HOMENAJE A CLAUDIO MONTEVERDI POR LA UAH.

MADRIGALES DE AMOR Y GUERRA DE MONTEVERDI EN EL GAM.

El Departamento de Música de la Universidad Alberto Hurtado, se ha caracterizado por venir realizando con sus alumnos las más diversas propuestas musicales, algunas de ellas escenificadas, permaneciendo siempre una constante, un señalado buen gusto y ajustado estilo.

El Chambelán de la Corte del Duque de Mantua, junto a los cantantes que actuarán ante el Duque.

Uno de los campos abordados ha sido el de la música antigua, que suponemos seguirá desarrollándose en forma óptima, con la incorporación a la universidad del prestigioso y experto violinista barroco Raúl Orellana.

En el GAM, y participando en canto solo alumnos de la universidad, se presentó como espectáculo homenaje a Claudio Monteverdi, una selección de sus libros de Madrigales, Scherzi Musicali y un fragmento de L´incoronazione de Poppea, todo bajo el título Madrigales de Amor y de Guerra, los que fueron acompañados por un conjunto instrumental barroco La Consonancia, de estupendo cometido encabezado por su director Cristián Gutiérrez, tiorba, Raúl Orellana y Álvaro Carreño violines, Luciano Taulis viola da gamba y Felipe Arias clavecín, junto a cuatro bailarines actores (Magnus Rassmussen, Betania González, Jorge Carrasco y Paulina Vielma) incluyendo a un actor y una actriz (Marcela Sáiz y Rodrigo Carrasco), con una puesta en escena de responsabilidad de Gustavo Acevedo, actuando todos bajo la dirección musical de la talentosa Jessica Quezada.

Chambelán y cantantes en pleno ensayo de su espectáculo.

En un marco escenográfico barroco, con algunos elementos movidos por los mismos cantantes, una precisa iluminación y bello vestuario, se escenificó un ensayo para representación que se realizaría ante el Duque de Mantua; no olvidemos que a instancia de este Duque, fue que Monteverdi creo Orfeo, considerada la primera ópera de la historia.

El talento del joven grupo de cantantes se puso a prueba, pues cantaron de espaldas al grupo instrumental, haciéndolo con increíble precisión tomando en cuenta que algunas de las obras son de compleja polifonía, factor que revela acuciosos ensayos.

Uno de los dioses interactuando con las ninfas.

La puesta en escena mezcla en un todo armónico a un grupo de cantantes, que serán ninfas y pastores, junto a un grupo de bailarines actores, representando a dioses que influirán en los humanos, todos coordinados por el chambelán de la corte, rol a cargo de la actriz y creadora del libreto Marcela Sáiz, que logró algunos importantes aciertos, incluso se permitieron un guiño a la Comedia del Arte, con la inclusión de un personaje cómico en múltiples roles.

Dúo de amor, ante los pastores y ninfas, atrás en lo alto el conjunto instrumental.

A partir de este formato se construyó el hilo argumental, que inteligentemente fue contrastando madrigales en sus más diversas combinaciones, algunos enlazados por danzas (Orquesografía de Arbeau), utilizando todo el escenario, incluida la parte superior, donde además se instaló el conjunto instrumental.

La serie de madrigales fueron cantados por un total de siete intérpretes, Jade Berk y Stefanía Alegre sopranos, Francisca Aravena mezzosoprano, Víctor Muñoz contratenor, Christian Moscoso tenor, Franco Oportus barítono y Kevin Mansilla bajo, los que mostraron tanto en sus intervenciones a solo, como en las diversas combinaciones vocales una sólida preparación, no obstante destacaremos la musicalidad entrañable de Stefanía Alegre y Francisca Aravena, la solvencia vocal y escénica de Víctor Muñoz y la calidez vocal de Kevin Mansilla; Jade Berk fue de conmovedora expresividad en su fragmentos a solo y Franco Oportus aportó indudable musicalidad, creemos que el más novato fue Christian Moscoso, en quien se aprecia un hermoso material vocal, pero aún demasiado tímido en actuación.

El grupo de dioses.

Del mismo modo debemos destacar la musical solvencia del grupo en las obras a capella, donde además de cantar actuaban, en las otras que fueron acompañadas por instrumentos, el pulso era más identificable.

Sin duda se trató de un valioso aporte al conocimiento de uno de los grandes compositores de la historia de la música, el que fue vigorosamente aplaudido por los asistentes que reconocieron las virtudes de este trabajo universitario.

Saludo final, en primer plano Jessica Quezada, Dirección general, Gustavo Acevedo, Dirección escénica, Magnus Rasmussen, Dirección Danzas y Marcela Sáiz, Libreto y Chambelán, atrás cantantes y bailarines, arriba el Conjunto Instrumental dirigido por Raúl Orellana.

Gilberto Ponce. (CCA)

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Elisa Álvarez
Elisa Álvarez
7 Años Hace

No voy a entrar a analizar el concierto que con tanto acierto haces.Para mi fue una fiesta musical,me gustan mucho los materiales y hace mucho tiempo pude cantar algunos en el Coro de Cámara de la U de Chile y se lo difíciles que son.Esta agrupación se nota que trabaja muy bien y el resultado fue magnífico.A mi también me lo la atención que cantarán de espaldas al grupo orquestal ,una hazaña!!.Ojalá nos sigan dando conciertos tan buenos como este.Felicitaciones.

Cristián Gutiérrez
7 Años Hace

Estimado, mi nombre es Cristián Gutiérrez, soy laudista y profesor de la Universidad Alberto Hurtado. Simplemente quiero dejar constancia de que el grupo que acompañó a los madrigales de llama «La Consonancia» del cual yo soy el director oficial y al cual felizmente Raúl Orellana pertenece, entre otros músicos destacados del ambiente nacional, como Luciano Taulis en viola da gamba y Felipe Arias en clavecín. Creo que merece la pena esta aclaración formal debida probablemente a la falta de una investigación acuciosa, así como nombrar a los otros músicos implicados. Un saludo.

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