MAHLER POR BORTOLAMEOLLI.

LA MADUREZ DE PAOLO BORTOLAMEOLLI.

El último concierto de la Filarmónica de Santiago, que tuvo como eje la compleja Sinfonía Nº 7 de Gustav Mahler, fue ocasión para comprobar el grado de madurez alcanzado por Paolo Bortolameolli, algo que no debiera extrañar, si observamos la ascendente carrera internacional que el joven director chileno está desarrollando.

No obstante dirigir variadas orquestas, particularmente Los Ángeles donde es asistente de Gustavo Dudamel, así como un intenso repertorio de los más variados estilos, es insuficiente sino concurren el talento y el estudio en su máxima expresión, es así que podemos afirmar que estamos ante un director que conjuga ambos aspectos, por eso el éxito que ha cosechado.

Sin duda hay camino por recorrer (no se termina nunca), pero el empoderamiento que muestra Bortolameolli sobre las obras que conduce, nos hace concluir que sus pasos son cada vez seguros, y no dudamos que está ante una expectante carrera.

Paolo Bortolameolli en pleno concierto. foto Patricio Melo

Dirigir obras de Mahler es siempre un desafío, porque implica no solo desentrañar las complejidades musicales -que siempre abundan-, también hay que adentrarse en el mundo propuesto por un compositor, el que además, de exponer sus ideas sobre cuestiones trascendentales, en ocasiones da pistas de aspectos de su vida personal; como de su búsqueda en el ámbito espiritual, que podemos sintetizar en el hecho de haber crecido en el seno de una familia judía, en sus acercamientos a movimientos de carácter panteísta, tanto como en su controvertida conversión al catolicismo entre otros; y si sumamos a lo anterior las dificultades de carácter, que desembocaron en conflictos familiares, donde la infidelidad de Alma su mujer, tanto como la de él mismo fueron una constante que se suma a la tragedia de la muerte de una de sus hijas.

La sumatoria de lo expuesto nos ayuda a comprender a Mahler, considerando toda su obra, que es donde siempre queda expuesto algo vital, por ello su Séptima sinfonía es una muestra magnífica de esto.

Bortolameolli saluda al Concertino antes de la Sinfonía. foto Patricio Melo

Consideramos formidable el trabajo de Bortolameolli en esta obra, pues mostró profundo conocimiento de la partitura, manejando con maestría a una Filarmónica que concentradamente respondió a sus indicaciones e incluso a sus más mínimos gestos, la orquesta mostró una vez más y ampliamente la enorme jerarquía alcanzada, además de elogiar a todo el conjunto debemos en particular señalar a cada uno de los instrumentistas que tuvieron partes a solo.

Paolo Bortolameolli en plena conducción. foto Patricio Melo

Destacaremos algunos de los muchos logros de la versión; nos pareció clave en el éxito la perfección en los numerosos cambios de tempo y pulso, pero sobre todo el manejo de los rubato, todos de inusitada perfección y que son parte fundamental en la obra mahleriana, asimismo el manejo de fraseos y articulaciones con sentido, alejadas de cualquier enfoque superficial o efectista.

El director consiguió sonido poderoso y de una sensualidad casi lujuriosa en el primero y en el último de los movimientos, destacaremos del primero un aspecto donde no es para nada difícil, reconocer alusiones a la monumental Tercera Sinfonía del mismo Mahler.

En el segundo, que tiene como eje el tema enunciado por el corno, mostró reciedumbre en muchas de sus partes, contrastándose con aquellas a la manera de un lied, las que a su vez transitan hacia otro de los aspectos recurrentes en Mahler, las marchas militares de tanta presencia en la infancia del autor, este mundo contrastante entre tensión-relajación fue otro de los logros de la versión.

Parte de la Filarmónica de Santiago durante sinfonía. foto Patricio Melo

No podemos dejar de mencionar el genial inicio del tercer movimiento, por las sutilezas y el misterioso carácter logrado, donde ese vals algo grotesco juega a favor de una oscura expresividad, mientras que una vez más nos muestra enormes contrastes de todo tipo, como de tempo y carácter.

A nuestro parecer el cuarto movimiento es el más complejo de todos, por la enorme cantidad de elementos que lo constituyen, convirtiéndose en cierto modo en un verdadero rompecabezas, es por eso que al lograr Borlolameolli unificar en un todo coherente sus partes, nos señala claramente el concepto en cuanto a versión, que tiene el joven director.

En el quinto, aparece una recapitulación del material utilizado antes convirtiéndose en otro de los ejes de atracción, manifestado en múltiples contrastes, como aquellos poderosos forte y su respuesta en los livianos y casi sutiles piano.

La sección final, con esa respiración que lleva al poderoso final, simplemente desató la euforia de los presentes que sin cansarse ovacionaron a una Filarmónicaen estado de gracia-, y a Paolo Bortolameolli, que empapado en sudor mostraba su satisfacción por la brillante jornada, luego a las pataditas de admiración del público, se agregaron las de la orquesta, manifestando así su respeto y admiración por el trabajo de la batuta.

La Filarmónica de Santiago y Paolo Bortolameolli reciben las ovaciones del público que colmó el Municipal de Santiago. foto Patricioi Melo

En la primera parte, se realizó el estreno absoluto de Nocturno del compositor nacional Miguel Farías, obra inspirada en los nocturnos de la sinfonía de Mahler, obra que consideramos muy bien orquestada, que logra colores, atmósferas y timbres, que desembocan hacia el final en un bolero, que irrumpe en el lenguaje mahleriano, en una fusión impactante. La versión fue cuidadosa, siendo recibida con entusiasmo por el público.

Gilberto Ponce (CCA)

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Elisa Álvarez
Elisa Álvarez
5 Años Hace

Asistí a la función de estreno,y muy de acuerdo con la crítica como casi siempre,fue un goce espiritual de principio a fin la ejecución de la séptima de Mahler,aunque todos los músicos tuvieron una ejecución sobresaliente,los bronces y las maderas,descollaron aún más .La dirección de Paolo Bortolameolli fue excelente,y demuestra cada vez ,progreso,preparación,entrega total y además carisma,me gustó mucho que dirija unas palabras al público para ilustrar sobre la obra.También hay que reconocer que la obra de Farias fue muy buen ejecutada,como tomó prestado lenguaje Manierismo,el resultado me agradó,no conozco otras obras del compositor,salvo El Cristo de Elqui que sólo podría decir que acepté parcialmente.Reconozco mi pica afinidad con la música actual en todo caso.Aplausos gigantes para la Filarmónica y Bortolameolli.

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