MEMORABLE PASIÓN SEGÚN SAN MATEO.

                NOTABLE PASIÓN SEGÚN SAN MATEO EN EL MUNICIPAL.

Referirse a la Pasión según San Mateo de Johann Sebastian Bach, es referirse a uno de los monumentos de la historia de la cultura, y no solo por la monumentalidad de su partitura, pues siendo una de las cumbres de la música; también lo es por su significado espiritual, que fundiéndose con la música, recoge experiencias artísticas anteriores, como las “Sacras Representaciones” medievales, y aunque parezca extraño, remontándose hasta la “Tragedia Griega”.

Lo anterior, si observamos cuidadosamente su forma y estructura, en cuanto a los roles que cumplen tanto coros como solistas, todo sin dejar de lado lo pedagógico que la obra posee, se sabe que la obra, estaba destinada para ser interpretada en las ceremonias del Viernes Santo, en la Iglesia de Santo Tomás de Leipzig, para contribuir al recogimiento de los fieles, además es importante entender, que coros y solistas, asumen como: protagonistas, comentaristas y premonitores de las acciones del relato, como vemos, las mismas funciones, de las precedentes manifestaciones artísticas.

Todos los intérpretes en el escenario, al centro atrás Patricio Sabaté (Jesús). foto P. Melo

Otro aspecto a destacar, son los muy escasos recursos con los que contó Bach, para su representación, cerca de cuarenta intérpretes en total, para una obra pensada para dos orquestas, dos coros adultos, un coro de niños y solistas que asumen los diversos roles de la trama, además del Evangelista o relator.

Recién casi un siglo más tarde, cuando Felix Mendelssohn la redescubrió y dirigió, se pudo interpretar con la cantidad que tal vez pensó Bach, claro eso sí, que con la visión propia del Romanticismo, con grandes masas de intérpretes.

En la obra podemos encontrar todas las formas musicales vigentes en la época del Kantor del Leipzig, los Corales protestantes, propios del luteranismo de Bach, Ariosos y Arias de gran dificultad para los cantantes e instrumentistas solistas, algunos dúos, además de coros que a veces son meditaciones o comentarios, y en otras asumiendo diversos roles, como pueblo, sacerdotes, incluso la “Humanidad”, como ocurre en el coro que clama contra la traición de Judas, pidiendo tanto rayos y truenos al cielo, como al infierno sus fauces para que destruyan al traidor.

En todo caso, nos encontramos frente a un profundo análisis del significado de la Pasión de Nuestro Señor Jesucristo, como reza el epígrafe de Bach, en el que se funde meditación tanto desolada como esperanzadora, en una obra que es de las más importantes creadas por el genio humano.

          El tenor Felipe Gutiérrez, cantando como Evangelista. foto Patricio Melo

Un inspirado Pedro Pablo Prudencio dirigió a la Filarmónica de Santiago, dividida en dos orquestas de cámara, el Coro del Teatro Municipal, también dividido, al coro de niños y a los numerosos solistas.

Creemos que Prudencio fue certero en el enfoque del estilo barroco, con el plus de haber manteniendo siempre la expresividad, tal como ocurre con la pintura o escultura barrocas, manejando una progresión dramática, que fue avanzando desde el primer coro, para culminar con la muerte de Jesús, y llegar posteriormente al emocionante coro final.

El manejo que mostró tanto en las arias, para solistas vocales, con pequeño acompañamiento instrumental, fue de extrema delicadeza, abordando con claridad sus diálogos, además enlazó perfectamente los recitativos, con arias, coros y corales, realzando en justa medida lo vocal o instrumental, según procediera. Fue preciso en el dramatismo de las grandes masas (dobles coros y orquestas) distinguiendo entre comentarios o ser parte de la acción, mencionemos a manera de ejemplo; el formidable dúo soprano / alto, que deviene en ese pictórico doble coro luego de la traición de Judas, con su apabullante dramatismo y perfección en las semicorcheas del coro y la orquesta. Podríamos seguir largamente el análisis.

De gran interés fue que para las arias, tanto el solista vocal como el instrumental, accedieran al centro del escenario entre ambos coros, con Jesús en solitario, también al centro, pero un poco más elevado, con el Evangelista entra ambas orquestas. El Coro de niños cantó desde los balcones enfrentados de la galería, en un efecto sonoro muy hermoso.

En la versión ocurrieron varias cumbres musicales, como el Aria de Alto (Contratenor) con violín, la de la Soprano con Flauta, aria del Bajo con Viola da Gamba, y por sobre todo, la secuencia de la muerte de Jesús, que dejó en vilo a los presentes, la que concluye con el Coral en pianissimo, antes de la sección conclusiva y el maravilloso coro final.

                Pedro Pablo Prudencio, en pleno concierto. foto Patricio Melo

No tenemos duda alguna, sobre la madurez musical alcanzada por Pedro Pablo Prudencio, lo que quedó en evidencia, con esta solemne, meditativa, dramática y espiritual Pasión, que exige de un profundo estudio, para lograr un resultado, como el que presenciamos, que conmocionó a los presentes; algo que según supimos, también ocurrió en las siguientes funciones.

Dijimos que la Filarmónica se dividió en dos orquestas de cámara, logrando ambas un desempeño digno de todo elogio, señalemos que los primeros atriles asumieron los solos instrumentales que son tan desafiantes como como solos de concierto, siempre con sobresalientes resultados; en cuanto al fundamental “continuo” (chelo, clavecín u órgano y a veces contrabajo), que acompaña los recitativos, su desempeño lo consideramos sobresaliente, dando el sustento justo tanto al Evangelista, como a los otros personajes del relato. No podemos dejar de mencionar a Florencia Bardavid, la solista en viola da gamba, que acompañó algunas arias de la segunda parte, en perfecto estilo, fraseos y articulaciones notables, además de bello y poderoso sonido.

El Coro del Teatro Municipal que dirige Jorge Klastornick, con hermosas y timbradas voces, matices expresivos e intencionalidad precisa, diferenciando su canto de los coros con los de los corales, como debe ser la reflexión de los fieles; podríamos señalar muchos pasajes brillantes, solo destacaremos; el coro inicial, aquellos breves cuando cantan como apóstoles y sacerdotes, el arrollador coro de los rayos, truenos y la alusión al infierno, el impactante “Crucifícalo”, el sensible coral sin orquesta, luego de la muerte de Jesús y el emotivo coro final. Nos pareció significativo, que al final Klastornick, saliera a saludar junto a su flamante subdirector Alejandro Reyes.

El contratenor José Andrés Muñoz, cantando un aria, atrás P. Sabaté. foto Patricio Melo

El Coro de niños y niñas Mawünko, que dirige Cecilia Barrientos, canto el Coral que se incluye en el coro inicial, además con las sopranos del coro adulto, en el final de la primera parte, haciéndolo musicalmente desde las alturas, con prestancia y seguridad.

Los solistas. El extenso y complejo rol del Evangelista, lo asumió el tenor Felipe Gutiérrez, con un desempeño que consideramos del más alto nivel, a su estupenda fonética agrega, un relato vivo, dramático, con la expresividad precisa, alcanzando cimas en la escena de la muerte de Jesús, la ovación que recibió al final, fue totalmente merecida, sin duda, esta presentación le ha posicionado completamente, como uno de nuestros grandes cantantes.

El barítono Patricio Sabaté, fue Jesús, rol que desempeñó con una nobleza de carácter, que captó muy bien, lo humano y lo divino de su personaje, con hermosa voz y templanza, avanzó en el desarrollo de uno de los dramas esenciales de la humanidad. Su respuesta a las actitudes de sus discípulos, sus diálogos con Judas y Pedro y su conmovedor canto, cuando pregunta al Padre, ¿Porqué me has abandonado? Nos confirma el cómo Sabaté internalizó el papel de Jesús; por supuesto fue ovacionado al final.

El Evangelista (Relator de la Pasión) Felipe Gutiérrez, atrás Jesús, Patricio Sabaté en un fragmento de la obra, atrás sentados Tabita Martínez soprano, y José Andrés Muñoz contratenor. foto Patricio Melo

La soprano Tabita Martínez, cantó con prestancia y musicalidad, siendo lo más destacado, su aria “Aus liebe” con la la excelente participación en flauta de Carlos Enguix, en la segunda parte.

José Andrés Muñoz, fue un sorprendente contratenor, que reemplazó en esta versión a la contralto, tal como ahora se acostumbra, él posee una muy hermosa voz, frasea con elegancia y es muy expresivo, cantó con gran seguridad, y su aria con violín “Erbarme dich” de la segunda parte, fue una de las cumbres de la versión, por la total compenetración con el violinista Richard Biaggini, logrando emotiva expresividad.

El joven tenor Gonzalo Quinchahual, asumió las complejas arias, dedicadas a su cuerda, creemos que tuvo particular éxito en las dos acompañadas por coro de la primera parte, y en la emocionante “Geduld”, acompañado por la viola da gamba.

El bajo barítono Arturo Espinoza, puso su cálido timbre al servicio de las complejas arias para bajo, siendo tal vez su mayor éxito, su aria “Gebt mir meinen Jesum Wieder”, donde fue acompañado espléndidamente por el violín de Svetlana Tabachnikova.

La orquesta y parte del coro Dos, dirigiendo Pedro Pablo Prudencio, foto Patricio Melo

Generalmente no se consignan los nombres de los breves roles, pero creemos necesario pues lo hicieron con el mayor profesionalismo y solvencia: Francisco Salgado (Pilato), Jorge Cumsille (Judas), Pablo Oyanedel (Pedro), Cristián Lorca (Sumo sacerdote), Carlos Guzmán (Segundo sacerdote), Jessica Poblete y Jennifer Ramírez (Primera y Segunda criadas), Regina Sandoval (Mujer de Pilato), Boris Bustos y Nicolás Noguchi (Testigos).

La larguísima ovación que tributó el público a todos los intérpretes, encabezados por Pedro Pablo Prudencio, da cuenta del impacto y la enorme calidad con que se enfrentó esta magna Pasión según san Mateo de Johann Sebastian Bach.

Gilberto Ponce. (CCA)

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Elisa Álvarez
Elisa Álvarez
1 Año Hace

Después de leer con detención la crítica,me parece absolutamente innecesario siquiera dar una opinión que no sea para alabar el magnífico concierto con esta obra tan hermosa y querida por mi ,pues fue hace mucho tiempo mi iniciación como integrante del Coro de la U de Chile.El sobresaliente desempeño de todos y cada uno de los ejecutantes caló hondo en mi y en todo el público.Como preferencia personal hubiera preferido una contralto en vez del contratenor,no significa eso que el intérprete no fuera sobresaliente .Fue una función emocionante ,de esas que producen una especie de corriente eléctrica en el cuerpo y en el alma. Inolvidable.Felicitaciones a todos y también al crítico por el acabado análisis que permite a aficionados como yo aprender algo más.

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[…] Gilberto Ponce, en visionescriticas.cl, también destacó que Patricio Sabaté fue ovacionado y que desempeñó con "nobleza de carácter" a Jesús, además de que "captó muy bien, lo humano y lo divino de su personaje, con hermosa voz y templanza". El crítico también fue enfático en calificar la entrega: "La larguísima ovación que tributó el público a todos los intérpretes, encabezados por Pedro Pablo Prudencio, da cuenta del impacto y la enorme calidad con que se enfrentó esta magna Pasión según san Mateo de Johann Sebastian Bach". Una entrega que califica como "·solemne, meditativa, dramática y espiritual" y que, a su juicio, da cuenta de la "madurez musical" alcanzada por el director (ver crítica aquí). […]

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