NUEVA ÓPERA CHILENA EN AL GAM.

ESTRENO MUNDIAL DE LA ISLA DE LOS PECES.

El Instituto de Música de la Universidad Alberto Hurtado, viene realizando desde hace tiempo, un interesantísimo proyecto, que lo ha ubicado en un lugar preferente, dentro del movimiento cultural de nuestro país.

Por ello consideramos del mayor valor, el que la Universidad Jesuita, desarrolle una variada cantidad de actividades musicales, tales como, conciertos vocales e instrumentales, junto a montajes escénicos, que miran la realidad histórica de la música en Chile, además adentrándose en el difícil campo de la ópera, con señalado éxito.

Ahora asumió un riesgo más grande, encomendando una ópera a un compositor contemporáneo, para cuyo estreno, en primera audición mundial, contó con su Coro de Cámara, dirigido por la talentosa Paula Torres, que dirigió además un Conjunto de Cámara y solistas.

El compositor uruguayo Guillermo Eisner, compuso la obra, con textos de Carla Romero, dando vida a la ópera de cámara La Isla de los Peces, inspirada en el Tsunami que devastó Isla Orrego en Constitución.

Esta, primera experiencia de Eisner en ópera, evidencia que le resta mucho camino por recorrer, porque más bien, se trata de un Oratorio escénico, donde el Coro asume un rol de primera importancia, que recuerda a ratos, los coros griegos, agregando cuatro solistas que representan habitantes del lugar, entre ellos una madre que perdió a su hijo, rol cantado con gran emotividad por Evelyn Ramírez.

La música es bastante plana, con pocas progresiones expresivas, limitándose a una especie de recitativo melódico, con demasiadas reiteraciones, tanto en el coro como en solistas, no obstante, nos pareció de gran interés el inicio, con el vocalise del coro y el sugerente acompañamiento instrumental.

En otro aspecto, pensamos que la música no conservó siempre, la acentuación de las palabras de los textos, no cuidó algunas tesituras en el canto, así fue con el bajo, cuya voz se perdió en los graves, en contrario, abusó de los agudos en las sopranos, pero mejores resultados los obtuvo con Evelyn Ramírez, en el extenso monólogo (aria) de la madre.

El texto de Carla Romero, nos pareció pretencioso, tratando de jugar con metáforas no siempre felices, y excesivamente largo para cada parte, además de poseer un desarrollo dramático poco claro.

Esta suma, hace monótono su desarrollo, donde tampoco las coreografías, de la misma Carla Romero, le conceden mayor ritmo, debido a la reiteración de fórmulas.

Detalles de interés, en la dirección de la omnipresente Carla Romero, son algunas escenas de conjunto, antes del Tsunami, o cuando hace bajar al coro, por los costados de la platea, que se contraponen a la débil escena del violador, para el bajo y coro.

En el desarrollo, se consultan varios coros hablados, pero, sin duda lo hacen mejor cantando, asimismo los solistas al hablar, lo hacen defectuosamente.

El vestuario de Juana y Carolina Díaz, demasiado plano, no olvidemos, que antes de la ola, los pobladores iban a celebrar una fiesta, mientras que en iluminación hubo aciertos importantes.

Los grandes valores, se encuentran, en la dirección ajustada y certera de Paula Torres, que maneja a la perfección el todo, del mismo modo, el Coro de Cámara, realiza un formidable trabajo, tanto en canto como en actuación, incluyendo esbozos coreográficos; debemos señalar que este, participa permanentemente, haciéndolo siempre con gran profesionalismo, el grupo instrumental, respondió con gran profesionalismo.

Los solos de Carolina Matus, Jeannette Pérez, Diego Arellano y Nicolás Suazo, musicales y con prestancia, ya mencionamos la excelencia de Evelyn Ramírez.

A pesar de las observaciones, creemos que se trató de un trabajo loable, que será un aporte importante a la música nacional.

Gilberto Ponce. (CCA)