VUELVE LA CHISPA EN DON PASQUALE.
Asistimos a la última función del elenco Estelar, de la Ópera “Don Pasquale” de Gaetano Donizetti, que tuvo a cantantes nacionales, en casi todos sus roles.
Y sin pecar de chauvinistas, con bastante satisfacción constatamos, que con este elenco, la ópera volvió por la senda de la comedia bufa, haciendo reír de buena gana al público asistente; creemos que la razón está en el ambiente que se creó entre los cantantes, jugándose por pasarlo bien, transformando la actuación en algo creíble, aspecto que se transmitió con creces a los espectadores.
Esta “química” grupal, contagió al director Antonello Allemandi, quien se vio compenetrado en la comedia, a la vez que, los accidentes del estreno desaparecieron, con la orquesta en un rendimiento acorde a sus virtudes.
Incluso la chispeante actuación, y una gran línea de canto, hicieron pasar a segundo plano la profundamente austera escenografía e iluminación, y al parecer, en un real aporte, este grupo de cantantes, agregó algunos elementos personales a la régie, agilizándola; en este sentido, un detalle no menor, es el hecho que entre ellos fuera evidente una cierta complicidad, evidenciada a través de miradas y gestos, creando situaciones de fina ironía.
El barítono ítalo-argentino Luis Gaeta asumió como Don Pasquale, su hermosa voz, sin ser muy poderosa, no tiene problemas de proyección, y si a lo anterior sumamos, que se muestra como un comediante nato, no es extraño que su actuación le permita obtener espontáneas risas del público, haciendo querible y humano su personaje.
Patricia Cifuentes, haciendo gala de su estupenda y
hermosa voz, encarnó a Norina, quien deberá volver loco al pobre Don Pasquale, su actuación pasó con facilidad, desde la tímida e ingenua, fingiéndose aterrada frente a la presencia de los hombres, para posteriormente convertirse en una feroz manipuladora, mandona y de temible genio, con lo que casi logra infartar a Don Pasquale; como comediante, sus aptitudes son tantas, como cuando enfrenta con voz firme, todos los grandes desafíos de tesitura.
Patricio Sabaté, uno de los cantantes más versátiles de nuestro medio, le correspondió ser el cínico Doctor Malatesta, padre intelectual del embrollo; su hermosa voz llena de inflexiones dio el perfil justo a su personaje, sumado a su presencia escénica, que le sirvió de medio para mostrar con gracia irónica al aprovechador
Ernesto, el sobrino un tanto ingenuo deDon
Pasquale, fue cantado por Patricio Saxton, su voz es poderosa, con gran facilidad en los agudos, su papel no presenta grandes desafíos actorales, pero su virtud, está en haber perfilado muy bien al personaje.
El Notario, que también cantó en la versión internacional, fue de Gonzalo Araya, entrando en el espíritu de la comedia, a la par que sus compañeros, de los roles principales.
El Coro del Teatro Municipal, que dirige Jorge Klastornick, con mucha gracia en actuación e impecables en voz, dieron cuenta, que se trata de un conjunto de categoría internacional.
En resumen, un elenco que supo entrar en el espíritu de esta comedia bufa, consiguiendo un gran triunfo, que fue celebrado con el mayor entusiasmo por los asistentes al teatro.
Gilberto Ponce (CCA)