MISA EN SI MENOR DE BACH.

 MEMORABLE MISA EN SI MENOR.

Sin duda, esta presentación de la “Stuttgart Bachakedemie”, dirigida por Helmut Rilling, en el marco de la inauguración de la 41º Temporada Internacional de Conciertos “Fernando Rosas”, que la Fundación Beethoven, realiza en el Teatro Municipal de Las Condes, se convertirá en uno de los grandes eventos musicales del año.

Johann Sebastian Bach. foto biografiasyvidas

La “Misa en Si menor” de Johann Sebastian Bach, que presentaron, en una soberbia muestra de profesionalismo, es sin duda una de las más grandes obras de su autor, y de toda la historia de la música.

Partitura de extraordinaria unidad, a pesar de haber sido escrita en períodos muy diferentes alejados en el tiempo, es una síntesis de las técnicas de composición del Barroco, recogiendo gran parte de la religiosidad de su tiempo; por ello se la califica de profundamente mística, tanto como gloriosa en su alabanza.

Bach traduce en música, los textos de la misa latina, para exaltar la gloria de Dios, sin que esté ausente lo fervoroso de la liturgia protestante –como ocurre en el llamado “Symbolum Nicenum (Credo)-, concibiendo un mundo que sintetiza, en una suerte de ecumenismo, lo religioso de las iglesias cristianas, con la excelencia musical.

Facsimil del manuscrito original. foto filomusica

Esta misa, que ha sido objeto de múltiples análisis, tanto musicales como religiosos, es de extraordinaria dificultad técnica para sus intérpretes; admite solo instrumentitas virtuosos y cantantes muy expertos; en el caso del coro, que canta a cuatro, cinco, seis y ocho voces, es sometido a una verdadera prueba de resistencia, pues canta dieciocho  de las veintisiete partes, incluyendo agotadoras fugas plagadas de semicorcheas, y sin tregua en tesitura (límites en el ámbito vocal).

La versión de los ilustres visitantes, que podría sorprender a más de alguien, por las articulaciones stacatto en el canto del coro, sobre todo en las partes iniciales, termina cautivando plenamente, por su extraordinaria expresividad.

Stuttgart Bachakademie, dirigida por Rilling, en sus primeros tiempos. foto wdict.net

En ella no hay nada gratuito, todo tiene sentido, tanto fraseos y articulaciones como el exquisito y refinado manejo de contrastes.

Solistas, coro y orquesta se funden en un todo indivisible, existiendo correspondencia absoluta en intencionalidades, respiraciones, acentuaciones, convirtiendo su audición tanto en un goce estético musical, como religioso.

La orquesta, espléndida en afinación, con sonido que va desde lo íntimo y dulce, hasta lo grandioso y jubiloso; de las cuerdas podemos comentar su textura sonora, al mezclarse polifónicamente con el resto de los instrumentistas, solistas y el coro.

El conjunto en la actualidad. foto santiago.diplo

Las maderas, impecables con bello sonido y manejo maestro de los balances; estupendos los tres trompetistas, uno de las cuales, toca además el “corno da caccia” con sorprendente perfección, en ellos llama poderosamente la atención, el excelente manejo de los contrastes dinámicos.

Timbal, clavecín y chelo solista mostraron extrema musicalidad.

El Coro (Gaechinger Kantorei Stuttgart). foto mariaguinand

No podemos dejar de mencionar a los solistas instrumentales, por el derroche virtuoso  acompañando a los solistas vocales; el violín del “Laudamus Te”, los “oboe d´amore” en el “Qui sedes ad dextram” y  el “Et in Spiritum sanctum” para los solos de contraltobajo respectivamente; el ya mencionado “corno da caccia” en el aria del bajo  “Quoniam tu solus sanctus”, así como la flauta que acompaña al tenor en el “Benedictus” o en el dúo con violín para el “Domine Deus” con soprano y tenor.

Los solistas fueron la soprano Julia Sophie Wagner, de gran desempeño; Roxana Constantinescu contralto, que brilló en las coloraturas del “Laudamus Te”, emocionando en el “Agnus Dei”, también ambas descollaron en su dúo “Et in unum Dominum”; el tenor Andreas Weller, conmovedor en su “Benedictus” y muy expresivo en el dúo con la soprano “Domine Deus”; el bajo Tobías Berndt, que sorprendió como bajo y barítono en sus ariasQuoniam tu solus sanctus” y “Et in Spiritum Sanctus”, acompañado genialmente por oboe d´amore y fagotes.

Las treinta voces del coro, impactaron por sus sólidas y bien timbradas voces, incluso en el divisi de sopranos I y II, sorprende el como abordan las articulaciones, la claridad de las semicorcheas, sus bellísimos “piano” y sólidos “forte”, e igualmente eficientes, en todas las subdivisiones vocales que Bach exige.

Helmut Rilling. foto oregonbachfestival

Destacaremos, para no abundar; los exultantes “Gloria”, “ Cum sancto spiritu”, “Et resurrexit”, “Confiteor”, y el “Sanctus”, mientras que fueron conmovedores en dinámica piano, el “Qui tollis”, el “Et incarnatus est” y el “Crucifixus”.

Helmut Rilling, es un portento, su concepto es tan claro, que no extraña, que la dirija de memoria, cada intencionalidad, acentuación, clarísimos cambios de pulso, fraseos y diálogos de extrema musicalidad, ofreciendo una unitaria versión de la maravillosa obra.

Helmut Rilling en clases magistrales. foto bachakademie

Un espléndido regalo de la Fundación Beethoven, a los melómanos de nuestro país, pues se presentaron en Santiago y en Frutillar, en el Teatro del Lago.

Gilberto Ponce. (CCA)

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Eduardo Poblete Parada
Eduardo Poblete Parada
12 Años Hace

¡eternas gracias por su crítica!, lamento mucho no haber podido acudir a tan magno evento, soy un gran admirador de éste celebre director, como asimismo, de la tremenda orquesta que tan bien dirige e interpreta la genial obra del maestro Bach.-

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