REQUIEM DE GUERRA EN LA SINFÓNICA.

REQUIEM DE GUERRA DE BRITTEN.

Una de las obras más ambiciosas en cuanto al número de intérpretes, es el “Réquiem de Guerra” de Benjamín Britten, pues a la enorme orquesta sinfónica se agregan, otra de cámara, un gran coro adulto, otro de niños, tres solistas y órgano.

Orquesta Sinfónica de Chile. foto dgc.usm

Una apuesta osada para una ampliada Orquesta Sinfónica de Chile, que en su estrecho escenario del Teatro Baquedano, congregó a cien integrantes del Coro Sinfónico y de la Camerata Vocal, la orquesta de cámara que debió ubicarse entre el escenario y la platea baja, y al coro de niños con el órgano fuera del escenario.

David del Pino Klinge. foto elfisgondigital

No obstante estos inconvenientes, David del Pino Klinge, que se reencontró con la orquesta de la que fuera titular, triunfaron en el gran desafío.

Se podrá objetar algún sonido sucio, o pequeños desajustes en algunos de los múltiples momentos de conjunción de todos los intérpretes, no obstante la visión unitaria del director, se traspasó a una interpretación que puede resultar fragmentada.

En el presente este Réquiem, muestra sus grandes valores musicales, como también algunas secciones algo reiterativas, que si bien aportan en lo dramático, no lo hacen musicalmente, algo que puede abrumar por lo extenso, a algunos oyentes.

No obstante, no se puede negar que finalmente triunfa, el mensaje anti bélico que Britten se propuso, al intercalar entre los textos de la misa latina, los versos del soldado Wilfred Owen, muerto una semana antes del término, pero de la Primera Guerra Mundial.

Britten trata con rigor casi ascético el texto litúrgico, solo se permite un mayor énfasis en el “Dies Irae”, el «Sanctus» y en el maravilloso “Lacrimosa” para la soprano y coro, en el resto predomina la desolación propia de quienes vivieron y sufrieron el terrible drama de la guerra.

Coro Sinfónico U. de Chile. foto teatro.uchile

De la versión destacaremos la progresión dinámica y dramática del “Introito”, en la frase “réquiem eternam dona eis Domine”, expresivamente cantado por los coros universitarios, con la respuesta casi celestial de parte del “Coro de niños del Colegio Sagrados Corazones” (Alameda) cantando desde fuera del escenario. En relación a este coro dirigido por Samuel Elgueta, diremos que su participación fue impecable, en cada parte donde les correspondió cantar.

Camerata Vocal U de Chile. foto universia

El “Kyrie” a capella del coro adulto, solemne y expresivo, así mismo del más alto nivel fue el “Dies Irae”, con sus notables juegos dinámico expresivos; hermosa la serena expresividad del coro femenino en sus casi letanías del “Recordare”, de solemne expresividad, la contrapartida vino por parte del coro masculino en el “Confutatis”, que recuerda el estilo de Stravinsky.

Conmovedor fue el “Lacrimosa” que cantó bellísimamente Patricia Cifuentes, acompañada del coro, el manejo de los agudos en Cifuentes fue ejemplar.

Hugo Villarroel. foto candilejas

El Coro Sinfónico y la Camerata Vocal (Dir. Hugo Villarroel), respondieron bastante bien, aunque en el “Sanctus” perdió fuerza, y en la frase “Ossana in excelsis” las sopranos casi desaparecieron; en la primera parte del  “Quam olim”, el coro mostró una inseguridad, que desapareció posteriormente.

Hacia el final, el cansancio se hizo evidente en las voces del coro, perdiendo fuerza y peso, llegando con afinación no precisa en la sección final.

En todo caso reconocemos el sólido trabajo realizado por el Coro Sinfónico y la Camerata Vocal.

Patricia Cifuentes. foto diariollanquihue

Patricia Cifuentes mostró una vez más, porqué es una de las sopranos más cotizadas de nuestro país, a su hermosa voz, agrega una gran expresividad en su canto, abrumando con su seguridad en los agudos, de gran belleza y dulzura o fuerza y temple, cuando el texto lo requiere.

Gonzalo Tomckowiack. foto carteleraclasica

Los textos de Owen, fueron cantados por el tenor Gonzalo Tomckowiack y el barítono Patricio Sabaté, el tenor lo hizo muy correctamente, y con cierta incomodidad vocal, que incluso le hizo cantar en “falsete” una llegada al agudo, su fonética es mejorable, pero su participación destacó por lo expresiva.

Patricio Sabaté se adueñó del su papel, haciendo gala

Patricio Sabaté. foto visionescriticas

de su bellísimo timbre, sin problema alguno en la tesitura, incluso e los graves, a su expresividad agrega una impecable fonética, alguien comentó: «existe algo, que Sabaté no haga de la mejor forma”, nos adherimos al comentario; su nombre otorga certeza de calidad.

Emotiva fue la frase a dúo “amigo, yo soy el enemigo, que tú mataste”

Una versión importante del “Réquiem de Guerra” considerada como una “Súplica de Paz”, que mostró una vez más las bondades de David del Pino como director.

David del Pino Klinge. foto emol

Gilberto Ponce (CCA)

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Gonzalo Tomckowiack
Gonzalo Tomckowiack
13 Años Hace

Quisiera hacer un comentario a cerca de la crítica del señor Ponce hacia mi interpretación en esta obra, no se a que se refiere con incomodidad vocal, la verdad es que cantar esta pieza no es para nada incomodo vocalmente, con respecto al «falsete» que seguramente se refiere a la palabra «Falsetto» (que quiere decir una voz falsa que no es para nada lo que hacemos los cantantes para cantar los pianissimos, si no que usamos una técnica que de mixtura de la voz en que se mezcla la voz de cabeza con la voz de pecho), es un recurso que se debe usar para esta parte de la pieza en que el compositor pide pianissimo y que aparece en la partitura como PPP. Siempre que he escuchado esta pieza en vivo se hace así, incluso escuché una grabación dirigida por el compositor y el tenor Peter Pears también lo hace así. La verdad es que no conozco otra forma de cantar los pianissimos y me gustaría que si el señor Ponce conoce una, me la enseñara. Con respecto a la fonética les puedo contar que tuve la oportunidad de vivir en Boston E.E.U.U. y canté algunas opera en ingles donde fui criticado por el periódico Boston Globe como «una dicción impecable» la verdad es que me llama la atención que al señor Ponce no le guste mi forma de pronunciar el inglés ya que tuve buenos maestros que me enseñaron como hacerlo.

Atentamente,

Gonzalo Tomckowiack.

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