MOZART Y MAHLER FILARMÓNICOS.

TERCER PROGRAMA FILARMÓNICO.

Mozart y Mahler, fueron los autores cuyas obras se escucharon en el tercer programa de la Temporada 2013 de la Orquesta Filarmónica de Santiago, en el que volvió al podio su anterior titular Rani Calderon.

A pesar que la orquesta mantuvo su alto nivel sonoro, pensamos que los logros solo fueron parciales, a pesar de momentos de gran belleza y musicalidad.

Rani Calderon. fotostagedoor.it
Rani Calderon. fotostagedoor.it

Solo dos obras muy hermosas, y de estilos contrapuestos fueron el eje del programa; la Sinfonía Nº 38 en Re mayor, Koechel 504, llamada Praga de Wolfgang Amadeus Mozart y la Sinfonía Nº 4 en Sol mayor de Gustav Mahler.

La sinfonía de Mozart se inició con muy una bella exposición de la introducción del primer movimiento, esta fue muy expresiva de cuidadosos fraseos con muy buen manejo de los contrastes dinámicos; aunque tal vez en estilo se acercó en demasía al romanticismo, el Allegro que cierra el movimiento, fue tan rápido que desdibujó las articulaciones, perdiendo transparencia melódica, en esta parte el oboe, que entre otros instrumentos, tiene destacada participación, tuvo un desempeño que no fue completamente exitoso, debido a un sonido opaco y débil.

Caricatura de Wolfgang Amadeus Mozart. foto lagacetamusical
Caricatura de Wolfgang Amadeus Mozart. foto lagacetamusical

El Andante fue fino, elegante y cantábile, acertado en estilo aunque poco expresivo, y por alguna razón el balance general, sufrió por el exceso sonoro de los cornos.

Muy logrado fue el carácter del Finale-Presto, pero nuevamente la velocidad excesiva desperfiló las articulaciones, que sonaron demasiado ligadas, y el pulso se desajustó en varios momentos, mientras que el balance sonoro no fue plenamente logrado.

En al segunda parte se escuchó la Sinfonía Nº 4 de Gustav Mahler, la más breve de todas, y cuyo último movimiento, estaba pensado para concluir su tercera sinfonía, idea que desechó, pues esta habría resultado desmesuradamente extensa.

Gustav Mahler. foto paginasmusicales
Gustav Mahler. foto paginasmusicales

Sin duda se trata de una obra de gran lirismo, incluso se la podría calificar de bucólica, aunque es una clara muestra del inconfundible estilo del compositor.

Bien sabemos los bruscos cambios de carácter y tempo, que suele introducir Mahler en sus sinfonías, algo desconcertante  para muchos y detestable para otros; no obstante, esta peculiar característica no es en absoluto arbitraria ni contradictoria, está perfectamente unida al propósito, respondiendo incluso a los conflictos propios de su personalidad, y sus recuerdos de infancia y adolescencia.

Rani Calderon. foto ranicalderon
Rani Calderon. foto ranicalderon

Este aspecto, es clave entonces para una buena interpretación de sus obras, y es en ese punto donde encontramos algunas objeciones de la versión de Rani Calderon, aunque reconocemos la pulcritud de su trabajo, y el estupendo sonido conseguido en la orquesta.

En el primer movimiento se contrastaron momentos sobresalientes en carácter, como lo fue la belleza del sonido de las cuerdas, de gran expresividad en sus inflexiones dinámicas, no obstante la relación tensión-relajación, no siempre fue equilibrada, pecando de extrema rapidez en algunas secciones contrastantes, lo que en general las descontextualiza.

Orquesta Filarmónica de Santiago. foto musica.terra
Orquesta Filarmónica de Santiago. foto musica.terra

En el segundo movimiento aparecieron detalles de gran minuciosidad, algo que no extraña en el trabajo de Calderon, en el debemos destacar el trabajo estupendo del corno solista.

Los dos movimientos finales, los consideramos plenamente logrados, ellos son mucho más unitarios, aflorando lo mejor de la profundidad de su autor; en este sentido no dudamos en considerar lo acertado del enfoque de Rani Calderon, por la extrema sensibilidad de su conducción.

Paulina González, la soprano solista. foto marinwullich
Paulina González, la soprano solista. foto marinwullich

En el tercero, consideramos superior el desempeño de las cuerdas de bellísimo y expresivo sonido, a ello debemos sumar el estupendo trabajo del oboe solista; en la segunda sección destacaron el corno y una vez más el oboe, al mismo tiempo la progresión que conduce al clímax en tutti, fue certeramente emotiva.

El último movimiento, consulta la intervención de una soprano cantando un lied tomado de El cuerno mágico de la juventud, del mismo Mahler. En esta oportunidad fue cantado en forma magnífica por Paulina González, quien se adentró notablemente en el espíritu tanto del texto como de la música; Rani Calderon fue el acompañante ideal, en todas la inflexiones dinámicas y expresivas, haciendo una sólida dupla con la solista; la orquesta fue un estupendo complemento.

Paulina González. foto salazegers.uchile
Paulina González. foto salazegers.uchile

Del mayor interés fue proyectar el texto que canta la soprano, pues potencia su comprensión y relación con la música.

El público no escatimó su entusiasmo con largos y extensos aplausos.

Gilberto Ponce. (CCA)

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