BARBERO DE SEVILLA ESTELAR, CON LUCES PROPIAS.
En la exitosa puesta en escena de la ópera de Gioacchino Rossini, El Barbero de Sevilla, que se está exhibiendo en el Teatro Municipal, correspondió ahora la presentación con el elenco de la llamada Ópera Estelar, que en general reúne a cantantes nacionales.
Lo primero que debemos destacar, es lo parejo en cuanto a calidad vocal y actoral de ellos, conformado en esta oportunidad solo por cantantes chilenos.
Cada uno de ellos, fue más allá, pues se convirtió en el personaje representado, interactuando estupendamente con el resto y con los figurantes, cuyo excepcional desempeño, merecería su inclusión en el programa; lo de ellos es una verdadera coreografía, expresiva y rigurosamente interpretada, convirtiéndose en discretos o presentes cómplices de la acción, no olvidemos, que incluso realizan labores de tramoyistas, incorporando o retirando elementos del escenario, hasta girando la escenografía, la ovación que reciben luego de cada función, es la respuesta a su excelente trabajo.
La dirección musical correspondió a José Luis Domínguez, quien partió en forma bastante energética, algo que fue diluyendo durante el desarrollo, recayendo toda la chispa argumental, en la pericia de los cantantes, no obstante su alerta dirección permitió superar musicalmente algunos pequeños desajustes de pulso, en algún concertato.
En todo caso, no podemos desconocer, que fue factor importante en el éxito logrado por este elenco.
La respuesta de la Orquesta Filarmónica de Santiago, fue de gran nivel, con algún accidente en un corno, durante la obertura, y alguna esporádica desafinación entre las cuerdas y maderas.
El elenco fue encabezado por el barítono Patricio Sabaté, en la plenitud de sus condiciones vocales, espléndidos agudos, sólido en el centro, gran manejo de coloraturas, que en su caso no son de gran dificultad; y genial en el aspecto actoral, su Fígaro no solo es simpático, conquista desde su entrada a los espectadores, posee indudables dotes de comediante. Sus momentos más brillantes, el aria Largo al factotum, el dúo con el Conde, relativo al poder del oro en la gestación de ideas, y en todos los concertatos.
La Rossina que canta Evelyn Ramírez, tiene momentos graciosísimos, al contrastar a la muchacha que finge ingenuidad, con aquella de armas tomar, que sabe sin duda alguna lo que desea conseguir, es una gran actriz; recordemos: Una voce poco fa, el aria de La inútil precaución, entre otras; su cálida voz, de timbre muy parejo, a lo que suma sólidos agudos y sorprendentes coloraturas, le llevaron a conseguir grandes ovaciones.
El Conde de Almaviva, fue cantado por el joven tenor Exequiel Sánchez, que es dueño de una hermosa voz, aún pequeña en ocasiones, que si embargo corre con facilidad, es muy musical, de impecable afinación y gran facilidad en las coloraturas, como actor se desplaza con naturalidad en el escenario, su desdoblamiento como el Soldado borracho y como Don Alonso, le muestran como un gran comediante; en la escena como el borracho soldado, su voz fue demasiado pequeña, pero en la serenata y la canzonetta del comienzo, el dúo con Fígaro, y su segundo acto fueron brillantes.
El barítono Sergio Gallardo fue Don Bartolo, espléndido en la gesticulación del viejo personaje, su rostro dice todo lo que canta, la escena de reanimación del loro, tanto como aquella con Don Alonso, geniales; tal vez debiera acentuar más su caminar como viejo para completar el personaje, su aria, que canta reconviniendo a Rossina, fue genial en sus dos partes, la cantábile y la sección rapidísima en trabalenguas, que fue simplemente notable.
La caracterización que Ricardo Seguel hizo de Don Basilio, colmó todas las expectativas, a sus brillantes condiciones vocales, de extrema musicalidad, agrega una formidable actuación gestual y corporal, donde sus ojos juegan un papel fundamental; a pesar de lo intrigante, sibilino y tortuoso, su personaje, logra gracias a su desempeño, no ser odiado por el público, que más bien goza con cada una de sus acciones.
Berta, fue cantada con gran voz por Paola Rodríguez, confirmando sus condiciones como actriz, su breve aria, ganó grandes aplausos.
Cristián Moya, fue Fiorello, lo hizo muy bien en los vocal, pero lo encontramos un tanto forzado como actor.
Carlos Guzmán, reeditó la buena actuación que realizó con el elenco internacional. El Coro del Teatro Municipal, cantando estupendamente y gozando con su actuación.
Gran función largamente ovacionada por el público.
Las consideraciones sobre la producción, son las mismas que escribimos para el elenco internacional.
Gilberto Ponce. (CCA)
COLORIDO MAQUILLAJE Y VESTUARIO!
HERMOSAS FOTOS!!
QUE GANAS DE HABER ESTADO AHI!!!