OCTAVA DE MAHLER UN HITO MUSICAL Y CULTURAL.

      OCTAVA SINFONÍA DE MAHLER POR PAOLO BORTOLAMEOLLI.

La Fundación de Orquestas Juveniles e Infantiles de Chile (FOJI), que sin duda alguna, es una de las iniciativas culturales de mayor relevancia de nuestro país, está celebrando 30 años de vida y fructífera labor.

Iniciativa, que liderada por ese visionario que fue Fernando Rosas, ha venido, desde sus inicios desarrollando una labor clave, en la vida de los miles de jóvenes que se han integrado a ella, abriendo sus mundos a intereses, que tienen que ver con lo mejor del espíritu humano; las Artes y en particular la Música.

Pero es preciso señalar que su labor no concluye en esos jóvenes, pues consecuentemente se traspasa a sus familias y a las comunidades que les rodean, generando un círculo virtuoso que se ha ido ampliando generosamente en el tiempo; para aquellos que quieran saber más del significado de esta afirmación, le invitamos a ver el magnífico documental; “Valor para seguir tocando”, que recorre esta experiencia a través de todo el país, incluida la Isla de Pascua.

Los solistas; Constanza Olguín soprano, Andrea Aguilar soprano, Evelyn Ramírez contralto, Camila Guggiana soprano, Ramiro Maturana, barítono y María Luisa Merino mezzosoprano, previo al concierto.  foto foji

Rosas se inspiró en el modelo de la orquestas juveniles de Venezuela, creado por el maestro Abreu, llamado “El Sistema”, tanto como en la Orquesta Juvenil de la Serena del maestro Peña Hen, logrando una verdadera revolución cultural y musical en nuestro país. La iniciativa contó con la irrestricta colaboración de la señora Luisa Durán, quien fue la primera “madrina” de la fundación, luego las siguientes primeras damas, se incorporaron siempre con el mayor entusiasmo en el apoyo a la iniciativa.

El trabajo de las orquestas, se distingue por su seriedad, y tanto es así que la Orquesta Nacional Juvenil, no solo ha realizado exitosas presentaciones en Chile, también lo ha hecho en el extranjero con señalado éxito, sin duda un hito fue su presentación el la principal Sala de conciertos de Viena, destacaremos que por el podio han pasado los mejores directores, siendo su actual director, el ya afamado Paolo Bortolameolli, que sucedió en el cargo a Maximiano Valdés.

Los solistas Juan Pablo Dupré tenor y Sergio Gallardo bajo, antes del concierto. foto foji

La calidad, es la meta de las Foji, y esta se ha mantenido e incrementado en el tiempo, y sus egresados – que deben hacerlo al cumplir 24 años-, están entregando su calidad, en orquestas profesionales, tanto chilenas, como en el extranjero.

Paolo Bortolameolli, quien ya es una figura internacional, creyó oportuno celebrar estos 30 años, con el estreno en Chile, de una de las obras más desafiantes y complejas, jamás escrita, la Sinfonía Nº 8 en Mi bemol mayor de Gustav Mahler, que se conoce también como “De los Mil”, porque su compositor la imaginó con esa cantidad de intérpretes, aunque no aprobó que la llamaran así, pero en la actualidad se ejecuta con una cantidad menor de músicos, como fue en este caso, donde con la orquesta y coros sumaron cerca de 600, lo que obligó a buscar un lugar que permitiera esa cantidad, y recibiera a su vez, una gran cantidad de público. Se llegó entonces al mítico Teatro Caupolicán, que además ofrece una estupenda acústica.

No olvidemos allí se han presentado entre otros espectáculos, la Filarmónica de Santiago, la Sinfónica Nacional, la Filarmónica de New York, sin olvidar a Claudio Arrau, por ello ese recinto reunía las característica requeridas, la gran orquesta en un escenario que ocupó más de la mitad de la platea, junto a siete de los solistas y al coro de niños, y en la platea alta y parte de la galería los coros adultos, la soprano solista, y al frente de ellos entre platea alta y galería, los siete bronces que intervienen en el final de los dos movimientos que configuran la obra.

Vista general, al centro de la platea la orquesta, solistas y coro de niños, a la derecha en platea alta y galería los coros adultos, a la izquierda parte del público. foto foji

Esta sinfonía, una vez más, muestra esa constante búsqueda espiritual, que acompaño a Mahler a lo largo de toda su vida, y en ella queda claro el triunfo del Amor, a través de la Salvación.

La obra está estructurada en dos partes, la primera utilizando el texto latino de Pentecostés; Veni Creator Spiritus (Ven Espíritu Creador), que es exultante en su glorificación; y en la segunda, en alemán la más más extensa, cuyos textos pertenecen al final del Fausto II de Goethe, que es cuando Fausto se salva gracias a la contemplación del “Eterno Femenino” o la “Mater Gloriosa” (la Virgen María) llevado hasta ella por Margarita, la que antes fuera traicionada por Fausto, y a pesar de ello, esta pide a la Virgen por el alma de Fausto.

Con una duración de más de noventa minutos, la obra no es solo un desafío por su extensión, lo es también por las colosales exigencias que presenta tanto para instrumentistas, como para coros y solistas vocales, los que deben cantar casi siempre en los límites de su tesitura, luchando por sobreponerse a la enorme masa instrumental y a los coros.

                        Todos los intérpretes al inicio de la Sinfonía. foto foji

Estas características, exigen del director un conocimiento profundo no solo de la partitura, también debe entender la relación que existe entre los textos y la música, y sin duda, adentrarse en el porqué, Mahler utilizó esos textos, entendiendo además las circunstancias por las que pasaba el compositor en ese momento de su vida.

Como vemos, nada de lo anterior sencillo, pero no nos cabe duda, que Bortolameolli ya alcanzó la madurez necesaria, como para enfrentar este, y muchos de los desafíos que en el futuro deberá enfrentar, tiene como respaldo su rigurosidad en el estudio, lo que le otorga seguridad, como la que apreciamos en esta oportunidad, en él no hay improvisaciones, todo es producto del trabajo serio, con que enfrenta sus programas.

Apreciamos la férrea unidad, que le dio a su versión, incluso en esa aparente disparidad, entre cada una de sus partes, fue profundo y exultante, lírico y poético, sus tempi, no tuvieron nada de arbitrarios, respondieron al carácter preciso que quiso darle, a cada de las múltiples secciones de la obra. Su enfoque dinámico fue sólido tanto en sus bellísimos pianísimos como en los fortíssimos, acentuó algunos textos, y varió la velocidad, según lo pedían textos y música.

Momento de la primera parte, director, solistas masculinos, parte de la orquesta y coros de niños y adultos. foto foji

Qué decir de la magia del coro con eco, o la transición hacia el glorioso final, cómo no mencionar el manejo de las masas sonoras de la primera parte, que fueron resueltas con asombrosa claridad, o bien haciendo unitario el canto de los solistas y el coro, destacándolos cuando era preciso, manejando los volúmenes orquestales, para que fueran soporte o protagonista.

La extensa introducción orquestal de la segunda parte, fue casi pictórica a la vez que musicalmente poética, antes del ingreso de los personajes diseñados por Goethe, personajes asumidos por los siete solistas del escenario y la soprano desde las alturas.

Las tres trompetas y cuatro trombones, tocando desde el límite de la platea alta. foto foji

La Orquesta Nacional Juvenil y sus invitados, demostraron largamente su excelente formación, puesto que durante toda la función tocaron con un profesionalismo, de nivel internacional, siempre alertas a las indicaciones de la batuta, fraseando y articulando con maestría; el hermoso sonido de las cuerdas, de afinación impecable, los solos del concertino, la solidez certera de las maderas, y sus solistas, los bronces maravillaron con sus sólidos forte y musicales piano, a las percusiones solo les cabe, «brillantes»; estupendo el desempeño del órgano; en suma una gloriosa celebración de sus 30 años.

Si en algún momento, alguien dudó de la capacidad de los cantantes nacionales, para asumir los solos de la sinfonía, todos ellos confirmaron un nivel propio del desafío, logrando un desempeño digno del mayor elogio.

Andrea Aguilar, fue la primera soprano (Magna Peccatrix), creemos que esta ha sido, su trabajo más sobresaliente, dentro de muchos otros, aquí debe cantar casi siempre en el extremo de la tesitura, además de ser muy exigida en volumen, fue brillante, musical y expresiva, con estupendo fraseo y siempre en comunión con el resto.

Una muy grata sorpresa fue Constanza Olguín, a quien no habíamos escuchado, fue la segunda soprano (Margarita), tiene hermosa voz, muy afinada, con poderosos agudos y es muy expresiva.

Cantando desde las alturas, entre el público, Camila Guggiana, quien como tercera soprano, fue la Mater Gloriosa (Virgen María) con bella voz e intencionalidad, asumió el breve papel que le asigna Mahler.

                 Paolo Bortolameolli en plena dirección de la Sinfonía.  foto foji

María Luisa Merino, a quien habíamos escuchado antes, fue la primera contralto, (Mulier Samaritana), mostró un hermoso y sólido timbre, sin problemas en sus grandes saltos de tesitura, y muy expresiva, realizando un sobresaliente trabajo.

Evelyn Ramírez, como María Aegyptiaca, asumió como segunda contralto, poniendo al servicio de la obra, todas sus innumerables condiciones vocales, bellísimo y expresivo timbre, y musicalidad a toda prueba.

Un tremendo desafío fue para el tenor Juan Pablo Dupré, asumir como Doctor Marianus (Alma transformada de Fausto), por la enorme cantidad de feroces agudos de ambas partes, cantando siempre con musicalidad e intención, logrando un merecido éxito.

Ramiro Maturana el barítono, cantó con extrema musicalidad y poderosa voz, tanto en la primera parte y posteriormente como Pater Ecstaticus, con su bello y característico timbre, lo hizo con prestancia y notable fraseo, por ello obtuvo un rotundo éxito.

Pater Profundus, lo cantó el bajo Sergio Gallardo, con una certera aproximación a los textos tanto de la primera como en la segunda parte, mostrando gran volumen, además de su acostumbrada musicalidad.

              Todos los intérpretes en la segunda parte, desde otro ángulo.  foto foji

Los Coros son piedra angular en la obra, siendo sometidos a exigencias monumentales, a manera de ejemplo los agudos de las sopranos, algo parecido ocurre con los tenores, mientras que los bajos deben cantar notas muy graves y agudos desafiantes, mientras que, exigidas en tesitura las contraltos deben aportar con su timbre a la textura sonora, no obstante estas dificultades, todos los coros las salvaron con excelencia, hermosos y sólidos fortes y entrañables pianíssimos.

Con plena satisfacción podemos decir, que todos los coros participantes aportaron generosamente al éxito de la empresa, todos se fundieron a partir de sus experiencias, en un todo soberbio, tanto los adultos como los niños, para los que, sin duda esta experiencia sin duda les acompañará para siempre.

                 Parte de la orquesta y el Coro de Niños y Niñas.  foto foji

Participaron:

Coro de niñas y niños FOJI, directora Cecilia Barrientos

Coro Liceo Carmela Silva Donoso, director Fernando Pavéz

Coro Polifónico de Rancagua y Coro de la Universidad de Concepción, dirigidos por Eduardo Díaz

Coro de la Universidad de Santiago de Chile, director Andrés Bahamondes.

    La soprano Camila Guggiana cantando  desde el límite de la platea alta. foto foji

Coro de la Fac, de Humanidades y Educación de la Universidad de Valparaíso, directora Ximena Soto

Coro Alumni UC; Coro Singkreis Arturo Junge y Coro de la Facultad. De Ciencias Químicas de la Universidad de Chile, dirigidos por Karin Friedli

Coro de la Escuela de Ingeniería UC, director Eduardo Jahnke.

El director Paolo Bortolameolli, agradece a todos los intérpretes la estupenda participación en el estreno en Chile de la Octava Sinfonía de Mahler, foto foji

De esta forma, se completó en nuestro país, con una ovación de más de quince minutos, el ciclo de las sinfonías de Gustav Mahler, con esta Octava convertida en hito musical, que será recordado como uno de los grandes eventos culturales de los últimos tiempos, el que fue dirigido estupendamente por el gran director chileno Paolo Bortolameolli.

     Conmocionado Paolo Bortolameolli, agradece las interminables ovaciones.  foto foji

Gilberto Ponce (CCA)

Se nos ha comunicado que la fecha de la transmisión de este concierto, por TVN, será durante el mes de marzo.

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Elisa Álvarez
Elisa Álvarez
1 Año Hace

Me faltan las palabras para describir la alegría y emoción de haber podido asistir al concierto en el Teatro Caupolican,presenciar este hito histórico -musical,por primera y única vez en mi vida(dada mi edad)y más aún bajo la dirección de mi admirado director Paolo Bortolameolli.Una obra monumental que requirió muchas horas de arduo trabajo de parte de todos los participantes ,especialmente los coros,con cuyos integrantes me identifico por haber sido en otro tiempo también integrante de uno por muchos años.Análisis musical no hago pues soy solo aficionada y el crítico lo hace en forma muy completa.Sólo la emoción,el profundo goce espiritual que en mi caso no tiene que ver con la fe religiosa,es algo que me acompañará por mucho tiempo.
Y habiendo presenciado en Diciembre recién pasado la Segunda Sinfonía de Mahler,en dos ocasiones,también dirigida por Paolo Bortolameolli,magníficamente ejecutada,no puedo estar más contenta del final de Año y comienzo de éste.Saludo a la FOJI en su aniversario número 30 y a su Director Sr Miguel Farias quien hizo posible mi asistencia al Caupolican.Que sigan los éxitos para todos los músicos y coristas participantes.Y la OSNJ ,seguro que de la mano de su Director Musical Paolo Bortolameolli nos traerá muchos bellos momentos en el futuro..

Nancy Doris Rivas Casanga
Nancy Doris Rivas Casanga
1 Año Hace

Mi hijo también fue parte del concierto y feliz me encantaría poder ver el concierto desde Temuco

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