ALFREDO SAVIA EN LA SINFÓNICA.
El variado programa que presentó la Orquesta Sinfónica de Chile, en su décimo sexto programa, permitió conocer al interesante director estadounidense, Alfredo Savia, quien demostró una gran versatilidad, muy buen manejo orquestal, así como transitar con facilidad por variados estilos.
“Fusion Point” del joven compositor chileno Miguel Farías Vásquez, abrió el programa, la partitura atrae la atención del público, gracias a su excelente orquestación, que es un eficaz vehículo para mostrar un interesante mundo sonoro, logrado a través de los más variados recursos, entre ellos, lo atonal o bien la repetición de ciertas fórmulas rítmicas y melódicas, otorgándole unidad a la obra.
Es muy inteligente el uso del material utilizado, en lo relativo a timbres, colores y contrastes dinámicos, que permiten captar la atención constante del oyente. La dirección de Savia supo extraer los mejores valores de la partitura, logrando una respuesta entusiasta del público.
Luego Carlos Pérez, notable guitarrista chileno, de larga carrera internacional, pasó a interpretar el “Concierto para una Fiesta” de Joaquín Rodrigo, obra que no es representativa de lo mejor del famoso autor del “Concierto de Aranjuez”.
A pesar de las alusiones a esa obra maestra, sus reiteraciones terminan por agotar la atención, no obstante, la cuidadosa dirección de Savia, logró un sonido transparente de la Sinfónica, así como partes muy logradas de las diferentes familias.
En cuanto al solista Carlos Pérez, ya desde los primeros acordes demostró gran musicalidad y estupenda técnica, además de una digitación impecable, sin realizar nunca alargues de tempi, en aquellos pasajes que exigen virtuosismo.
Su complementación con Savia llevó la obra a niveles muy altos, con fraseos exquisitos, jugando diestramente con los contrastes dinámicos, destacaremos el segundo movimiento “Andante calmo” que posee un aire de “nocturno”, allí los diálogos de la guitarra con el corno inglés y el fagot, fueron de gran belleza.
El “Tango” que ofreció Carlos Pérez como encore, fue de tal perfección que logró ovaciones del público.
La segunda parte se inició con una hermosa y muy expresiva versión de “I Crisantemi” de Giacomo Puccini, que permitió aquilatar la calidad y bello sonido de las cuerdas.
Finalizaron con una estupenda versión de la “Sinfonía N° 4 en La mayor, Op. 90” de Félix Mendelssohn, el director consiguió de sus músicos, además de un hermoso sonido, gran perfección rítmica, y momentos de verdadero virtuosismo, a pesar de velocidad que le imprimió Savia a tres de sus cuatro movimientos.
El director hizo “cantar” tanto a las familias instrumentales, como a aquellos en sus partes a solo, creemos que fue una gran versión, de una de las obras más luminosas que se han escrito.
Captó muy bien el carácter de cada una de sus partes, logrando descripciones casi pictóricas, en el “Andante con moto”.
La orquesta, siguió atentamente cada una de las indicaciones de Alfredo Savia, en cuanto a contrastes, perfecto fraseo y articulaciones de gran calidad, logrando dejar al público absolutamente eufórico.
Gilberto Ponce. (CCA)