REESTRENO DE MISA DE CAMPDERRÓS EN LA CATEDRAL.

GRUPO CÁMARA BOECIO QUIJOTES DE LA MÚSICA.

Si las Artes fueran el motor del mundo, no cabe duda que este sería mucho mejor, de lo que apreciamos hoy en día; aún más, si este Arte es desinteresado en lo personal, pero muy dadivoso con los demás.

Es así que, en una de esas raras iniciativas gratuitas, nos encontramos con el “Grupo Cámara Boecio” que lleva como epígrafe (del espíritu de la música), que lidera Ricardo González, violinista de la Sinfónica, quien aunando el deseo de varios interesados, reúne en forma frecuente, a un grupo de músicos, algunos de ellos, compañeros sinfónicos, junto a un grupo de solistas vocales y cantantes fogueados, que conforman el Coro.

Sección Instrumental del Grupo Cámara Boecio, primero a la derecha su director Ricardo González. foto musicantiguachile
Sección Instrumental del Grupo Cámara Boecio, primero a la derecha su director Ricardo González. foto musicantiguachile

Es así que están desarrollando un interesante labor, a través de un ciclo de conciertos, centrados en el barroco, a los que ahora agregan la difusión y rescate del patrimonio musical chileno; culminando con un concierto realizado en la Catedral de Santiago, recinto que está acogiendo en su bella arquitectura, a diversos conjuntos, para que ofrezcan a la comunidad conciertos y recitales, muy a la manera europea, en los que la actividad musical es frecuente y de gran relevancia.

Interior de la Catedral Metropolitana de Santiago, lugar del concierto. foto wikipedia
Interior de la Catedral Metropolitana de Santiago, lugar del concierto. foto wikipedia

En este concierto, el Grupo Cámara Boecio, reestrenó, pues su estreno ocurrió en un concierto en memoria de Guillermo Marchant, en Viña del Mar el 2009, dirigido por Mario Brignardello, la Misa a Cuatro en Mi mayor, para violines, oboes, bajo continuo y órgano, de José de Campderrós, quien fuera Maestro de Capilla de la Catedral de Santiago, entre 1793 y 1811; en este lugar Campderrós estrenó una gran cantidad de obras religiosas, entre ellas, esta Misa en Mi mayor y la Misa en Sol, cuyo estreno en la misma Catedral, en la década de los 70, fue bajo la dirección de Fernando Rosas, junto a la Orquesta de Cámara y Coro de alumnos del Instituto de Música de la UC.

Esta Misa, es el producto del trabajo de los musicólogos Alejandro Vera y Guillermo Marchant, y en cuanto a estilo, posee las características ya mostradas en la Misa en Sol; como son la Introducción instrumental (casi se puede hablar de obertura), de carácter casi festivo, así como las elaboradas arias para los solistas vocales, de gran dificultad técnica, con exhaustivos ornamentos barrocos, y muy exigentes en tesitura; del mismo modo en el Coro, las sopranos son muy exigidas en agudos y graves, abusando un poco de los graves en la cuerda de bajos; factores que hacen pensar en que la calidad vocal de los cantantes y solistas, de esa época era bastante buena; sabido es que, los autores escribían pensando en los cantantes con que podían contar.

Grupo Cámara Boecio, Coro y Orquesta en otro concierto. foto youtube
Grupo Cámara Boecio, Coro y Orquesta en otro concierto. foto youtube

Sin duda, lo más valioso de este evento, fue el estreno de esta Misa, que interpretó entre dos obras de Antonio Vivaldi, en un interesante contrapunto, todas bajo dirección general de Miguel Ángel Castro.

La Misa de Campderrós, dio cuenta de un serio trabajo de estudio y ensayos, tanto en el conjunto instrumental, como en el coro, que solamente este se vio un tanto inseguro, en el hermoso “Qui tollis” y poco perfilado en el “Domine Deus”, en contrario, grandes triunfos obtuvieron en el “Kyrie”, partes del “Gloria”, el “Cum Sancto Spiritu”, tanto como en el sólido “Sanctus”, y en el hermoso y breve “Agnus Dei”.

Solistas en la obra fueron la soprano Doris Silva, que cantó con poderosa y bella voz el “Laudamus te”, solo debiera corregir algunos aspectos del fraseo, pues eso le lleva a atrasar el tempo, en algunas secciones.

Alan Oporto, cantó el aria para barítono “Quoniam tu solus Sanctus”, pero su hermosa voz tiene poca proyección, por lo que su ubicación detrás de orquesta, tanto como la baja tesitura de la partitura le desfavorecieron.

El Grupo Cámara Boecio y público en otro concierto. foto youtube
El Grupo Cámara Boecio y público en otro concierto. foto youtube

De las obras de Vivaldi, que abrieron y cerraron el concierto, creemos que al “Stabat Mater”, le faltaron ensayos, se notó algo desajustada la orquesta de cuerdas, siendo la versión con escasa tensión musical, además, la mezzosoprano Claudia Cabrera, que tiene bonito timbre, fue casi inaudible, debido a su escasa proyección vocal, y la ubicación detrás de la orquesta.

Antonio Vivaldi. foto visionescriticas
Antonio Vivaldi. foto visionescriticas

En contraste, muy sólido fue la obra de cierre “Lauda Jerusalem”, para dos sopranos, doble coro y orquesta, aquí voces e instrumentos lucieron toda su potencialidad y musicalidad, gracias a la estupenda factura del compositor, mientras que las dos solistas Doris Silva y Valentina González, cantaron muy en propiedad sus complejas partes, mostrando todas sus condiciones musicales. La obra, fue solventemente dirigida por Miguel Ángel Castro.

Un estimulante concierto, que muestra como el interés por la música, ha congregado a un grupo de profesionales músicos, bajo el liderazgo de Ricardo González, para realizar un generoso e importante aporte, a la vida musical de nuestro país.

Gilberto Ponce. (CCA)

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