LA CALIDAD DEL TRÍO FILARMÓNICO.
En la penúltima fecha de la Temporada Internacional de Conciertos Fernando Rosas, que organizada por la Fundación Beethoven se desarrolla en el Teatro Municipal de Las Condes, se presentó el Trío Filarmónico, agrupación que integran Holly Huelskamp en violín, Katharina Paslawski violonchelo y Luis Alberto Latorre en piano, junto al afamado solista en viola Massimo Paris.
El Trío se conformó hace seis años, y viene desarrollando una intensa actividad cultural, caracterizada por una acentuada calidad, razón que les llevó a presentarse como invitados en esta temporada internacional, junto a notables conjuntos extranjeros, y los organizadores no se equivocaron con esta inclusión, pues su desempeño fue agradecido por el público con largos y cálidos aplausos.
El Trío en Sol mayor de Franz Joseph Haydn, que abrió la jornada, permitió observar no solo su musicalidad, afiatamiento y rigurosidad estilística, asimismo el cuidadoso manejo del balance instrumental, en una obra en la que la importancia que Haydn otorga al piano, hace creer a ratos, que las cuerdas fueran casi un agregado accidental.
Quisiéramos destacar la vitalidad con que enfrentaron la segunda sección del primer movimiento, mientras que el segundo fue tocado con gracia cantabile y lirismo en el piano y las cuerdas, en una parte donde la responsabilidad melódica es más compartida.
El tercero, “Rondó a la húngara” fue brillante y de gran virtuosismo, acentuando su característica popular de carácter gitano.
A nuestro parecer, la siguiente obra el Trío en Si mayor Op. 1 de Johannes Brahms, el Trío Filarmónico alcanzo cotas de enorme calidad, en particular por la sensible y hermosa expresividad lograda; en ella desde el inicio se evidenció mayor peso sonoro, muy de acuerdo al estilo, no podemos dejar de señalar lo que nos pareció una particular sintonía de los intérpretes con la obra, que les permitió desentrañar espléndidamente la abigarrada polifonía que la caracteriza.
El segundo movimiento Scherzo destacó por el manejo dinámico y la precisión de las figuras rítmico melódicas, algunas verdaderas filigranas, al que se opuso la sección central de carácter cantabile.
Una verdadera joya fue el tercero Adagio, que recuerda fuertemente los Intermezzi del mismo Brahms, por el tratamiento del piano, luego durante su desarrollo los diálogos transportaron al público a zonas de enorme belleza, por la sensibilidad con que los enfrentaron, permitiendo con sutileza la aparición de voces (motivos) tanto en el piano como en las cuerdas, no dudamos de calificar de poética la interpretación.
Con desgarrada pasión abordaron el tercero, donde casi fue posible comparar el sonido con un tormentoso oleaje, que concluyó con el arrebatador final, que arrancó merecidas ovaciones de los asistentes.
Finalizaron con el Cuarteto con piano Op. 47 de Robert Schumann, incorporándose al conjunto el reconocido violista italiano Massimo Paris, esta obra que apela a un romanticismo diferente al de Brahms, no obstante exige un pulcro manejo dinámico que fue estupendamente logrado por los intérpretes.
Caracterizaremos de vibrante y cantabile su primer movimiento, mientras que el segundo destacó por el gran manejo rítmico y dinámico, que da paso a la gracia de su final.
En el tercero destacó Holly Huelskamp en el sensible y lírico tema central, luego en el Finale Vivace, brillaron tanto en los juegos “fugados” como en los virtuosos diálogos, que concluyen en la brillante Coda, que finaliza la obra; los largos aplausos premiaron el notable desempeño de cada uno de los intérpretes en una presentación en la que primó la excelencia musical.
Gilberto Ponce. (CCA)