BRILLANTE DIDO Y ENEAS EN EL GAM.

DIDO Y ENEAS POR EL DEPARTAMENTO DE MÚSICA DE LA UAH.

Desde su nacimiento, el Departamento de Música de la Universidad Alberto Hurtado, ha venido ofreciendo una interesantísima programación, en la que no ha obviado la ópera, siempre con producciones que se han convertido en un aporte cultural de gran valor.

Es así que ahora, en el GAM, presentó una estupenda versión de la hermosa ópera Dido y Eneas de Henry Purcell, obra que a pesar de su brevedad, ofrece una buena cantidad de dificultades, las que van desde lo musical hasta en su puesta en escena, debido a que fue concebida como ópera-ballet, o bien pantomima en los interludios, con una constante participación coral y una fluida participación de los solistas vocales; y todo necesariamente enmarcado de un sólido acompañamiento instrumental.

Consideramos que gran parte del éxito de esta ópera, radica en la parte musical a cargo de Paula Torres, directora del espléndido Coro de Cámara de la Universidad Alberto Hurtado y del conjunto instrumental, del que solo podríamos objetar, uno de los imponderables, la afinación no siempre justa de las cuerdas bajas, algo que no incidió para nada en la musicalidad general, que fue en todo momento certera en estilo, con fraseos impecables, tanto como en articulaciones e intencionalidades.

El Coro de Cámara, deslumbró por su hermoso sonido, en una potente y sensible interpretación, no podemos soslayar el cambio de emisión, para aquellas partes, donde cantan como brujas, un acierto sin duda, que no siempre se realiza.

En una apuesta minimalista, solo en el apoyo de la llamada escenografía lumínica, con algunos aciertos estupendos, se logró crear los diversos ambientes, necesarios para las variadas escenas; en ese espacio trabajó como Director de Escena y Coreográfico, José Vidal, cuyo trabajo, fue de notable unidad, con bailarines, solistas vocales y coro, logrando crear un continuo dramático, a través de una poderosa progresión.

El reducido espacio, produjo solo un par de muy pequeñas y fugaces aglomeraciones, pero manejó con propiedad, el discurso dramático de solistas y coro, mientras que las coreografías, fueron coherentes en estilo, a pesar de su modernidad, radicando en ello su éxito.

Si bien, su trabajo pareció intenso con los solistas, estos respondieron según sus capacidades actorales, resultando no siempre muy convincentes.

En todo caso, estamos hablando de un nivel, en el que la mayoría, aún son estudiantes.

El diseño de vestuario, conceptual, con pequeñas pero importantes variaciones, en su atemporalidad, ayudó al marco general.

Elena Pérez, cantó como Dido, ella posee una muy hermosa voz, debiendo necesariamente trabajar en expresividad, pues esta es más bien plana, por ello, aunque su gesticulación describía muy bien el drama, especialmente en su última aria,  la necesaria expresión vocal, no se produjo, restando dramatismo a su despedida, una de las partes más hermosas de la ópera.

Eneas fue cantado por Pablo Oyanedel, con su bello material vocal de barítono, en el que aplicó tal vez, demasiada vehemencia para el estilo, no obstante, su actuación fue demasiado apolínea, restándole convicción expresiva.

Claudia Lepe, fue una extraordinaria Hechicera, de impresionante material vocal, y potente actuación, fue una gran triunfadora, siendo muy bien secundada por las dos Brujas, Paulina Navarro y Jeanette Pérez, geniales en las burlas.

Muy hermosa es la voz de Virginia Barrios, y actúa con bastante propiedad, pero creemos que debiera trabajar, la expresión en el canto, pues no realizó la necesaria evolución dramática vocal de su personaje.

Muy adecuado y solvente fue Igor Hernández, como Marinero y Espíritu.

Queremos reafirmar que las objeciones planteadas, no empañan en absoluto el éxito global de este Dido y Eneas, solo las hacemos considerando los talentos y condiciones vocales, que presentan los cantantes aludidos, los que superando aquellos pequeños inconvenientes, bien les pueden llevar a obtener, grandes éxitos.

Dido y Eneas de Henry Purcell, fue una reconfortante experiencia, cuya producción debe enorgullecer a la Universidad Alberto Hurtado, y su Departamento de Música, por la suma de logros mostrados en el escenario.

Gilberto Ponce. (CCA)