RECORDANDO A JOHANN SEBASTIAN BACH.
En la Iglesia Luterana de calle Lota, el Syntagma Musicum que dirige Alejandro Reyes realizó un recital con obras de Johann Sebastian Bach para celebrar el aniversario Nº 326 del compositor, que se cumplía justamente ese día (21 de marzo).
El conjunto se especializa en música antigua y está integrado por seis instrumentistas y dos cantantes: la soprano María José Brañes y el tenor Gonzalo Cuadra; pertenece a la Universidad de Santiago pero sus componentes integran también agrupaciones de otros organismos de la capital.
Este cumpleaños tenía un sabor especial para quienes admiramos al genio nacido en Eisenach, pues recién la semana pasada el diario «The New York Times» había publicado el resultado de un trabajo encomendado a su crítico Anthony Tomassini en enero de 2010, consistente en elaborar el listado de los diez mejores compositores de todos los tiempos, con exclusión de quienes estaban en actividad.
El crítico demoró un año en hacer esta tarea ,para la cual consultó centenares de opiniones, determinando que el mejor era Johann Sebastian Bach por variadas razones (lo siguen Beethoven, Mozart, Schubert y otros.). Para muchos el N.Y.Times es el mejor periódico del mundo y la tremenda importancia que da a las artes, en especial la música clásica, hace que este reconocimiento equivalga a la Academia Sueca otorgando el Premio Nobel.
¡ Bien ! decimos los bachianos, aunque como sucede con las selecciones habrá disconformes y surgirán otras listas, pero será difícil igualar la categoría del diario y de su respetado crítico.
Quizás por ello, esperábamos una celebración especial de cumpleaños que no se produjo. A los asistentes les agradaron el programa y las interpretaciones cumpliéndose así el objetivo de acercar a Bach a los melómanos. Los cantantes interpretaron partes de cantatas con buen estilo y los instrumentistas mostraron solidez, pero faltó algo tan básico, como la impresión en una hoja de las obras a tocarse y el nombre de los intérpretes de las mismas. Hubo explicaciones verbales a cargo de un presentador, pero daba por sentado un conocimiento previo de la producción barroca -que cada vez es más escaso -y aludía a detalles a veces extravagantes como que un supuesto uso de la numerología aumentaba la calidad del compositor.
El recital cerró con el excelente violinista Hernán Muñoz tocando la Partita N° 2 para violín solo. La sorpresa fue escuchar la ciaccona final con el concurso de ambos cantantes interpretando al mismo tiempo corales que una investigadora dice, sirvieron de base para la obra. Fue del agrado del público, pero este crítico hubiera preferido la ejecución de alguna cantata completa y esta partita tal cual la compuso Bach.
Sergio Escobar. (CCA)