizar, confirman que los elencos estelares, han llegado a ser una excelente opción para las segundas versiones de las óperas de la Temporada.

Gilberto Ponce. (CCA)

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