ESTRENO DE LA PASSIO DE ARVO PÄRT EN LA UC. (04-04-16)
Víctor Alarcón, es un director muy inquieto, por ello siempre anda en busca de obras nuevas para estrenar, algo que generalmente realiza con su conjunto Concerto Vocale; en esta oportunidad, y con ocasión de las celebraciones de Semana Santa, estrenó de Arvo Pärt (1935), sin duda es uno de los compositores contemporáneos más importantes e influyentes, su Passio (Pasión de nuestro señor Jesucristo según San Juan), evento que se constituyó en un gran aporte a la cultura musical de nuestro país.
Esta obra, que se aleja del concepto barroco de las pasiones, pues no cuenta con arias ni coros a manera de comentarios, limitándose estrictamente al relato evangélico, fue escrita por Pärt para dos solistas, cuatro evangelistas (que cantan a solo o en conjunto), coro pequeño y cinco instrumentistas (violín, oboe, cello, fagot y órgano).
Partitura nada sencilla, reúne todas las características del compositor estonio, que a través del minimalismo, incluye tanto una mirada a la música arcaica, como a lo contemporáneo, en un relato ascético, en que las reiteraciones melódicas, como las de los esquemas rítmicos son frecuentes.
Alarcón, muy posesionado de la partitura, la condujo con pulcritud, ensamblando acertadamente al conjunto, pero a nuestro juicio, la faltó inyectar mayor sentido dramático al texto del evangelio de San Juan, que es más dramático que contemplativo, además consideramos, que si bien las pausas en la partitura son importantes, algunas de ellas nos parecieron excesivas, restando fluidez y progresión al relato.
Otro aspecto llamativo, fue que muchos momentos, no existió el balance suficiente entre las voces e instrumentos, particularmente con los evangelistas y con Pilato.
En lo referido a la dicción del latín, este fue sobresaliente en el personaje de Jesús cantado expresiva y musicalmente por Matías Moncada, quien posee una hermosa voz de barítono bajo.
En los evangelistas la fonética fue muy irregular, y vocalmente tuvieron mayor presencia la soprano Andrea Aguilar y el barítono Ramiro Maturana, el coro se mostró sólido, con algún momento precario en los agudos de las sopranos, mientras que su dicción fue irregular; en el caso de Pilato, el siempre profesional y estudioso tenor Rodrigo del Pozo, cantó casi en susurro, no sabemos si por indicación del director, transformando a Pilato, en un personaje más bien pusilánime y sin carácter.
Los instrumentistas, David Núñez violín, Camila del Pozo oboe, Héctor Méndez cello, Efraín Vidal fagot y Sebastián Camaño órgano, muy solventes y musicales, resolviendo muy bien frases, semifrases y silencios, solo con excesivo volumen en ciertos momentos.
En el Salón Fresno, del Centro de Extensión UC. donde se realizó la presentación, se contó con una puesta en escena de Miryam Singer, que consiguió fuertes efectos visuales, con una acertada y cambiante iluminación, que seguía el curso del relato, esta se fundía perfectamente, con el blanco de las túnicas de los cantantes, incluida la solemne capa de Pilato, y el negro de los instrumentistas y el director.
No obstante, un aspecto muy importante no logró ser bien resuelto, se trató de los sobretítulos, que apenas pudieron ser leídos por algunos de los presentes. (posteriormente supimos, que la lámpara del proyector se quemó, momentos previos al inicio de la presentación)
En todo caso, este factor, no empañó el positivo resultado final, en el que conjuntos de la UC entregaron a la comunidad, un estreno de la mayor importancia, bajo la dirección musical de Víctor Alarcón, y una acertada puesta en escena de Miryam Singer.
Gilberto Ponce. (CCA)