ÓPERA MÍA LA GALA DEL MUNICIPAL.
“Ópera mía” se tituló la gala lírica que el Municipal de Santiago ofreció en este caluroso verano a los amantes del género, sin duda, estos son muy numerosos ya que el recinto se vio atestado de un público con muchos extranjeros, ansioso de escuchar muchas de sus obras favoritas.
A la Orquesta Filarmónica de Santiago se unió el Coro del Municipal de Santiago que dirige Jorge Klastornick y un selecto grupo de cantantes todos bajo la dirección de Pedro Pablo Prudencio, quien el lunes recién pasado recibió el Premio de la Crítica 2018 por su labor en el ámbito de la ópera.
Lo primero que queremos resaltar es la seriedad con que se planteó el evento, nos ha tocado escuchar otras iniciativas similares en esta época, las que no obstante el éxito que consiguen, no siempre muestran la cuidadosa preparación de esta, precisamente porque son de verano, pero ahora los espectadores se encontraron con un espectáculo de primer nivel, con un interesante programa, que no hizo concesiones gratuitas, de cuidadosos detalles, partiendo desde la impecable vestimenta de la orquesta y el coro, siguiendo la hermosa iluminación cambiante según el carácter de las obras, una pulcra semi actuación de los cantantes, y por sobre todo una estupenda preparación musical.
Para que una propuesta de esta naturaleza funcione, es preciso contar con un programa que busque equilibrio y contraste entre las obras, algo muy logrado en esta oportunidad, además hacerlo con buen gusto, es así que en esta ocasión se escucharon arias y coros diversos además de una selección de partes de Carmen y El Trovador.
La Orquesta Filarmónica de Santiago, confirmó el estupendo nivel que ha venido mostrando desde hace mucho tiempo, bello sonido y musicalidad, la dirección de Pedro Pablo Prudencio mostró un empoderamiento total con el programa, produciendo poderosos y sólidos forte y bellísimos pianissimo, adentrándose además en el carácter de cada una de las obras todas de variada raigambre, manejando con sutileza a solistas y al coro, obteniendo junto a sus músicos resultados de enorme calidad.
El Coro del Municipal de Santiago dirigido por Jorge Klastornick, brilló con sus voces y exquisita musicalidad, tanto en sus intervenciones a solo como en las interacciones con los solistas en la selección de Carmen, en Cavallería Rusticana cambió el carácter y peso de su canto; la versatilidad la dejó en claro en sus jubilosas partes del Elixir de amor, tanto como en el Coro de los gitanos, y en el sobrecogedor Miserere de los hombres ambas de El Trovador, mostrando toda su potencia y musicalidad en la Escena triunfal de Aída de Verdi que fue uno de los grandes éxitos, incluyendo en la orquesta trompetas largas ubicadas en dos lugares diferentes del escenario en la Marcha triunfal.
En una Gala de ópera si los solistas no son solventes, todo queda solo en buenas intenciones, pero en esta, se dieron todas las condiciones para conseguir el ruidoso éxito que lograron.
La bella y cálida voz de Evelyn Ramírez conquistó desde su entrada en Carmen de Bizet, desarrollando luego una deliciosa y sensual Habanera, así como el desatado júbilo de la “Chanson Bohémienne” su parte final.
Patricio Sabaté con apostura casi arrogante y espléndida voz asumió la famosa Canción del Toreador, luego provocó las más entusiastas ovaciones con el aria de Fígaro, del Barbero de Sevilla de Rossini.
Todo el histrionismo necesario, acompañado de su hermosa voz y una gran expresividad, fue lo que se apreció en Patricia Cifuentes, desde su ingreso -carcajada mediante-, como Musseta de la Bohéme de Puccini, para posteriormente conmover con el complejo “Qui la voce sua suave” de Los Puritanos de Bellini.
También de la Bohéme se escucharon en las voces de la magnífica Paulina González y Patricio Saxton, ella cantando una expresiva “Quando m´en vo” y luego, “Que gelida manina” de Saxton y “Mi chiamano Mimi”, para finalizar con el final del primer acto que ovacionó el público.
Paulina González, abordó en la segunda parte de El Trovator de Verdi primero “D´amor sull´ali rosee”, cantado con enorme expresividad, y luego con Patricio Saxton y el coro masculino un conmovedor Miserere, que casi hizo delirar al público.
Sergio Gallardo hizo las delicias del público como Dulcamara del Elixir de amor de Donizetti, en el aria donde ofrece el falso elixir, exhibiendo todas sus cualidades de cantante bufo, luego junto a Francisco Huerta de gran desempeño el simpatiquísimo dúo “Voglio dire”.
Era imposible que una gala operática no finalice con el celebérrimo Brindis de la Traviata de Verdi cantado por todos los solistas y el coro, al que se incorporó parte del público o tarareando o tocando palmas; el público eufórico se negaba a retirase, mientras todos los intérpretes saludaban una y otra vez, por ello se encendieron las luces del teatro y los artistas se retiraron.
Una Gala que superó ampliamente todas las expectativas, dejando a los presentes con la sensación de haber presenciado algo del más alto nivel.
Gilberto Ponce. (CCA)
Realmente fue una gran fiesta operatica de excelente nivel,que dejó a todo el numeroso público contento,fui a la función del 16 de Enero y veo que se repitió el éxito del estreno.Por supuesto que una aficionada tiene sus preferencias y yo soy una gran admiradora de Patricio Sabate y de Evelyn Ramírez y ambos como siempre cumplieron mis expectativas ampliamente,no por eso dejó de apreciar el desempeño de los demás artistas,coro ,orquesta y el excelente director Prudencio,muy justamente premiado por la crítica.Maravillosa velada!!
Opiniones similares se escucharon de parte de los extranjeros que llegaron en gran número al teatro.