MÚSICA SACRA EN LA UC.

PUNTAPIÉ INICIAL AL CICLO DE MÚSICA SACRA UC.

El pasado jueves 17 de Marzo se dio inicio al tan esperado ciclo de Música Sacra de la Pontificia Universidad Católica, en su octava versión.

El programa comprendió el Kyrie y Agnus Dei de la Missa Choralis, compuesta originalmente para solistas coro y órgano, del compositor húngaro Franz Liszt y la Misa en Do Mayor op 68 de Ludwig van Beethoven.

Orquesta y Coro de Cámara UC. foto extensiónuc

Desde un comienzo se pudo apreciar la calidad  del Coro de Cámara UC que, dirigido por Mauricio Cortés, dio muestras de un exquisito dominio del estilo, no sólo con un control de la dinámica a la perfección, sino además con una calidad interpretativa que por momentos conmovió.

Mauricio Cortés. foto emol

Primero se interpretó, en homenaje al bicentenario de nacimiento de Franz Liszt (1811- 1886), el Kyrie y el Agnus Dei de su Missa Choralis. Es sabido el gran influjo que tuvo Liszt en la música para piano, tanto en la composición, como en su técnica interpretativa. Es por esto que muchas veces se dejan de lado ciertas obras importantísimas, que nos dan luces más amplias sobre la obra de este compositor.

La Missa Choralis fue escrita el mismo año en que Liszt recibió las órdenes menores, transformándose en Abate. La obra es un bello ejemplo del estilo coral del compositor, uniendo de una manera muy bien pensada y estructurada, lo esencial de la monodia gregoriana inserta en la exploración armónica del Romanticismo.

La Misa en Do Mayor de Ludwig van Beethoven tiene una historia particular.  Fue compuesta por encargo del príncipe Nikolaus Esterházy II en 1807 y no tuvo una buena recepción por parte de éste, por lo que Beethoven se sintió profundamente humillado.

Jaime Donoso. foto visionescriticas.cl

En esta versión, bajo la dirección de Jaime Donoso, el resultado obtenido en el público fue completamente distinto al de su estreno. El templo mayor se colmó  con la fuerza de la música de Beethoven, quien en esta Misa hace uso de una expresión dramática muy característica de su estilo. Los solistas de esta obra tuvieron una interpretación muy clara y precisa, acompañados por el Coro de Estudiantes (Víctor Alarcón) el Coro de Cámara UC (Mauricio Cortés) y la Orquesta de Cámara UC, quienes también supieron estar a la altura de las exigencias.

A pesar que en la estructura de la obra, los solistas participan en gran parte de ella interactuando con el coro, es preciso señalar un momento muy destacable de su interpretación.

Andrea Aguilar. foto emol

En el Benedictus del Sanctus se produce muy un juego muy

Pilar Díaz. foto visionescriticas.cl

hermoso entre los 4 solistas, Andrea Aguilar (soprano), Pilar Díaz (contralto), Francisco Espinoza (tenor) y Eduardo  Jahnke (bajo). Los cuatro solistas se vieron en la plenitud de sus condiciones vocales e interpretativas, fusionándose musicalmente con el coro, que a su vez demostró un cabal conocimiento de la obra, cantando bellamente y con musicalidad.

En definitiva fue un concierto cargado de emotividad, en el cual los intérpretes supieron entregar al público toda la calidad que merece una de las obras más bellas de la literatura sinfónico coral.

Confiamos en que el Ciclo de Música Sacra UC seguirá con presentaciones de este nivel de excelencia.

José Miguel Arellano.

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