ORELLANA y ORLANDINI o LA EXCELENCIA DE LA GUITARRA.
No se equivocó la gran cantidad de público que llenó las plateas baja y alta del Teatro de la Universidad de Chile, al concurrir al concierto ofrecido por el dúo de guitarras compuesto por Romilio Orellana y Luis Orlandini, dueños del más absoluto prestigio y respeto, gracias a su profesionalismo, musicalidad y virtuosismo.
La ocasión sirvió para el lanzamiento de una ambiciosa gira internacional, que les convertirá en embajadores musicales de Chile, en países de Asia, América, Europa y Oceanía. Si bien conocíamos de su experticia, el concierto confirmó el concepto de encontrarnos frente a dos artistas, que se encuentran más allá de técnica, es decir, solo avocados a entregar la mejor interpretación.
Otro aspecto de gran interés, es la incorporación de obras de compositores latinoamericanos y chilenos en su repertorio, de hecho en esta presentación, se llevó a efecto el estreno mundial de una obra de Juan Antonio Sánchez.
Nada de sencillo resulta pensar en una versión para dos guitarras de la Obertura de la ópera “El Barbero de Sevilla” de Rossini, que logró brillantemente el compositor Mauro Giuliani, en su transcripción para dos guitarras, que abrió el programa, en ella ambos artistas se adentraron en su espíritu y carácter, haciendo creer en algunos momentos, que la obra había sido escrita para esa combinación instrumental, este fue el primero de los grandes logros del concierto.
La exquisitez de los fraseos mostrados en Rossini, se confirmaron en las “Tres piezas Mexicanas” de Manuel Ponce, que rescatando lo popular, nos trasladan desde la suave melancolía de la primera, hasta el carácter danzable de la última de ellas, pasando por el ejemplo de progresión dinámica de la segunda.
“Trastocada” del chileno Javier Farías, es una obra
muy hermosa, desafiante y anclada en raíz folclórica, en ella los recursos de la guitarra son explotados ampliamente, incluye dos momentos a manera de “cadenza” para cada uno de los solistas, Orellana y Orlandini evidenciaron un total conocimiento, de una obra muy exigente, en la que derrocharon musicalidad.
Toda la gracia y ritmos brasileros, aparecen en los dos fragmentos de la “Suite Retratos” de Radamés Gnatalli que llevó a los intérpretes por los caminos de la “saudade” y la danza brasilera.
El viaje continuó, por lo más clásico del repertorio para guitarra, a través de la transcripción de Llobet y Pujol para “Córdova y Castilla” de Isaac Albéniz, interpretada en estilo, con enorme sensibilidad, y perfecto afiatamiento en sus cambios rítmicos y articulaciones.
El estreno mundial del chileno Juan Antonio Sánchez, nos mostró una obra en un lenguaje ecléctico, cercano al neo romanticismo, que recuerda a Piazzolla en el “Rin del adiós” , mientras que en la “Sirilla del nuevo día” indaga en aspectos más contemporáneos, en un interesante desarrollo, la alegría de Sánchez, al finalizar la estupenda interpretación, confirmó la seriedad del dúo al enfrentar obras nuevas.
“Tango Suite” de Astor Piazzolla sirvió para ratificar una vez más la excelencia de Luis Orlandini y Romilio Orellana, que resolvieron brillantemente todos los desafíos técnicos de la compleja obra con que cerraron su presentación.
Ante los insistentes y calurosos aplausos, ofrecieron una entrañable versión de la Tonada tradicional, “La Palomita”.
Gilberto Ponce (CCA)
Estuve en ese concierto. Coincido plenamente con lo escrito por el señor Ponce. Fue un concierto fantástico