CONCIERTO DE NAVIDAD UC.

CONCIERTO DE NAVIDAD 2012 EN LA UC.

Como es tradicional en diciembre la Pontificia Universidad Católica de Chile, ofrece a su comunidad y a la ciudad de Santiago un Concierto de Navidad, para celebrar una de las fechas más importantes del cristianismo.

En el participan solo conjuntos de la universidad, factor que le otorga gran valor; la orquesta está formada por alumnos de esa casa de estudios, al igual que el Coro de Estudiantes (Dir. Víctor Alarcón) con ellos cantó el Coro de Cámara UC (Dir. Mauricio Cortés) y solistas vocales, ligados al Departamento de Música UC (IMUC), los que actuaron bajo una de las batutas de mayor prestigio en el ámbito de la música coral, nos referimos a Jaime Donoso de vasta y prestigiosa carrera.

En el Salón Fresno del Centro de Extensión UC atestado de público junto a las máximas autoridades del plantel, se interpretaron tres obras muy tempranas de Felix  Mendelssohn, uno de los grandes genios de la música.

Dos escritas entre los trece y catorce años, y la otra apenas pasados los veinte; en las primeras se avizora la genialidad del niño entrando en la adolescencia, donde se evidencia la búsqueda de un lenguaje propio, pero anclado en la solidez del barroco y clasicismo.

En relación al resultado general, pensamos que este no puede haber dejado satisfecho a su director, que tal vez en un mal día, algo muy propio de toda actividad humana, a ello se pueden haber sumado otros factores, incidiendo en que los objetivos musicales no se lograran plenamente, esto a pesar del entusiasmo evidente da cada uno de los intérpretes.

Por ello es que creemos, que el atrayente programa tuvo insuficientes ensayos; se sabe que en esta época los estudiantes se encuentran en pleno período de exámenes, y tal vez ese factor incidió en el resultado, con inseguridad en ciertas secciones, en particular en la orquesta, que formada por jóvenes a quienes les hemos escuchado jornadas memorables.

Asimismo el gesto de Donoso, no fue siempre lo suficientemente claro para los jóvenes instrumentistas y no demasiado inspirador de expresividad para el coro, pues su extrema pulcritud, casi ascética no consiguió de los intérpretes el vigor y fuerza necesaria en varias secciones.

No cabe duda la claridad que Jaime Donoso tiene del estilo, y de lo que se propone en interpretación, pero en esta ocasión, al parecer y por los motivos expuestos, estos no se concretaron en plenitud.

El concierto se inició con la interpretación del primer movimiento de la Sinfonía Nº 9 para cuerdas, escrita por Mendelssohn a los catorce años, aunque su factura es propia de un compositor avezado, esta fue interpretada por las cuerdas de la orquesta bajo la musical y alerta conducción de Marcelo Pérez desde su atril.

En ella observamos musicalidad y sentido del estilo, buen uso de los contrastes, pero creemos que los noveles músicos necesitan de un director al frente, que pueda controlar pulsos, en particular en las transiciones y cambios de tempo, algo que influyó en que los fraseos y pulsos resultaran poco nítidos.

Pero debemos señalar el enorme entusiasmo y entrega de los músicos por lograr el mejor rendimiento posible, por ello la versión fue calurosamente recibida.

La breve Cantata Coral “Verleih uns Frieden” (Dadnos la Paz), que cantó solo el Coro de Cámara, fue duda fue el punto más alto de la velada, se trata de una obra en la que Mendelssohn se muestra mucho más maduro, tanto en la orquestación como en el manejo vocal, el expresivo inicio con las cuerdas bajas fue de gran impacto por su extrema musicalidad, la misma que con bellas voces introduce luego el coro, que cantó con gran expresividad.

Para el Magnificat en Re mayor, se sumó el entusiasta Coro de Estudiantes que lidera Víctor Alarcón, para esta obra la orquesta se amplió con una buena cantidad de bronces y maderas, en la obra este joven de solo trece años, se muestra en absoluta búsqueda, recurriendo a diversas fuentes, haciéndola poco unitaria en estilo, y con inusitadas dificultades para todos los intérpretes en alguna de sus partes.

Aquí observamos varios desajustes de pulso y tempo en la orquesta, y el coro no siempre mostró la seguridad requerida, tal vez para los estudiantes algunas secciones fueron excesivas.

Por ello es que se requería que el gesto de Donoso fuera más claro, sobre todo en aquellos acordes un tanto intempestivos, como en los constantes cambios de pulso. Debemos destacar la belleza de las sopranos del coro, que tienen momentos de gran exigencia, sobre todo en tesitura.

Los cuatro solistas fueron Andrea Aguilar, soprano que destacó por su seguridad y hermoso timbre; la mezzosoprano Verónica Ramírez, cantó con seguridad, pero su voz se mostró un poco tensa, incidiendo en su expresividad.

Muy breves son las intervenciones del tenor, las que fueron cantadas con la habitual musicalidad y cálida voz de Felipe Ramos; no es sorpresa que el bajo-barítono Eduardo Jahnke, cantara con la solvencia mostrada, pues se trata de un gran valor en el campo musical.

Un concierto del que se agradece el repertorio, que merecía un tiempo más largo de maduración.

Gilberto Ponce. (CCA)

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