LATINOAMERICANOS EN LA UC.
Una directora chilena que está dando sus primeros pasos en el podio, y cinco compositores latinoamericanos, dieron vida al interesante programa del Ciclo de Música de Cámara UC que se presentó en el “EspaciOriente” el jueves 9 de septiembre.
Junto a ella la Orquesta de Cámara UC y varios solistas, pusieron lo mejor de sí en el exigente programa que con más luces que sombras, sirvió para mostrar el desempeño de otro músico, que se abre camino en la dirección orquestal.
Alejandra Urrutia, violinista y directora de la orquesta ha realizado una interesante carrera como violinista, derivando a la dirección orquestal luego de varios cursos, a los que asistió en la ciudad de Aspen (USA), de vuelta en Chile se afincó en Curanilahue, trabajando con la famosa orquesta infantil, posteriormente se presentó y ganó algunos concursos de dirección, por lo que ha sido invitada a dirigir diversas agrupaciones.
Alejandra posee un gesto claro, intuyéndose una musicalidad natural, estableciendo un buen contacto con los músicos, por ello pensamos que con el tiempo se adentrará en el enfoque de estilos, manejará el peso sonoro en los “piano” -que se escuchan precarios-, así como exigirá una afinación más estricta. Lo que está fuera de duda es el estudio que evidencia frente al repertorio que interpreta.
El “Treno para orquesta de cuerdas”, del venezolano Vicente Emilio Sojo abrió el programa, la obra neo romántica, que en algo recuerda a Grieg, fue objeto de una versión blanda, con pocos perfiles, llamando poderosamente la atención la afinación poco certera, tanto como sus “piano” sin peso, casi deslavados.
De Manuel Enríquez compositor mexicano, se interpretó luego su “Concierto Grosso para dos violines, cuerdas y clavecín”, en el intervinieron David Núñez e Isidro Rodríguez. Desde los primeros compases, se advirtió la cercanía de la directora con este
estilo de obra, que no oculta la influencia de Bartok. El carácter impreso desde su inicio, agregado a la experticia de los estupendos solistas, solo podía conseguir un gran éxito. La obra, que no elude el virtuosismo, encontró en Núñez y Rodríguez la solvencia y musicalidad precisa.
De gran belleza y expresividad fue el elegíaco segundo movimiento, el tercero solo confirmó las excelencias de los solistas y el enfoque correcto de la dirección.
Del compositor colombiano Blas Atehortua, se interpretó luego su “Concierto para violín, viola y orquesta de cuerdas con oboe”. Una vez más nos encontramos con una obra que a pesar de su “modernidad” es bastante apegada a la forma, con temas muy diferenciados que se alternan. Los solistas fueron David Núñez y Penélope Knuth. Con sobresaliente desempeño, ellos enfrentaron los desafíos técnicos con musicalidad y maestría, en el aspecto general objetaremos la afinación y afiatamiento de los primeros violines de la orquesta.
Acario Cotapos, es uno de los compositores chilenos de mayor resonancia internacional, su lenguaje musical es sorprendente y muy original, aspecto que provoca rechazos adeptos, pero, a nadie deja indiferente.
Su obra “Le detachement vivant”, cuya primera audición se realizó en New York, está escrita para soprano y un pequeño conjunto instrumental formado por tres violines, dos violas, chelo, clarinete, piano y arpa, siendo las cuerdas quienes llevan el peso mayor melódico, pues los otros instrumentos crean atmósferas sonoras, o aportan acordes o arpegios.
La soprano Andrea Aguilar fue su intérprete, actuando con seguridad y expresividad, exhibiendo su buen uso del fiato y bello material vocal, la dirección acompañó ajustadamente el entramado instrumental que sustenta el texto.
La “Bachiana Brasilera N° 9 para orquesta de cuerdas” de Heitor Villalobos cerró el programa, en su versión se alternaron carácter con algunos desajustes menores y la recurrencia en afinación no precisa.
La introducción fue confusa, luego en el “fugatto” a pesar del carácter impreso, sus fraseos no fueron suficientemente claros, aunque algunos momentos fueron muy logrados.
Un programa muy interesante, que permitió conocer a una joven y talentosa promesa de la dirección orquestal, Alejandra Urrutia.
Gilberto Ponce. (CCA)