SOBERBIO CUARTETO LEIPZIG.

CUARTETO LEIPZIG SIMPLEMENTE PERFECTOS.

Esta Temporada Internacional de Conciertos Fernando Rosas 2013, ha resultado sin duda alguna,  excepcional en todos los aspectos, debido a que en ella se han presentado solo conjuntos de absoluta excelencia.

Afortunadamente este verdadero regalo para el espíritu, ha ido más allá de los abonados al Teatro Municipal de Las Condes, puesto que los conjuntos han realizado presentaciones gratuitas para estudiantes, preferentemente de música e integrantes de las orquestas juveniles, en el Teatro Municipal de Ñuñoa, en una formidable iniciativa de la Fundación Beethoven, organizadora de la Temporada y los Conciertos de Extensión.

Cuarteto Liepzig, elmercurio.com
Cuarteto Liepzig, elmercurio.com

Ahora correspondió la presentación del mundialmente famoso Cuarteto Leipzig (Stefan Arzberger violín I, Tilman Büning violín II, Ivo Bauer viola y Matthias Moosdorf violonchelo),  agrupación considerada como tal vez, la mejor de Europa, algo que los músicos confirmaron en forma esplendida.

No es necesario aludir a su técnica y afinación perfectas, algo connatural en ellos, es preciso señalar que sus interpretaciones, simplemente conmocionan a quienes les escuchan, transformándolas en verdaderas experiencias estéticas.

Los dos compositores que ocuparon el programa, Franz Joseph Haydn y Franz Schubert, fueron la demostración más pura de cómo se debe abordar el estilo.

Franz Joseph Haydn. foto lastfm
Franz Joseph Haydn. foto lastfm

Bien se sabe que los cuartetos de Haydn, requieren para una buena interpretación, gran limpieza melódica y expresividad clásica, así como un gran manejo del balance entre cada instrumento, puesto que, al haber diseñado el compositor las pautas de la estructura del cuarteto, estas son simplemente perfectas, por ello exige que cada instrumento sea a la vez independiente y sustento del todo.

En el Cuarteto Nº 4 en Re mayor, op. 20 llamado “El Sol”, transitaron desde un pastoso sonido en piano, hasta el expresivo forte, desarrollando estupendamente cada diálogo instrumental; que decir de la delicada gracia del segundo movimiento, donde en las variaciones llevan al pianissimo y su genial final.

A la manera de las contradanzas, y en jubiloso espíritu popular, desarrollaron el tercero, mientras el virtuosismo se convirtió en la característica del cuarto.

Caricatura de Haydn. foto taringa
Caricatura de Haydn. foto taringa

El Cuarteto Nº 1, en Si bemol mayor, conocido como “Prusiano”, fue en extremo diáfano, realzando diálogos y contrastes, asumiendo espléndidamente cada uno de ellos sus intervenciones importantes, algunas de las consideraciones anteriores se repitieron en este cuarteto, que nuevamente maravilló a los asistentes.

Cuarteto Leipzig. foto quito.diplo
Cuarteto Leipzig. foto quito.diplo

La segunda parte completó este verdadero banquete, nada menos que con el Cuarteto Nº 14 en Re menor, llamado La Muerte y la Doncella, pues toma como tema del segundo movimiento, la segunda sección del Lied del mismo nombre de Franz Schubert.

Sin considerar las dificultades técnicas de la obra, en ella es esencial el enfoque dramático expresivo; en más de alguna oportunidad hemos escuchado versiones que enfatizan lo virtuosístico, que en este cuarteto abunda, pero eso es solo un medio para llegar a las profundidades expresivas, en esta ocasión el Cuarteto Leipzig dio cuenta de cómo abordar, tanto lo virtuoso como lo expresivo.

El joven Franz Schubert. foto wikipedia
El joven Franz Schubert. foto wikipedia

Pocas habíamos visto al público, tan suspendido en emoción, ante esta versión, ataques, cortes, intencionalidad, acentos, llegando incluso a intencionados sonidos casi crudos en algunas secciones, para acentuar el entorno dramático.

Al desgarrado inicio de la introducción le siguió un maestro juego de tensiones y contrastes en el desarrollo, a los que agregaron sutiles cambios de pulso, hasta llegar al final que es una síntesis dramática del material temático.

Sorprendieron luego, al exponer el tema del segundo movimiento un poco más rápido que lo usual, aunque sin restar en lo más mínimo la expresividad, debido a la progresión dinámico-expresiva que aplicaron.

Las diversas variaciones que siguen, mostraron la potencia artística de cada uno de ellos, de acuerdo a las exigencias planteadas por Schubert, en cuanto a diálogos y complementos, al o los instrumentos que conducen el tema en cada variación.

No creemos equivocarnos al afirmar, que en su íntima expresividad, esta fue una de las versiones más hermosas, que hayamos escuchado de este movimiento.

Peso expresivo en la dinámica forte, caracterizó el tercero de ellos, acompañado ahora de extrovertida pasión.

El final fue abrumador en virtuosismo, tomado a una velocidad, que podría ser peligrosa en otro conjunto, pero en ellos todo fue natural, abordando contrastes y juegos dinámicos de inusitada perfección.

Podríamos largamente señalar hallazgos de esta verdadera experiencia, que resultó escucharles este cuarteto.

Cuarteto Leipzig. foto mitoconcerto
Cuarteto Leipzig. foto mitoconcerto

De pie y sin personas abandonando el teatro, el público agradeció con grandes ovaciones la versión; el encore, un brevísimo arreglo de un tema de Wagner, cerró una noche estelar.

Gilberto Ponce. (CCA)

0 0 votos
Article Rating
Suscribir
Notificar de
guest

0 Comments
Más antiguo
El más nuevo Más Votados
Comentarios en línea
Ver todos los comentarios

Últimas Críticas

0
Me encantaría tu opinión, por favor comentax