SINFONÍAS DE CÁMARA DE SCHOENBERG EN EL GAM.

BORTOLAMEOLLI EXCELENCIA MUSICAL Y PEDAGÓGICA.

A escasos días de haber sido nombrado Director Asistente de la Sinfónica de Los Ángeles, que dirige Gustavo Dudamel, el joven director chileno Paolo Bortolameolli realizó en Santiago y otras ciudades una serie de conciertos con las más variadas agrupaciones y orquestas.

Paolo Bortolameolli. foto biobio

Con una carrera en ascenso Bortolameolli, continúa mostrando lo que consideramos sus mayores virtudes; estudio profundo de las obras que aborda, trabajo acucioso con los conjuntos que dirige, una gran formación cultural como sustento de sus enfoques, que se complementan con su gran intuición y talento.

La seriedad que muestra en cada presentación, debe haber sido sin duda uno de los factores que incidieron en su importante nombramiento, recordemos que el último chileno en alcanzar una altura semejante, fue Juan Pablo Izquierdo quien hace ya algunas décadas, fue nombrado asistente de Leonard Bernstein en la Filarmónica de New York.

Paolo Bortolameolli, detrás la imponente sede de la Sinfónica de Los Ángeles. foto mercurio

Pues bien una de estas tantas presentaciones la realizó en el GAM, en lo que sin duda transformó a este concierto en uno de los más importantes del año, lo realizó junto a la orquesta de cámara Solístico de Santiago, formada por miembros de la Filarmónica de Santiago, agregando para la segunda obra, un grupo importante de jóvenes y notables músicos.

El programa fue un desafío mayor, pues se interpretaron las dos Sinfonías de Cámara de Arnold Schoenberg, en la que tal vez haya sido una de las pocas oportunidades en que estas obras se han interpretado juntas, el caso es que ante una sala desbordante de un público ansioso, bajo la dirección de Bortolameolli se llevó a efecto la presentación.

Arnold Schoenberg. foto thefamouspeople

Bortolameolli posee un gran carisma personal, el que utiliza para realizar en forma clara y concisa explicaciones introductorias de las obras de sus programas, así lo hizo en esta oportunidad, y sus palabras resultaron más que pertinentes, por tratarse de obras desconocidas para muchos auditores, con un lenguaje musical que corresponde a uno de los padres de la música contemporánea, pero fundamentalmente además, porque no existió un programa de mano.

Ambas sinfonías recibieron precisas explicaciones, incluyendo la audición de fragmentos temáticos de la primera preparando entonces al público para su audición.

Afiche de la Orquesta de Cámara Solístico de Santiago. foto youtube

La versión de la Primera Sinfonía se realizó según el estreno realizado por el propio Schoenberg, cuarteto de cuerdas más contrabajo, y conjunto de maderas y cornos, señalaremos que el mismo autor, la dirigió posteriormente con un grupo mayor de cuerdas, existiendo versiones para orquesta completa.

Bortolameolli dio muestras de un profundo dominio de la partitura, manejando frases y semifrases de manera que llegaran nítidamente a los auditores, utilizando con precisión el balance para que las cuerdas no perdieran presencia.

Asimismo destacó tensiones y relajaciones, contando con la musicalidad y profesionalismo del espléndido conjunto, que respondió a su sentido de fraseo y expresividad, durante el desarrollo señalaremos algunos momentos que en su compleja polifonía instrumental, recuerdan fuertemente a Richard Strauss.

Si en la interpretación de la Primera Sinfonía fue evidente el absoluto compromiso de los intérpretes, este se ratificó en la versión de la Segunda Sinfonía, a la que concurrieron los invitados, para formar la orquesta de cámara que requiere la obra, sinfonía que en su estreno recibió algunas críticas, por haber abandonado supuestamente su autor el estilo de la primera, estilo que mostraba los caminos de un Schoenberg que estaba cambiando la música, la segunda es sin duda más posromántica, llegando al expresionismo, pero sin alcanzar el rupturismo de la primera.

Paolo Bortolameolli ensayando con la Sinfónica de Concepción. foto corcudec

En ella se advierte una sujeción a la forma mucho más clara que en la precedente, aunque muestre un mundo dramático y oscuro. La danza grotesca e irónica del segundo movimiento de enorme dificultad rítmica, que recuerda algunos movimientos de algunas sinfonías de Mahler, recibió una interpretación que nos atrevemos a calificar de soberbia, en una complejidad que se disuelve súbitamente en remansos armónicos.

El director se movió a través de ella con intuición, planteando claramente todos los contrastes, encontrando en sus músicos no solo entusiasmo, también la calidad musical propia del desafío planteado.

Las largas ovaciones de pie, retribuyeron un trabajo de excelencia de Solístico de Santiago y el grupo de invitados, que dirigidos por Paolo Bortolameolli realizaron uno de los conciertos más significativos del año.

Gilberto Ponce. (CCA)

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Elisa Álvarez
Elisa Álvarez
6 Años Hace

Muy buena tu crítica ,que para mi al menos complementa la exposición que hizo Bortolameolli como introducción antes de el concierto .Para el público,tanto entendido en música como para los aficionados fue muy útil esa exposición para tener más elementos para acercarse al compositor,él tiene una forma muy didáctica y clara para exponer,cosa ya comprobada para los que hemos asistido a sus conferencias en la Sala Arrau.Por supuesto el concierto fue muy bueno,y el análisis que haces de él es muy acertado e ilumina el escaso conocimiento que yo tenía de Schoemberg,así que estoy plenamente de acuerdo con que fue un a velada artística excepcional.

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