LOGRADO ACTÉON DE LA UNIVERSIDAD ALBERTO HURTADO.
Hace ya varios años que el Instituto de Música de la Universidad Alberto Hurtado, viene ofreciendo una serie de espectáculos, el los que involucra a docentes y alumnos de la universidad jesuita; lo cierto es que en casi en todas las oportunidades, los resultados han sido de gran calidad, constituyéndose en un aporte a la cultura de la capital.
Uno de los ámbitos abordados es el de la ópera, donde casi siempre el resultado ha sido óptimo, por ello es que cuando se anunció el estreno de Actéon, la ópera pastoral de Marc Antoine Charpentier, se generó una expectativa que al final resultó completamente satisfecha, en particular porque el elenco contó como ya lo dijimos, solo con fuerzas universitarias.
El estreno se llevó afecto en el GAM, sala de reconocida buena acústica, en la que la Camerata Instrumental se ubicó en el altillo del escenario, mientras la acción de desarrolló en la parte baja del mismo, contando con una eficaz y original escenografía de Gustavo Acevedo, quien además diseñó el vestuario, de correcta alusión clásica, salvo en el severo quiebre con el personaje de Juno, a quien se vistió en traje blanco de dos piezas, y tacos del miemos color, asimismo consideramos un tanto excesivo el ornamento que adorna la cabeza de Diana.
La escenografía contempla sol un árbol blanco que alude a la cornamenta de los ciervos y un gran velo transparente asume el bucólico paraje, donde llegará Actéon a cazar, sin saber que también ha sido el lugar escogido por Diana y su corte de ninfas y faunos, para tomar un baño asistida por dos doncellas, en ese plano se desarrollará la tragedia, pues Actéon, contemplará la belleza desnuda de Diana, y esta furiosa le transformará en ciervo, para luego ser devorado por sus perros.
Jessica Quesada preparó al Coro del Instituto de Música UAH, que cantó en gran forma, con timbradas voces, incluso en las verdaderas piruetas vocales de algunos coros, donde solo en escasos momentos se produjo algún desfase con la orquesta, sin duda producto de la ubicación de la misma, pero no solo cantaron, fueron capaces de realizar algunas semi-danzas y actuar con bastante prestancia.
La Camerata Instrumental del instituto de Música UAH, dirigida desde el violín por Felipe Hidalgo, cumplió una labor muy profesional, salvando todas la ornamentaciones y cambio de pulso y ritmo con musicalidad; Felipe Hidalgo muy alerta solucionó algunos de los escasos inconvenientes de pulso que se produjeron.
La régie de Gonzalo Cuadra, fue muy adecuada al reducido espacio, logrando que el personaje de Actéon esbozara pasos de danza, solucionando asimismo los desplazamientos del Coro y su relación con Diana, Actéon y los otros personajes.
Lisandro Pelegrina fue un sólido Actéon, su voz de tenor se aviene muy bien a este tipo de música, al tiempo que posee presencia escénica; Diana encontró en Virginia Barrios en general una buena actriz, que maneja bastante bien su voz, con interesante manejo dinámico, particularmente en los cambios de ánimo, como fue sensual antes del baño, o con voz acerada en la ira.
Con interesante voz, aunque un tanto plana cantó María Caparotta como Arthébuse, Juno mostró a Pamela Zavala como una estupenda contralto, con algunos agudos un poco estridentes, pero de estupenda presencia escénica. Stefanía Alegre y Andrea Manque cantaron con musicalidad sus dos ninfas.
Una producción que fue entusiastamente aplaudida por los presentes, que valoraron el aporte realizado por el Instituto de Música UAH.
Gilberto Ponce. (CCA)