LOS SORPRENDENTES MEXICAN BRASS.
En el Teatro Municipal de Las Condes, se presentaron en una corta temporada, de seis conciertos, uno de los conjuntos más sorprendentes, que no haya tocado presenciar en el presente año, nos referimos a Mexican Brass, conjunto de bronces, cuyos integrantes son: Alexander Freund, y Oscar Villegas Miranda, en trompetas; Juan Carlos Quiterio Miguel, corno francés; Roberto Carlos Cruz, trombón y José López Juárez, tuba, el director es Alexander Freund.
Las razones para nuestra afirmación, se encuentran en primer lugar, en su extraordinaria calidad musical, que a ratos es simplemente asombrosa, pocas veces nos ha tocado escuchar tal perfección en un conjunto de vientos, donde el corno, la tuba y el trombón, simplemente asombran, tanto por la belleza de sonido, como por la inusitada rapidez y perfección, para tocar corcheas y semicorcheas.
Lo anterior, no pretende para nada, menoscabar la enorme calidad de los dos trompetistas, uno de los cuales es el director.
Su experticia, proviene de su trabajo habitual, ya que son miembros destacados en orquestas sinfónicas mexicanas, en las que, tocan con partitura, lo hago notar, porque en su presentación, que abarca desde el barroco a Bernstein, sin descuidar el folclor mexicano, la realizan completamente de memoria.
Otro detalle, es que ellos mismos han diseñado una puesta en escena, de gran simpatía y eficacia, donde el humor no está ausente, asimismo, existe un cuidadoso esquema de iluminación, que realza un espectáculo que el público goza, desde su primera aparición, en la obertura Vuelta de Fuego de Kevin McKee, donde aparecen en una silueta simulando una escultura, que se ilumina mientras se desplazan, para seguir tocando.
Luego vendrá, con ellos en los pasillos de la platea, el Hornpipe, de la Música del Agua de Haendel, con reverencias barrocas al público, que se vio envuelto por la exquisita versión.
Si Haendel encantó, el tercer movimiento del Tercer concierto de Brandenburgo, de Bach, dejó atónito al público, por la precisión, fraseo y artuculaciones que mostraron, recordemos, que el original es para cuerdas.
Festiva y con carácter hispano fue la compleja obertura de La Boda de Luis Alonso, de Gerónimo Jiménez, que se contrastó con la expresividad y belleza sutil de La Plegaria del Atardecer de la ópera Hansel y Gretel, de Humperdinck.
Lo latino volvió con poderos versión de Libertango de Piazzolla.
La segunda parte, llegó hasta lo popular, con obras en las que se mezclaron algunas de Leonard Bernstein, con otros autores, para concluir con varias geniales típicas de México, con las que hicieron delirar al público.
No podemos dejar pasar la única obra, en la que leyeron partituras, un hermoso arreglo de Si vas para Chile de Chito Faró.
Una visita que será recordada largamente, y que fue sin duda una de las mejores sorpresas del año musical de Santiago.
Gilberto Ponce. (CCA)
[…] BRONCES FORMIDABLES EN LAS CONDES. Publicado el diciembre 8, 2015 por Gilberto Ponce Vera LOS SORPRENDENTES MEXICAN BRASS. […]