ALEJANDRO REYES DIRIGE “MEMBRA JESU NOSTRI” DE BUXTEHUDE.
Un concierto del mayor interés, fue el que ofreció en el Campus Oriente UC, el Coro Fernando Rosas, al interpretar “Membra Jesu Nostri” de Dietrich Buxtehude, junto a un grupo importante de alumnos de varias cátedras (canto e instrumentos entre otras) del Instituto de Música UC, incluyendo a la profesora de viola da gamba Gina Allende.
El sólido conjunto, fue dirigido impecablemente por el maestro Alejandro Reyes, con certero estilo y carácter, en cada una de las siete cantatas que conforman la obra.
Su manejo de las partes canónicas, imitativas, así como aquellas polifónicamente contrapuntísticas, las resolvió en forma brillante.
No podemos obviar que Reyes encontró en cada uno de los intérpretes, la respuesta más adecuada a sus requerimientos; en instrumentos debemos destacar a Karla Bocaz y Joaquín Reyes en violines, en cuyo desempeño se pudo observar hasta una sutil diferencia en el color sonoro, que realzó aún más sus impecables diálogos y ornamentaciones.
En las cuerdas bajas, encontramos la sutileza de las violas da gamba de Gina Allende y Daniela Maltrain, junto al sólido contrabajo de Francisca Moraga.
Valentina Villaseñor, intérprete en órgano, fue el sólido sustento armónico para instrumentos y voces; del grupo instrumental es muy interesante destacar, que dieron la impresión de haber tocado juntos durante mucho tiempo, lo que sin duda es mérito de la dirección.
Si tuviéramos que caracterizar la música de Buxtehude, diremos que tal vez se trata de uno de los compositores menos austeros entre los alemanes, aún más si lo ubicamos entre los luteranos.
Prevalece la luz, con una riqueza melódica de carácter cantábile, siendo exquisito en la obtención de timbres, a la vez que, con gran sentido dramático.
“Membra Jesu Nostri”, que bien puede ser calificado de Oratorio, está compuesto por siete cantatas, fue escrito para los ritos de Semana Santa, consistiendo en una reflexión sobre el significado del sacrificio de Cristo, ejemplificado en las partes más importantes del cuerpo de Jesús.
Es así que cada parte lleva asignado uno de esos miembros; Pies, Rodillas, Manos, Costado, Pecho, Corazón y Rostro; cada movimiento se inicia con una introducción instrumental, a veces llamada “sonata”, requiriendo algunas de ellas, de una buena dosis de virtuosismo, algo perfectamente logrado por los jóvenes músicos.
Algunas partes del coro, son de un gran ascetismo expresivo, mientras otra acentúan el dramatismo de los textos; debemos reconocer en este novel conjunto, el importante éxito que obtuvieron en esta presentación.
Los solistas vocales Amalia Montero soprano I, Francisca Cristopolus soprano II, Verónica Ramírez contralto, Felipe Gutiérrez tenor y Eduardo Jahnke bajo, cumplieron una destacada labor; Amalia Montero superó los problemas de afinación de otras presentaciones, pudiéndose apreciar entonces su hermosa voz y expresividad de canto.
Una grata sorpresa fue escuchar a la soprano Francisca Cristopolus, de calido y expresivo timbre, su gran seguridad y musicalidad le auguran un futuro brillante.
Verónica Ramírez la contralto, debió luchar contra un tesitura muy baja, no obstante se apreció su musicalidad y seguridad vocal, sus tríos con el tenor y el bajo fueron de gran nivel.
El tenor Felipe Gutiérrez, cantó con hermosa voz en cada una de sus intervenciones, algo similar ocurrió con Eduardo Jahnke el bajo, quien supo controlar su gran volumen vocal, para servir en el mejor estilo a la expresividad de la obra.
Un concierto que muestra, que un trabajo realizado con la mayor pulcritud, solo puede producir los resultados que escuchamos, y que por supuesto provocaron la respuesta más entusiasta del público que llegó hasta el Templo Mayor del Campus Oriente de la Universidad Católica.
Gilberto Ponce. (CCA)