GRAN CONCIERTO SINFÓNICO.

 SIBELIUS ESPECTACULAR EN LA SINFÓNICA.

El segundo de los dos programas, que dirigió Michal Nesterowicz, a la Orquesta Sinfónica de Chile, en su temporada 2012, entregó al público una joya exquisita, nos referimos una obra  poco escuchada en nuestro país, la Sinfonía Nº 4 en La menor Op. 63 de Jean Sibelius.

Michal Nesterowicz. foto ost.es

En ella se confirmó, una vez más la maestría de Nesterowicz, así como la calidad de la Sinfónica, cuando se la conduce con sabiduría.

El programa en cuestión, mostró al menos en dos tercios, un eje fue oscuro y dramático, aunque la obra de Liszt, tampoco escapa del drama.

Franz Liszt adolescente. foto es.wikipedia

Precisamente, fue el Poema Sinfónico “Los Preludios” de Franz Liszt, el que inició el concierto, y que ha sido interpretado por la sinfónica en muchas ocasiones, como brillante final.

Por ello tal vez, fue objeto de una insuficiente cantidad de ensayos –por ser algo muchas veces visto-, lo que impidió que la enérgica versión de Nesterowicz se concretara plenamente; el director trató en varias ocasiones, sin conseguirlo, de apurar o intencionar frases, produciéndose en más de una ocasión, atrasos o adelantos en algunas familias que ensuciaron, una versión en la que los músicos, intentaron forzar sonidos, transformándolos ocasionalmente en estridentes.

En contrapartida, no podemos desconocer, aquellos logros en intencionalidad, que le otorgaron una cierta unidad.

Juan Pablo Villarroel. foto visionescriticas

Enseguida el Coro Sinfónico y la Camerata Vocal de la Universidad de Chile, que dirige Juan Pablo Villarroel abordaron el bellísimo “Nänie” de Johannes Brahms, canto fúnebre sobre textos de

Friedrich Schiller. foto time

Friedrich Schiller, compuesto en memoria de uno de los  amigos de Johannes Brahms.

Los coros cantaron con hermosas y timbradas voces, con gran intencionalidad dramática, destacando particularmente, sus bellos “piano”, que resultaron francamente conmovedores, al seguir los expresivos gestos de la batuta.

Las secciones extremas, las consideramos plenamente logradas, pero en la parte central, hubo algunas confusiones de pulso, y antes de entroncar con la parte conclusiva, se produjo, al menos en la función del viernes, una leve desafinación coincidente con un desajuste orquestal.

Coros Sinfónico y Camerata Vocal junto a la Sinfónica, con Nesterowicz en otra presentación. foto enterarte

No obstante, la magia indudable de la obra, y los valores de la interpretación, la recepción del público fue más bien discreta.

Jean Sibelius. foto uv.es

Se finalizó con una conmovedora versión de la Sinfonía Nº 4 en La menor, Op. 63 del finlandés Jean Sibelius, obra que plantea múltiples desafíos de interpretación, que a nuestro juicio, fueron salvados en forma magnífica.

Michal Nesterowicz. foto latercera

Su carácter hermético, seco, austero, con finales abruptos, silencios, y constantes cambios de carácter, producen un juego de contrastes que no da tregua, y obliga a los músicos a redoblar su atención, extremando la expresividad; mientras que al director le exige, un férreo control sobre el arco dinámico del total de la obra, así como los que constituyen cada una de su partes.

Graduar las progresiones, controlar el camino hacia los clímax; pero sobre todo debe adentrarse en el desolado mundo de las reflexiones planteadas.

El auditor, es sometido a un constante bombardeo de emociones, con las que inevitablemente termina comprometido; estamos hablando de la concreción del círculo mimético, entre el propósito del autor, y su recepción en el oyente.

Por ello, la sinfonía exige una entrega total, tanto de los intérpretes, como de aquellos que escuchan.

No creemos equivocarnos, al pensar que en la versión se cumplieron todas las condiciones anteriores, siendo esa la razón por la que el público –muchos de los cuales, la escuchaban por primera vez-, la ovacionó sin cansarse al finalizar.

Cada una de las numerosas intervenciones, de algunos instrumentos a solo, fueron soberbias, como olvidar la recurrencia emotiva del chelo solista, sin desmerecer a los restantes, asimismo destacaremos el hermoso sonido de las cuerdas, en una tarde de excepción.

Michal Nesterowicz, agradeciendo al público. foto emol

Pero lo más importante, fue el compromiso que logró Nesterowicz de cada miembro de la orquesta, en un desempeño, que debe llenar de orgullo a las autoridades del CEAC y de la Universidad.

Fue uno de esos momentos estelares de la Sinfónica de Chile, dirigida por Michal Nesterowicz.

Gilberto Ponce. (CCA)

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Jaime Torres
Jaime Torres
12 Años Hace

Gilberto:
100% de acuerdo. Diría que fue una versión casi de ANTOLOGÍA por estos lados.
Averigüé, y me confirmaron que la Cuarta de Sibelius se trató de un estreno en Chile. Lástima que no se consignó en la información del CEAC. Lamentablemente hay mucha desinformación de obras que han sido estreno en nuestro país, y nada se dice. Por ejemplo, en JEUX, que si bien no estoy ciento por ciento seguro, pero todo indica que se trató de un estreno, pero nada se dijo, a los más que era un estreno para la Filarmónica, pero no se precisó que era para Chile.
Un cordial saludo,
Jaime Torres Gómez

Margaret Venegas
Margaret Venegas
12 Años Hace

Echo de menos la crítica/opinión sobre el concierto del 4-5 de mayo de la Sinfónica, con un Nänie de Brahms que al decir de muchos fue bellísimo……….

Margaret Venegas
Margaret Venegas
12 Años Hace
Responder a  Margaret Venegas

Disculpa, parece que estaba viendo una versión atrasada de Visiones Críticas…
Me retracto de mi comentario anterior.

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