ENSEMBLE MEDITERRAIN EN LA FUNDACIÓN BEETHOVEN.
Un concierto con varias interrogantes, fue el ofrecido por el “Esemble Mediterrain”, como parte de la Temporada Internacional de Conciertos; Fernando Rosas, que organiza la Fundación Beethoven.
El conjunto, que en esta oportunidad se presentó con cuatro integrantes (Tara Erraugth mezzo soprano, Elizabeth Seitenberger clarinete, Bruno Borralhinho chelo y Yukako Morikawa piano), mostró en general una interpretación distante, muy plana, sin mayores matices en el acompañamiento pianístico, y en ciertos momentos afinación frágil en el chelo, en contrario, mejores resultados mostraron la mezzo soprano y la solvente clarinetista.
Su currículo, hacía abrigar grandes expectativas en su presentación, pero, suponemos que algunos de los motivos para este resultado, pudieron estar en el cansancio producto de la gira que están realizando, o simplemente, un mal día.
El programa se inició con las “Tres canciones de Madagascar” de Maurice Ravel, que permitió apreciar el enorme caudal vocal de la mezzo soprano, aunque en momentos, absolutamente desproporcionado para el conjunto, no obstante, valoramos el uso de contrastes y su expresividad, que fue llevada casi hasta lo expresionista; consideramos que la tercera de las canciones fue un logro absoluto.
Lo mejor, a nuestro juicio, fueron las “Seis Canciones alemanas” de Ludwig Spohr, en ellas alabamos los diálogos de la cantante con el clarinete, en los que la mezzo mostró su mayor expresividad, llegando incluso, casi hasta lo operático, en esta versión para estos hermosos lieder; en algunos destacó la elegancia, en otros la emoción contenida, siempre en una perfecta fusión entre canto y el clarinete.
La “Canción de cuna” que recuerda a Schubert, fue cantada bellamente y con gran sensibilidad.
Las dos “Piezas instrumentales de concierto” de Felix Medelssohn, mostraron un irregular desempeño del chelo, y poca coherencia de las articulaciones entre los instrumentos, incidiendo en el fraseo.
La afinación precaria del chelo y un planteamiento plano y sin matices en el piano, desdibujó las “Dos Canciones” de Johannes Brahms, a pesar de la intencionalidad del canto.
Finalizaron con un dudoso arreglo para clarinete, chelo y piano de las “Seis Canciones populares españolas” de Manuel de Falla, que le alejó totalmente del espíritu con que fueron concebidas, en ellas el piano es más que suficiente.
En este caso, la fonética imperfecta de la cantante, impidió entender los textos, a lo más algunas palabras, y claro, estas canciones requieren de un espíritu e intencionalidad muy fuertes, que en esta ocasión, se mostró muy alejado, a pesar de las actitudes asumidas por la mezzo soprano, con las que pretendía acercarse al espíritu español.
La discreta reacción del público, ratificó nuestra impresión, en torno a la fría expresión mostrada por los artistas, y que atravesó gran parte del repertorio presentado.
Gilberto Ponce. (CCA)