SORPRENDENTE RETABLO DE MAESE PEDRO.
No nos cabe la menor duda que Manuel de Falla, autor del Retablo de Maese Pedro, se habría sorprendido y tal vez maravillado con esta versión de su obra, que de la mano de Miryam Singer, se presentó en el Teatro Municipal, como uno de los programas de la serie denominada Pequeño Municipal, que busca entre otros objetivos crear nuevas audiencias.
Cuando hablamos de sorprendente, nos estamos refiriendo a una puesta en escena propia de los grandes espectáculos del teatro, más de alguien dijo; esta producción merecía una obra más contundente.
El comentario aludía a una de las características del original, se trata de una obra menor, destinada a presentarse en los salones parisinos, con un lenguaje musical de carácter impresionista, con alguna alusión a Stravinsky, y que en largos fragmentos es como un recitativo bastante parejo, que se limita a relatar aquello que los asistentes a una función de títeres verán, monólogo interrumpido solo con pequeñas intervenciones de Don Quijote y de Maese Pedro dueño del lugar donde se representa; la parte instrumental corresponde a la música incidental para la acción de las diversas las escenas.
En una escenografía de gran impacto, aludiendo el tiempo de Don Quijote, comprende una serie de enormes marionetas-fantoches colgando, que rodean el escenario y a los espectadores que presencian el espectáculo, mientras que en el escenario, cuyas cortinas abría o cerraba Trujamán, se representaba con imágenes de gran belleza la acción y los lugares donde ocurre, en los fondos se alude a la pintura de Cézanne o tal vez a la de Sorolla, en ese marco actúan las marionetas, todas de impresionante factura y belleza.
La solución para estas imágenes fue cercana al mejor film de animación, para ello se contó con una mágica iluminación (Ricardo Castro), que realzó en forma precisa a los diversos personajes y figurantes, tanto como al hermoso vestuario.
La régie de extrema rigurosidad, copó el escenario, desplazando a Trujamán desde el escenario hasta el nivel del piso, desde donde Maese Pedro invita a presenciar su espectáculo, permitiéndose además comentarios sobre el argumento.
Don Quijote seguido de Sancho, se mueve conmovido por la historia, que en un golpe de efecto que cambia en algo el final, la pareja de esposos Melisendra y Don Gaiferos, vuelan a caballo hacia su salvación.
El acompañamiento musical de la Camerata Filarmónica, que dirigió Pedro Pablo Prudencio, fue de primer orden, en el más ajustado estilo y complementado perfectamente a los cantantes, algunos interludios fueron de sensible musicalidad.
El gran trabajo musical lo lleva Trujamán, encargado del relato, este fue asumido en forma extraordinaria por la joven soprano Fanny Leyton, mostrando su bellísima voz, extrema musicalidad y fonética, además de enorme naturalidad en su actuación.
El sólido Maese Pedro fue cantado por Leonardo Navarro, con estupenda voz y natural actuación.
El experimentado Pablo Oyanedel asumió con gran propiedad como Don Quijote, incluso con una voz potente pero a la vez cercana con la del anciano e idealista caballero andante.
La producción, escenografía, régie, dirección de video correspondieron a Miryam Singer.
La función que comentamos, fue presenciada por una gran cantidad de estudiantes; escolares y universitarios, en razón de ello se contó con la más que profesional presencia del tenor Gonzalo Cuadra, quien en forma muy acertada y con gran simpatía, introdujo a la audiencia, primero en la Tres Canciones de Don Quijote a Dulcinea de Maurice Ravel, y luego en el contexto del Retablo.
Pablo Oyanedel acompañado al piano por Jorge Hevia, cantó primero la canciones de Ravel, en estupendo estilo, para luego insertarse en su rol en el Retablo de Maese Pedro.
El absoluto silencio y las espontáneas ovaciones del mayoritario juvenil público, indican claramente los caminos que deben seguirse en los programas de extensión, que sin duda pasan por la calidad y seriedad de las propuestas, ello explica el gran suceso que obtuvo este programa de la serie Pequeño Municipal.
Gilberto Ponce. (CCA)