CONTEMPORÁNEOS DE JOHANN SEBASTIAN BACH.
El musicólogo, organista y director argentino Mario Videla, es un prestigioso especialista en música barroca, que desde hace tiempo, nos visita para conducir programa con obras de este período.
Es una verdadera autoridad sobre Johann Sebastian Bach, y en sus conciertos siempre figuran obras suyas. En el programa que dirigió con la “Orquesta de Cámara de Chile” en el Teatro Municipal de Ñuñoa, había tres obras barrocas alemanas y una obra contemporánea, del conocido compositor chileno Juan Orrego Salas.
Es característico que Videla se dirija al público y le entregue algunas explicaciones sobre las obras a ejecutarse. Tiene un gran espíritu y por lo general el público agradece esta ayuda.
Esto también ocurrió en esta oportunidad, presentando un programa que abría con una sinfonía de Johann Friedrich Fasch (1688-1758), contemporáneo casi exacto de Bach, su obra está siendo redescubierta, y poco a poco empieza a ser reconocido como un excelente compositor, precisamente en esta obra, muestra su buen manejo contrapuntístico, alguna influencia italiana o francesa, y méritos variados en la instrumentación.
Vino a continuación, una Cantata de Georg Melchior Hoffmann (1679-1715), titulada “Schlage Doch”, que cantó la contralto Pilar Díaz en excelente estilo y gran sensibilidad; es una obra breve, en un solo movimiento, cuyo texto habla de un gran desconsuelo. Este compositor es casi desconocido, en cuanto que casi nunca se incluyen obras suyas en conciertos, pero un hecho habla claro de su singular capacidad, pues precisamente esta cantata, figuró durante muchos años, como perteneciente a las cantatas religiosas de J. S. Bach, se trata de la N° 53, y todavía en el catálogo, ese sitio no ha sido llenado con otra obra.
Videla, que presentó la obra, olvidó este hecho anecdótico pero importante, tanto más cuanto a Hoffmann le pertenece la Cantata N° 189 “Meine Seele ruhmt” incluida en las obras del catálogo de Bach.
Pilar Díaz, cantó también la Cantata N°170 “Vernügte Ruh” (Alma mía descansa) de J. S. Bach, escrita para una sola voz, sin acompañamiento de coro. Son tres arias de extensión parecida, separadas por recitativos. Personalmente preferimos la primera de ellas, con una orquestación preciosa, donde la contralto lució su enorme musicalidad.
La obra diferente del programa, fue el Concierto para Oboe y cuerdas, de Juan Orrego Salas. Este fue escrito en 1980, para el músico uruguayo León Biriotti (aún en actividad), estrenándose en Estados Unidos.
Dura 29 minutos repartidos en tres movimientos, distintos y variados en diversos aspectos. Comienza con lenguaje modernista y cromático, pero luego pasa a expresiones bien disímiles. Fue interesante escuchar a las cuerdas en complicadas síncopas, mientras el oboe va en notas largas y legadas, aunque en general suena dispersa, yendo a demasiados lados.
Contiene muchas dificultades técnicas para el solista, no obstante el chileno Jorge Galán, oboe de la propia Orquesta de Cámara, cumplió de manera notable.
No es lo mejor de Orrego Salas; escuchamos no hace mucho a esta agrupación, en “Concertante para Saxo y cuerdas”, obra suya más breve y menos ambiciosa, que la que comentamos, pero más lograda en su unidad estructural y técnica.
Sergio Escobar. (CCA)