EL MENU NAVIDEÑO DEL DÚO MISTRAL.
Dos de las más prestigiosas pianistas de nuestro medio, Paulina Zamora y Karina Glasinovic, han conformado desde hace un tiempo, el Dúo Mistral, el que a lo largo de todas sus presentaciones, ha demostrado no solo una notable musicalidad, pues a ella agrega un certero acercamiento a los estilos de las obras que abordan, lo que sin duda responde al acucioso estudio que realizan.
Sus presentaciones, tanto en la Sala Isidora Zegers, como en otros lugares, han llegado a convertirse en notables aportes, en virtud de las obras interpretadas, donde han incluido, una serie de estrenos para nuestro país.
En esta oportunidad comentaremos, el último de una serie de conciertos realizados en el hermoso y confortable departamento, frente al Parque Forestal, en el que se anunciaban sorpresas, que mostrarían una faceta novedosa, en relación a la formal seriedad de los recitales anteriores.
En efecto, así fue, porque la jornada fue una serie de sorpresas, que mostraron una vez más, no solo la calidad de las intérpretes, ya que esta agregaron una buena dosis de humor.
Al ingresar, los asistentes recibieron el programa, que contenía nada menos que 23 obras, si bien algunas de ella son breves, la cantidad era sin duda sorprendente, pero además, cada persona debía sacar un número, que debía guardar.
La incógnita se aclaró al inicio, cuando ellas explicaron, la dinámica de este menú, se sortearía una cierta cantidad de números, y la persona que lo tuviera, debía escoger, la obra a escucharse, además determinar en que piano se interpretaría, o bien, en cual debía sentarse cada una de las intérpretes; como se sabe, que siempre hay obras, a cuatro manos o a dos pianos; no obstante causó gran impresión, el que dejaran al arbitrio del público, estas libertades, porque lo normal es que se estudia de acuerdo a como se tocará.
Este detalle, no menor, habla bien de la seguridad e imperio, que ambas sienten ante el repertorio.
Y como los nombres de las obras, no correspondían a sus originales, la persona que escogía la obra debía posteriormente, decir su nombre y el autor, si acertaba, no cancelaría la entrada, en el próximo recital.
Es así, que a lo largo de la velada, aparecieron obras de Bach, en una exquisita versión, fragmentos de Cascanueces, que permiten apreciarlos desde una nueva mirada, en esta versión para piano a cuatro manos; pero no podía estar ausente el minimalismo de Philip Glass, en una expresiva versión, que se contrastó con la sensualidad de Gershwin, o el romanticismo de Brahms y Dvorak.
Así, además con obras de otros autores, se avanzó en un programa que verdaderamente regocijó a los presentes, no solo por la originalidad de la propuesta, pues también lo hizo por la calidad de las versiones, algo comentado ampliamente durante, el cocktail que se ofrece habitualmente al finalizar estas veladas, el que permite observar hacia fuera, la imponente visión del Parque Forestal.
Gilberto Ponce. (CCA)
Que lujo de PROFESOR.
Excelente persona, un tremendo profesor.
José Miguel
Generacion 1980 Colegio San Ignacio el Bosque
Muchas gracias por el recuerdo, espero que te encuentres muy bien.
Gilberto