DON PASCUALE EN FESTIVAL DE ÓPERA.

CHISPEANTE DON PASCUALE DE DONIZETTI, DIVERSIÓN DE LA MEJOR CALIDAD.

“Miryam Singer no tiene límites en creatividad, a pesar de contar con presupuestos ínfimos”, ese fue el comentario al finalizar el estupendo estreno de “Don Pascuale” la genial ópera de Gaetano Donizetti.

El comentario aludía, al hecho de realizar ópera al más alto nivel, en un lugar que no reúne las condiciones necesarias para hacerlo, nos referimos al Centro de Extensión UC, de la casa central de esa casa de estudios, entre otras cosas, no tiene foso, escenario con techo bajo sin profundidad, mejor ni hablemos de iluminación, pero así y todo, esta gestora musical se las ha arreglado, para montar y presentar en ese mismo lugar, espectáculos que son recordados como verdaderos hitos.

Esta ópera que dio inicio al “Segundo Festival de Ópera” congrega como organizadores a las universidades, Pontificia Católica de Santiago, U de Chile, U de Santiago de Chile, U de Talca y la U de la Serena y contó con el auspicio del Fondart.

Pascuale y Malatesta.

Puesta en Escena.

En un escenario de dos plantas se diseñaron las habitaciones y el jardín de la casa de Don Pascuale, cada lugar se cubría o despejaba con paneles de corredera, otorgándole agilidad a la trama, utilizando también la parte externa al borde la orquesta, para escenas de enlace;  paneles y algunos espacios, fueron hábilmente utilizados en la actuación de los personajes secundarios que: observan, intrigan, discuten, etc. a veces vertiginosamente recurriendo incluso a gags, con alusiones a personajes de historieta; el vestuario se convierte en un aliado perfecto. Claro está que ninguno de los elementos anteriores, habría surtido efecto sin la inteligente régie, que perfiló cada personaje y acción minuciosamente, consiguiendo momentos francamente hilarantes.

Un detalle entre muchos notables, la nube en uno de los costados de la casa, en la que se proyectaban los sobre títulos.

Cantantes.

Esta ópera necesita, muy buenos cantantes y excelentes comediantes, afortunadamente en esta oportunidad, compartieron el escenario tres de los mejores de nuestro país, que se encuentran en la plenitud de sus condiciones.

Malatesta y Norina

A la cabeza estuvo el notable Ricardo Seguel como «Don Pascuale», impecable en lo vocal, demostrando un conocimiento acabado, tanto de la partitura como del carácter del personaje, haciendo en lo teatral, una genial creación de este viejo con ínfulas de joven conquistador, el pobre caerá en manos de “Norina” cantada por Patricia Cifuentes, quien en su primera intervención se dio el lujo, de cantar  acostada en su cama, con los pies sobre el muro mientras leía despreocupadamente una revista, luego se convertirá en la astuta que conquistará al viejo Pascuale, para volverlo loco, y así  casarse con su verdadero amor, posteriormente -falsamente casada con Pascuale-, se transforma en una “Crisanta” sacándolo de quicio con sus mil caprichos.

La soprano, en óptimas condiciones vocales y como comediante, pasó por todos los escollos que plantea Donizetti, que no son pocos, y encarnó genialmente su personaje conquistando completamente al público.

Ernesto y Pascuale.

El cínico «Dr. Malatesta» fue cantado estupendamente por Patricio Sabaté, en una caracterización en la que derrochó gracia, yendo desde el astuto embaucador de Pascuale, hasta el bonachón que solo quiere ayudar a “Norina” y “Ernesto” en sus planes matrimoniales.

Debiéramos destacar los mayores logros de estos solistas, en virtud del espacio mencionaremos los conjuntos, y el endiablado dúo Pascuale, Malatesta por su virtuosismo vocal y genial actuación.

Iván Rodríguez fue «Ernesto», quien a pesar de su hermosa voz, estuvo muy lejos de las expectativas que generaron sus primeras presentaciones, no observamos progresos en lo vocal, a veces se le escuchó en el límite vocal, y su actuación continúa muy débil, quisiéramos verle en toda la potencialidad que sin duda posee.

El breve del “Notario” fue actuado estupendamente y cantado correctamente por Guillermo Valdés.

Con gracia exquisita, los personajes “mimos” fueron el complemento perfecto, actuando a la manera de la “Comedia de Arte” ellos fueron: Eduardo Rojas “El Peluquero”, Grete Bussenius “Niña de mano” y Catalina Amenábar como “El mayordomo”.

La Orquesta Sinfónica Nacional Juvenil dirigida por su titular José Luis Domínguez, se sumó a la comedia, dando muestras de enorme profesionalismo, evidente entusiasmo –incluso sonreían mientras tocaban-, conociendo muy bien el contexto de la ópera, tal vez se podrá pedir, que toquen más liviano de acuerdo al estilo, pero son jóvenes, ya lo conseguirán, por ahora basta con su emocionante entusiasmo y musicalidad.

Domínguez guió alertamente a sus músicos y cantantes, mostrando gran solvencia y madurez.

El “Coro de Estudiantes UC” (director Víctor Alarcón) no solo cantó muy bien, además actuó con gracia y soltura.

Las ovaciones señalan que este espectáculo merecía más funciones, debido a su indudale calidad, cuya gran responsable es Miryam Singer.

Gilberto Ponce. (CCA)        Fotos gentileza IMUC.

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