BASTIÁN Y BASTIANA, UNA HERMOSA EXPERIENCIA JUVENIL.
Que el ambiente artístico chileno se mueve, no cabe la menor duda, la constatación está en el hecho que en todas partes de nuestro país, surgen valiosas iniciativas, muchas de ellas, a cargo de jóvenes; esto contradice a los que dicen: todo se mueve solo en función de la economía y el pragmatismo.
En este espíritu se presentó en la Sala América de la Biblioteca Nacional, un juvenil Bastián y Bastiana, el singspiel (ópera con textos hablados), escrito por Wolfgang Amadeus Mozart, a la edad de doce años, obra que ya reúne, muchas de las características que marcarán su estilo.
Lo valioso en este tipo de actividad, es que obliga a jóvenes cantantes, a subirse a un escenario, y medir en vivo, cuales son sus reales capacidades; bien se sabe, que una cosa es estudiar canto, y algo muy diferente, es hacerlo arriba de el, y sobre todo tratándose de una pequeña obra maestra.
En esta oportunidad, tres jóvenes, en diversos estadios de preparación, abordaron el singspiel, una soprano Camila García, ya egresada; otro, el barítono Nicolás Aguad, en plena carrera de composición, pero teniendo canto como electivo ya en 5º año, y un tercero, el tenor Martín Aurra, en el inicio de sus estudios, va en tercero de los nueve; y lo sorprendente, que guardando las proporciones, el resultado fue de enorme calidad, debido al total involucramiento de cada uno de ellos en la trama. Sin duda que el trabajo, que viene realizando su maestra Lucía Gana con ellos, está dando los mejores resultados.
La règie de Lucía Gana, resultó graciosa y eficiente, sobre considerando, el reducido espacio, del escenario de la Sala América, que además debieron compartir con el cuarteto de cuerdas, que les acompañó.
El vestuario de Grete Bussenius, sencillo y vital en colorido, con una varita mágica para Colás, de simpático resultado.
Camila García la soprano que cantó Bastiana, no solo lo hizo estupendamente, y con bella voz, ya que fue extremadamente musical, y si a ello agregamos que tiene mucha prestancia en el escenario, creemos que tendrá una gran carrera.
Martín Aurra, fue Bastián, considerando el momento en que se encuentra en sus estudio, salvó con musicalidad su rol, debido a que posee un hermoso timbre; pronto tendrá una mayor naturalidad en su actuación, pues tuvo momentos excelentes.
Hermoso timbre, con posibilidades de llegar a ser un buen bajo, tiene Nicolás Aguad, que interpretó al brujo Colás, es evidente en él, su gusto por la actuación, siendo además bastante talentoso y musical.
El Cuarteto de Cuerdas (Belén Carrasco y Pamela Roja, violines I y II, Monserrat Fortes viola y Gabriel Barros violonchelo) de muy correcto desempeño, fue dirigido por Christian Lorca, quien mostró un cabal conocimiento de la obra, manejando pulso y tempo con gesto claro, solo en el cuarto final de la obra, la afinación del conjunto, se resintió, tal vez debido a una mezcla entre cansancio y el calor del escenario.
El público que colmó el recinto, aplaudió largamente, una producción que debiera presentarse en muchos lugares, como una buena forma de promover la ópera, realizada estupendamente por elencos jóvenes.
Gilberto Ponce (CCA)
Muchas Gracias maestro por su crítica tan esencial. Realmente somos un equipo profundamente dedicado a nuestro Arte.
Saludos Fraternos.