ESTRENO EN CHILE DE “AMOR PARRICIDA” ÓPERA JESUITA DE FRANZ LANG SJ.
El Instituto de Música de la Universidad Alberto Hurtado, ha demostrado una resiliencia enorme, al sortear las dificultades económicas que afligen a la Universidad.
Bien se conoce la gran labor de extensión que el Instituto ha desarrollado desde los primeros años y casi desde la creación de esa casa de estudios superiores, ofreciendo múltiples conciertos en diversos formatos, además de haber realizado estupendas propuestas en ópera fundamentalmente barrocas, como Dido y Eneas de Purcell, tanto como estrenando óperas contemporáneas como La isla de los peces de Guillermo Eisner sobre el maremoto del 2010 o La Rara sobre Violeta Parra de Rene Silva, como vemos una extensa y valiosa producción que siempre ha sido seria y de calidad, las que le dieron un sello particular a la Universidad Alberto Hurtado.
Durante la Obertura de Amor Parricida, todo el elenco. foto comunicaciones UAH
Desafortunadamente como producto de las razones señaladas, esta labor se ha visto restringida a solo pocos eventos durante el año, por ello es que concurrimos expectantes ante esta propuesta, que se presentó en junio en el cómodo recinto del CEINA, se trató de una versión concertante de la ópera barroca jesuita “Amor Parricida” con textos de Franz Lang (1654 – 1725) y musicalizada por Giuseppe Antonio Bernabei (1640 – 1732) estrenada al parecer en München y destinada a la enseñanza moral y religiosa, no olvidemos que durante la Contrarreforma y particularmente la Compañía de Jesús, vio en el Arte en todas sus manifestaciones una forma de evangelizar, por ello no extraña el tema tratado, en este caso; un padre Cubiosa (Andrés Arriola), que mal entiende el amor paterno dejando que su hijo Dídaco un sólido y convincente Nicolás Zambrano , lleve una vida disoluta pensada solo en el placer, algo que le llevará inevitablemente a la Muerte debido a que será juzgado por parte de los personajes alegóricos; Genio Celeste, Justicia y Amor paterno que junto con la Muerte han observado el comportamiento de Dídaco, por otro lado en el plano terrenal encontramos a Dídaco, Cubiosa su padre, la Abuela que representa la tradición familiar y la fuerza moral y al amigo Ricardoto.
Dídaco (Nicolás Zambrano) en uno de sus monólogos. foto comunicaciones UAH
Con la adaptación teatral de Gonzalo Cuadra, se desarrolló una sencilla pero eficiente puesta en escena, que dispuso al Ensamble Instrumental detrás de los personajes reales y los alegóricos, todos sentados frente a atriles, levantándose solo cuando intervenían al tiempo que se les iluminaba, solo Dídaco estaba al centro en un podio que le permitía interactuar con el resto de los personajes.
La obra es representativa del estilo musical barroco con algunas arias da capo para los cantantes, en el aspecto instrumental hay secciones de gran atractivo, particularmente cuando se suman los oboes, en este sentido debemos destacar el trabajo musicológico de Víctor Rondón, quien junto a Alejandro Vera realizaron la reconstrucción de la partitura algunas de cuyas partes de se encontraron en el Convento de Santo Domingo en Santiago de Chile y otras en Alemania, otro aspecto de interés es que se cantó en latín, que es el original para toda la obra, mientras que las partes habladas en español, aquí debemos señalar que los estudiantes de canto, no poseen la misma proyección cantando que hablando, razón que nos hace pedir que, en una siguiente obra, este aspecto se considere, pues existió una gran diferencia entre canto y palabra.
Ricardoto (Felipe Avendaño), Cubiosa (Andrés Arriola), la Abuela (Marcela Sáez), Dídaco (Nicolás Zambrano),Muerte (Maximiliano Bustíos), Amor paterno (Santiago Peralta), Justicia (Scarlet Núñez) y Genio Celeste (Claudia González Serrano) foto comunicaciones UAH
Entre los cantantes destacaremos el sólido desempeño de la soprano Claudia Gonzáles Serrano que fue Genio Celeste, de musical y bella voz, tanto como Muerte un convincente Maximiliano Bustíos (barítono), más breve es el rol de Justicia que cantó con solvencia la mezzosoprano Scarlet Núñez y creemos que una buena promesa es el tenor Santiago Peralta que cantó como Amor paterno.
El Ensamble Instrumental dirigido por el experimentado Raúl Orellana desde el violín barroco, cumplió un estupendo desempeño, convirtiéndose en sólido soporte de cantantes y actores.
Los espectadores brindaron calurosos aplausos a la presentación del estreno de esta ópera jesuita, presentada como trabajo de extensión del Instituto de Música de la Universidad Alberto Hurtado, en otro sustantivo aporte a la cultura nacional.
Gilberto Ponce (CCA)