EL CABALLERO DE LA ROSA VERSIÓN INTERNACIONAL.
No solo fue un acierto el que se haya programado luego de tantos años de ausencia, también lo fue en su puesta en escena y en el elenco escogido para la ocasión.
El Caballero de la Rosa de Richard Strauss, es una ópera de infinitas complejidades en sus situaciones, pues el libreto de Hugo von Hofmannsthal alude de acuerdo a las instrucciones de Strauss, no solo a una reflexión sobre el paso del tiempo y la pérdida de la juventud, también lo hace mirando los tiempos del amor, al consider la relación sin futuro entre la ya madura Mariscala y el muy joven Octavian; tanto es así que ella le dice en algún momento: que más tarde o temprano la abandonará por alguien más joven. Lo anterior inserto en un libreto que debe además representar una comedia, repleta de detalles sutiles y otros más desfachatados.
Como si eso no fuera suficiente, requiere de una treintena de cantantes para los numerosos roles de la acción, para representar el mundo en decadencia de los nobles, mostrar a los arribistas, nunca ausentes en la sociedad, y a los personajes del pueblo raso, todo lo anterior envuelto en una música maravillosa que describe minuciosamente situaciones ora cómicas, ora de lírica y melancólica profundidad. Revelador de lo anterior es la alusión de Strauss a la música de su poema sinfónico “Las travesuras de Till”, con fragmentos que recuerdan a Mahler y la introducción del vals, que si bien aparecerá posteriormente al período en que ocurre la acción, al compositor le sirve de recurso descriptivo, del mismo modo no creemos que sea arbitrario pensar que Strauss alude al Falstaff de Verdi en la burla final a Ochs.
No obstante esta comedia, tiene momentos musicales claves; la mágica escena de la “entrega de la rosa”, el sublime trío final que sin duda son de las páginas más hermosas que se hayan escrito, que junto al monólogo del final del primer acto de la Mariscala, entregan el equilibrio necesario requerido en una obra de arte.
La puesta en escena se atiene rigurosamente a la época donde ocurre la acción, recordando el tiempo en que lo exótico estuvo de moda, por ello la habitación de la Mariscala tiene la ornamentación en base a plantas exóticas, y en el palacio de Faninal, que es un nuevo rico arribista, las palmeras en los muros nos llevan a un país lejano.
Alejandro Chacón a cargo de la régie, es minucioso en detalles, sin descuidar a nadie que pise el escenario, otorgándole credibilidad a la historia, maneja muy bien las tensiones y caracteriza estupendamente a cada personaje, simpático resulta el que dos sirvientes cierren las cortinas al final de cada acto, o bien usar el facsímil de un diario vienés, entre otros muchos detalles.
Las escenas más intimas son resueltas con naturalidad, mientras que las colectivas están repletas de deliciosos detalles, aportando el requerido tono de comedia. La escenografía de Sergio Loro es hermosa en la habitación de la Mariscala, ampulosa en el palacio de Faninal con variadas escalas que no se ven para permitir entrada y salida de personajes, mientras que la posada del final es simplemente un lugar de mala muerte, donde los nobles gozan de placeres extra familiares.
El vestuario de Adán Martínez, es pertinente y lleno de contrastes pero siempre en equilibrio, genial el usado para el Tenor italiano, de un barroquismo casi rococó, Ricardo Castro entregó una iluminación de finos contrastes.
Maximiano Valdés a cargo de la dirección musical, consiguió hermoso sonido de la orquesta, enfatizando los aspectos reflexivos, siendo certero en el complejo acompañamiento de los cantantes, logrando en el monólogo de la Mariscala en el primer acto, cimas expresivas, tanto como en el trío y dúo final.
El Coro del Municipal de Jorge Klastornick, dando una vez más muestras de su excelencia.
Celine Byrne que dio vida a la Mariscala, a pesar de no poseer una gran voz, esta es bellísima y tremendamente expresiva, su final del primer acto fue simplemente superior, tanto como el trío final, y como es muy buena actriz, convence en sus juegos amorosos con Octavian tanto como en sus profundas meditaciones.
El complejo papel de Octavian (Mariandel) fue asumido por una estupenda Sophie Koch, a su bella y pastosa voz, une una actuación que la convierte en el joven muchacho de 17 años, amante de la Mariscala, y no es menor que a su vez deba disfrazarse de mujer (Mariandel) actuando como hombre vestido de mujer, fingiendo ser doncella de la Mariscala, ella fue otra de las triunfadoras.
El cantar hablando o el hablar cantando que Strauss pone para el Barón Ochs de Lerchenau fue genialmente asumido por por Jürgen Linn, se trata de un comediante nato que despliega un personaje, narcisista, pagado de sí mismo y trepador socialmente, y por sobre todo conquistador de todas aquellas que lleven faldas, tanto así que trata de conquistar a Mariandel, un hombre vestido de mujer.
Una muy grata sorpresa fue Sophie que cantó Elbenita Kajtazi, muy bella voz, canto muy expresivo y convincente actuación, el trío y dúo finales fueron un tremendo éxito, así como en la entrega de la osa.
El Señor de Faninal cantado por Patricio Sabaté, le permitió no solo lucir su voz, también perfilar al muevo rico que quiere llegar a noble casando a su hija con el Barón Ochs. Valzacchi el intrigante italiano y Annina su acompañante fueron muy bien actuados y cantados por Paul Kaufmann y María Luisa Merino.
El Cantante italiano, que llega a entretener a la Mariscala, fue cantado y actuado genialmente por David Junghoon Kim.
El resto del numeroso elenco mostró prestancia escénica y buen canto. Sin duda uno de los grandes éxitos del Municipal de Santiago.
Gilberto Ponce. (CCA)
Como siempre estoy plenamente de acuerdo con la crítica,difícil poder agregar algún comentario después de tan completo análisis,dolo que fue un gran goce,una alegría y un privilegio,además del excelente desempeño de todo el elenco,tener cantando en nuestro escenario a Sophie Koch,no creo que suceda otra vez,lamentablemente.Para un teatro como el nuestro tener a cantantes de primera línea ni es común,seguramente los costos económicos son muy elevados,eso no significa que no aprecie los buenos cantantes tanto nacionales como extranjeros.Felicitaciones al Municipal!