EL SUCESO DE LA NOVICIA REBELDE EN LAS CONDES.
El Teatro Municipal de Las Condes ha venido sorprendiendo desde hace un tiempo con una serie de producciones propias, con las que ha logrado señalado éxito, ahora luego de su exitosa puesta de la ópera La Traviata, estrena La Novicia Rebelde, Musical estrenado en 1959 producto del prolífico dúo conformado por Richard Rodgers y Oscar Hammerstein II, que después fuera llevado al cine con éxito mundial en 1965.
Las razones de tal éxito, se encuentran además de sus valores musicales, el poseer una historia basada en hechos reales en torno a la familia von Trapp, donde el Barón von Trapp, queda con 7 hijos al morir su primera esposa, para luego casarse con María una novicia de monja e institutriz de sus hijos, viéndose obligados a huir de su país al producirse la unificación de Austria con Alemania en tiempos del Tercer Reich.
El musical que se apresta a cumplir sesenta años desde su estreno, ha obtenido gran cantidad de premios en muchos países del mundo, pero sin duda, fue el film The Sound of Music, conocido en nuestro país como La Novicia Rebelde, el que le dio fama mundial.
Hemos visto dos funciones, y en ellas la respuesta del público fue invariablemente emocionada y con una larga ovación, las razones, creemos son numerosas y de variada índole; en primer lugar una cuidada y hermosa producción, que se debe sin duda al serio trabajo del equipo de Luis Fierro Producciones, (quienes han producido otros grandes éxitos) que en el aspecto visual se traduce en una escenografía que combina lo concreto con elementos audiovisuales factor que le da continuidad y fluidez al argumento, todo marcado siempre con buen gusto, a esto se debe sumar un apropiado vestuario; el haber escogido un elenco que reuniera tanto características actorales como en canto, pues este musical obliga por las exigencias de la partitura, que se deba cantar bien, y en este caso encontramos ejemplos notables; un certero conjunto instrumental que con sus catorce músicos fue un soporte singularmente sólido.
Y por último, la notable factura de una música que ha logrado que algunas de sus canciones estén en el inconciente colectivo, sumemos un libreto muy bien escrito que equilibra lo serio con el humor, sin dejar de lado lo dramático, pero todos los factores anteriores no habrían funcionado si no se hubiese contado con la dirección inteligente y asertiva de Eduardo Yedro, que logró manejar tensiones y progresiones dramáticas en forma natural en el afiatado elenco.
Un trabajo de gran nivel fue el realizado por el conjunto instrumental bajo la dirección Juan Edwards quien con musicalidad y gesto preciso los condujo tanto como acompañantes de las canciones como en los momentos a la manera de música incidental.
El elenco estuvo encabezado por Milagros Andaluz como María, la Novicia que llegará a ser la esposa del Barón, ella posee gran presencia escénica y una actuación de enorme naturalidad, su manejo vocal establece un puente entre en canto clásico para las partes agudas y aquel propio del musical, su simpatía y calidad vocal conquistan con facilidad a los espectadores.
Santiago Meneghello fue el Barón von Trapp, delineando muy bien al austero y a veces acartonado personaje, el que se humaniza durante el desarrollo, con el trabajo que María realiza con sus hijos, y por supuesto con su encanto personal; a pesar de no ser cantante, posee un timbre agradable, es afinado y las secciones agudas de su canto las realizó con prestancia y seguridad.
Las Madre Superiora de Cecilia Barrientos impone su formación musical con un canto que arranca ovaciones, siendo a la vez muy buena actriz, algo similar ocurre con las Hermanas que conforman un grupo afiatado y musical, entregando las características propias de cada una de ellas.
Los niños (Francisca Amstrong, Martín Leiva, Renata Leiva, Joaquín González, Mila Bouti, Francisca González y Valentina Alvear con Colomba Montenegro que se alternan como Greti) son estupendos actores y cantantes, su dicción es excelente, incluidas las más pequeñas que delinean su personaje con su propia personalidad, las ovaciones para ellos fueron justificadísimas.
Felipe Contreras hizo un muy simpático y algo estereotipado Max Detweiler el interesado empresario, también destacó la personalidad arrogante y antipática de la Baronesa Elsa, asumida por Catherine Mazoyer.
Agustín Molina y Pablo Medina se alternan como el Cartero nazi y el Barón Elberfeld, lo hicieron con prestancia vocal, muy buena actuación, mostrándose además como excelente bailarín Molina. Andrés Zara lleno de guiños fue un eficaz Mayordomo, y encantadora como el Ama de Llaves estuvo Angélica León que también es la Hermana Hildegard.
Felipe de la Cerda y José Miguel Callejas completan un elenco que no presenta baches, convirtiendo esta Novicia Rebelde en un verdadero suceso, que plantea serios desafíos a otras futuras producciones.
Sin duda el Teatro Municipal de Las Condes se ha convertido en uno de lo polos culturales de la capital.
Gilberto Ponce. (CCA)