CONCERTO KÖLN EN TEMPORADA DEL MUNICIPAL. (primera función)
El séptimo concierto de la Temporada 2012 de la Orquesta Filarmónica de Santiago, recibió como visitante, a uno de los conjuntos de mayor prestigio en la interpretación de la música del Barroco, nos referimos el Concerto Köln, que se presentó junto al barítono Matthias Goerne, el que además de abordar otros estilos, es un especialista en el repertorio de este período.
El conjunto que tiene como concertino a Markus Hoffmann, posee un cálido y bello sonido, afinación perfecta, fraseos y articulaciones coherentes y musicales, junto a una expresividad que a veces resulta un poco contenida.
Claro está que estamos hablando de niveles superiores; pero si se nos permite comparar la expresión de canto de Goerne, que responde muy bien a la expresión y por que no decirlo a la sensualidad del barroco, entonces sorprende la severa expresividad con que el conjunto aborda ciertos fragmentos.
Particularmente si analizamos la interpretación del Concierto para dos flautas, cuerdas y continuo de Telemann, en el que mostraron una vitalidad expresiva arrolladora, donde además Martin Sandhoff (traversa barroca) y Cordula Breuer (flauta recta) asombraron por la perfección en afinación, su musicalidad, fraseos y articulaciones, mientras el resto del conjunto, les acompañó en forma espléndida.
Sería demasiado injusto, no alabar la extrema musicalidad y perfección del continuo a cargo de Markus Märkl en clavecín y Jan Kunkel en viola da gamba, en particular este último, por la genialidad en sus complementos a los solos instrumentales, tanto como a los recitativos y arias de Goerne.
Perfecto resultó el Concerto Grosso, Op. 6 Nº 1 de Georg Friedrich Haendel, en sus diálogos del violín solista, que en sus partes a solo logró hacer cantar su instrumento; los contrastes y elegancia de la versión, contrapuesta con la energía de algunas secciones, la colocan en un alto nivel de perfección.
Ya comentamos algo del Concierto para dos flautas, cuerdas y continuo, en Mi menor de Georg Philipp Telemann, agreguemos el bello y diferenciado sonido de ambas flautas muy bien replicado por el resto, por ello fue posible escuchar nítidamente, cada frase de los solistas, tanto como las del continuo y el resto de las cuerdas.
Los solistas derrocharon virtuosismo y musicalidad, haciendo de cada uno de los cuatro movimientos un goce auditivo, el Presto y prestísimo finales provocaron une verdadero delirio en los presentes.
Martin Sandhoff y Cordula Breuer, volvieron luego con flautas rectas, para interpretar el Concierto Brandemburgués Nº 4 en Sol mayor de Johann Sebastian Bach, tan perfecto como la otra obra donde intervinieron, en este caso con un toque más austero, para ello contaron con la estupenda participación de Markus Hoffmann en violín, como el tercer instrumento solista.
El barítono Matthias Goerne, quien no puede desconocer su acercamiento al lied, enfocó la interpretación de las dos cantatas de Johann Sebastian Bach, con extrema expresividad, delineando cada palabra, haciendo uso de hermoso timbre, aunque con dificultades en las notas graves -no olvidemos las grandes exigencias de tesitura, que Bach le entrega a los bajo-barítonos-, no deja de llamar la atención que Goerne, marque el pulso con el pie, y que su expresión corporal sea intensa, pero estas características son sobrepasadas totalmente, con su exquisita musicalidad.
El acompañamiento del oboe y el continuo fueron de la más absoluta excelencia, tanto en la Cantata 56 como en la famosa 82 “Ich habe genug”, que recuerda en su primera aria, una de la Pasión según San Mateo, también debemos mencionar su expresiva progresión dramática, con la que llegaron a conmover.
El entusiasmo del público les hizo entregar un exquisito Vivaldi y otra aria de Bach, con un coral en el oboe.
Una visita que engrandece el escenario del Municipal.
Gilberto Ponce. (CCA)