UNA THAÏS VERDADERAMENTE ESTELAR.

THAÏS DE MASSENET EN MAGNÍFICA VERSIÓN ESTELAR CIERRA TEMPORADA.

El último título de la Temporada de Ópera 2010, “Thaïs” de Jules Massenet se constituyó en un verdadero regalo para los aficionados, no solo por haberla repuesto luego de 66 años, tanto como debido al extraordinario buen gusto de la producción.

No se entienda lo anterior, como una defensa de lo que se puede llamar tradicional, solo      queremos expresar nuestra satisfacción, por la creatividad e imaginación de esta, o cualquiera otra producción que responda a patrones estéticos coherentes, con la música y el argumento.

Por ello creemos que el trabajo de Pablo Núñez es de primer orden en régie, escenografía y vestuario, pero no debemos olvidar un aliado fundamental en este éxito, nos referimos a la iluminación de Ricardo Castro, de una sensibilidad y precisión notables, creando atmósferas casi mágicas.

En las Afueras del Convento de Albine. Foto cortesía Teatro Municipal.

En la mayoría de los casos, la coreografía en la ópera resulta el pariente pobre, con poco espacio, y a veces como agregado intrascendente, en este caso la creada por Georgette Farías, que es solo un complemento en la fiesta en casa de Nicias, fue muy eficaz en su discreción, aportando con buen gusto la necesaria sensualidad a la escena.

Kristine Becker Lund como Thaïs.    Foto cortesía Teatro Municipal.

El elenco estelar fue encabezado por soprano danesa Kristine Becker Lund, ella dueña de una hermosa voz y bastante buenamoza, solo abusa a veces, un poco del vibrato, pero  su musicalidad supera esa característica, además su manejo del pianísimo es conmovedor, sus forte son sólidos, y enfrenta las exigencias de la tesitura con gran solvencia. Como actriz es muy convincente, realizando un gran trabajo para mostrar la evolución de su personaje, que va desde la cortesana hasta la novicia, las escenas de su conversión -acompañada de la famosa “Meditación”-, tanto como el final, antes de su muerte resultaron emocionantes.

Leonardo Neiva, el barítono brasilero que tuvo incluso que reemplazar al solista del otro elenco, fue Athanaël, él no solo tiene una hermosa voz, posee además una apostura escénica que llena los espacios, su extrema naturalidad actoral hizo muy convincente un personaje que, hasta podría resultar grotesco, además ha alcanzado una madurez vocal, que le permitiría abordar con éxito roles de gran complejidad, por ello y debido a la solvencia mostrada, pensamos que las autoridades del teatro, debieran considerarlo en las próximas temporadas.

Leonardo Neiva como Athanaël  Foto gentileza Teatro Municipal.

Palemón fue interpretado por David Gáez, en esta función se le vio bastante incómodo y con la voz velada, lejos de otras presentaciones.

Patricio Saxton abordó el papel de Nicias de una forma bastante correcta, aunque las características del rol no le favorecen vocalmente, y su actuación es más bien estereotipada.

Pamela Flores Constanza Dörr asumieron como las cortesanas Crobyile y Myrtale, en forma correcta, debido a que Pamela Flores se afiata más con su compañera del otro elenco, pues el excesivo histrionismo de Constanza Dörr rompe el equilibrio del dúo.

Muy hermosa la voz de Gloria Rojas como la superiora Albine, mientras que Cristián Lorca fue un convincente “sirviente”.

El Coro del Teatro Municipal en manos de Jorge Klastornick es un verdadero lujo, para cualquier teatro.

José Luis Domínguez. foto emol

José Luis Domínguez estuvo en la dirección musical, y con profunda satisfacción debemos decir que cumplió una labor de excelencia, totalmente compenetrado de la partitura, guiando con sabiduría a la orquesta, solistas y coro, pero por sobre todo con una madurez, que producto de su talento se asienta cada vez más, pareciera que ha encontrado un camino bastante seguro como director de ópera, una de las vetas más complejas de la dirección orquestal.

Athanaël intentando convertir a Thaïs. Foto Teatro Municipal.

El público fue conquistado por la versión, incluso interrumpió en varias ocasiones, para aplaudir, producto de su entusiasmo, al final fueron muy largas y merecidas las ovaciones, para un elenco que dio particular brillo, a una ópera tan hermosa y sensible como “Thaïs” de Jules Massenet, que cerró la temporada de ópera 2010 del Teatro Municipal.

Gilberto Ponce. (CCA)

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