ORATORIO LA CREACIÓN DE FRANZ JOSEPH HAYDN POR LOS CONJUNTOS DE LA UC.
Franz Joseph Haydn el longevo y prolífico compositor austríaco, tuvo la dicha de haber sido reconocido y honrado como compositor por la sociedad de su tiempo, su música de cámara, sus obras religiosas, sus conciertos y sus sinfonías gozaron de una justificada fama y popularidad, y en lo personal se declaró una persona feliz, iniciando su extensa carrera musical cuando aún era niño al ingresar al Coro de Niños de la Catedral de San Esteban en Viena.
Conoció a Mozart adolescente, creyendo que sería un gran compositor cuando él ya no estuviera, no obstante le sobrevivió con largueza, mientras recibía todo tipo de honores cívicos y universitarios, al tirmpo que le dio definitiva forma al Cuarteto de Cuerdas y asentó la forma (estructura) de la Sinfonía.
Los Conjuntos del IMUC de la Universidad Católica en la Capilla del Colegio San Ignacio el Bosque. foto IMUC
Como vemos una intensa vida profesional que para él fue siempre gratificante, no obstante aunque en sus obras vocales mostró siempre maestría, y sus óperas fueron bien recibidas en su estreno, con el tiempo llegaron a olvidarse, seguramente hasta que alguien decida realizar una interesante puesta en escena, con un par de figuras en el elenco, transformándose en éxitos permanentes, afirmamos lo anterior pues sus misas y sus dos oratorios dan clara muestra de su talento en el manejo de las voces solistas y de los coros.
Sus oratorios son Las Estaciones y La Creación, constituyéndose este último en un suceso que conmocionó al mundo musical y social europeo, incluso se dice que Napoleón intentó infructuosamente escucharlo.
Lo notable es que, en medio de un período revolucionario y con tendencia al libre pensamiento, La Creación que es una obra de permanente alabanza a Dios y a su creación, ya que sus textos están tomados del Génesis y de El Paraíso Perdido de J. Milton, donde se exalta primero el amor divino y luego el humano en Adán y Eva, en la sección final, la sociedad europea se rindiera ante la obra, sin duda sus valores musicales contribuyeron a este notable éxito.
La Orquesta de Cámara UC, formada por profesores y alumnos del Instituto de Música UC, el Coro de Cámara UC que dirige Gerard Ramos y tres destacados profesores y solistas ofrecieron tres conciertos con motivo de Semana Santa, estos se realizaron en el Salón Fresno (Casa Central), Templo Mayor (Campus Oriente) y en la Capilla del Colegio San Ignacio El Bosque, todos fueron dirigidos por el maestro belga Bart Naessens, considerado un especialista en el estilo. Los solistas fueron la soprano Claudia Pereira, el tenor Rodrigo del Pozo y el barítono Patricio Sabaté.
El maestro Bart Naessens dirigiendo la obra, a la izquierda primera fila Gerard Ramos director del Coro foto IMUC
Nos correspondió asistir a la función del Colegio San Ignacio que se organizó con el apoyo de la Fundación Cultural de Providencia, pero cuya Capilla posee una acústica demasiado seca y aún más como estaba repleta de público, fue por lo tanto muy incómoda para las voces, sobre todo para el Coro que cantó sin tarimas a ras de piso en el altar, y contando con numerosos ausentes entre sus integrantes.
Pero, bien sabemos que los conjuntos no profesionales se agrandan en las dificultades, el Coro, que se mostró muy bien preparado, luego de un comienzo débil, se acomodó a la acústica, logrando realizar durante el desarrollo, un gran trabajo, mención especial merecen las sopranos, tanto como la poderosa y expresiva parte final del oratorio de parte de todos ellos. No obstante lo anterior en ocasiones no fue fácil escucharlos, debido al volumen excesivo de maderas y bronces, pues la batuta no les señaló que “apianaran”, esto llamó la atención considerando los pergaminos de Naessens, quien ofreció a pesar de ello una versión muy ajustada en estilo enfatizando los elementos descriptivos, recordamos especialmente la creación de la luz, o la aparición del sol y la luna, junto a algunas de las características de animales y vegetación, que fueron de enorme fuerza descriptiva, asimismo encontramos notable el tratamiento del dúo de amor de Adán y Eva.
Bart Naessens, el Tenor Rodrigo del Pozo y sentados a la derecha Claudia Pereira y Patricio Sabaté foto IMUC
La Orquesta de Cámara UC mostró una profesional y musical respuesta a las indicaciones de la batuta, y además encontramos sobresaliente al continuo y a la belleza sonora de los chelos, asimismo creemos que en consideración al número de maderas y bronces, la cantidad de cuerdas fue insuficiente, independiente de su entusiasmo y profesionalismo.
Los solistas merecen mención especial, hermosas voces, estupenda fonética muy expresivos y musicales, se acomodaron perfectamente a las dificultades acústicas haciendo relucir su experiencia y profesionalismo. Claudia Pereira cantó con muy hermosa voz y bellos fraseos, con pasmosa facilidad en las complejas coloraturas, siendo un gran incentivo para el coro en los números iniciales, fue espléndida en los diálogos con Adán.
Rodrigo del Pozo puso toda su experiencia al servicio de la interpretación, con expresiva y bella voz en una gran versión. Patricio Sabaté dio cuenta de su gran profesionalismo, bella voz y expresividad tanto en los recitativos como en arias y dúos, permitiéndose cierta complicidad en los dúos con la soprano.
En síntesis una versión que venció las dificultades acústicas, que encantó a los presentes que repletaron el recinto y que no dudaron en ovacionar largamente a cada uno de los intérpretes dirigidos por Bart Naessens, en un gran regalo de los Conjuntos del Instituto de Música UC en Semana Santa.
Claudia Pereira y todos los intérpretes durante el concierto. foto IMUC
Gilberto Ponce (CCA)
