CASCANUECES VUELVE AL MUNICIPAL.

EL REGRESO DE CASCANUECES AL MUNICIPAL.

El Teatro Municipal de Santiago, entregó a su público un hermoso regalo de Navidad, al estrenar una nueva versión de uno de los grandes clásicos a cargo del Ballet de Santiago, nos referimos a Cascanueces la hermosa y querida coreografía que con música de Piotr Ilich Tchaikovsky, viene encantando por más de un siglo a espectadores que no se cansan de verla, en particular en las fiestas navideñas.

Luego de muchas temporadas presentando el trabajo de Jaime Pinto, que cosechó mucho elogios, el teatro de Agustinas, presentó ahora la coreografía que a partir del clásico de Petipá realizó su actual director, Luis Ortigoza ex primer bailarín estrella de compañía, versión que contó ahora, con la renovada escenografía y vestuario del afamado Jorge Gallardo, de intensa y exitosa carrera en los principales teatros del mundo.

El marco escenográfico de Gallardo, es a la vez sobrio y elegante para la casa familiar de Clara, lúdico y ensoñado en las transformaciones donde ocurriran la batalla entre ratones y los soldados de Cascanueces, y mágicamente etéreo en la escena los copos de nieve. El Mundo de los Juguetes, de sorprendente belleza, tiene como eje tres huevos Fabergé dos de los cuales giran, mientras que el central, servirá de trono para que Clara presencie el homenaje a ella. Los cambios escenográficos a la vista del público, causaron gran impacto.

                              Escena de los Copos de Nieve. foto Patricio Melo

El vestuario, es elegante en su sobriedad para la fiesta en casa de Clara, mágico y bello para la escena de los copos de nieve, y certero en su variedad en el acto final, mención especial merece los diseñados para Cascanueces y posterior Príncipe, para la Reina de los Confites tanto como para Drosselmeyer, en su doble función de tío y mago.

La Iluminación a cargo de Ricardo Castro, fue el complemento perfecto en todas las escenas y acciones.

El acompañamiento orquestal estuvo a cargo de la Filarmónica de Santiago, bajo la estupenda dirección de Pedro Pablo Prudencio, el conjunto mostró bellísimo sonido, afinación ejemplar, pero sobre todo musicalidad. Prudencio hizo derroche de contrastes dinámicos, con certeras articulaciones, al tiempo que acompañó tanto a solistas como a la compañía con extrema precisión.

Creemos pertinente señalar, que la música de este ballet, así como en la ópera Don Giovanni anterior, suenan de maravilla en la ubicación donde la orquesta se ubica ahora, pues permite interpretarla con orquesta completa, algo imposible de realizar en foso orquestal, por ello es que debiera pensarse en alguna solución, cuando la pandemia acabe, intentando agrandar el foso para que quepa una mayor cantidad de músicos, y así mejorar sustancialmente el sonido.

Nos correspondió asistir solo al segundo elenco, por ello este comentario se limitará sólo a ese elenco.

                                          Final del Vals de Las Flores. foto Patricio Melo

Lo primero que corresponde, es alabar el rendimiento del Cuerpo de Baile de la Compañía, que no defrauda en lo certeros y gráciles, tanto como en la compenetración de la coreografía, las escenas de conjunto merecen elogios mayores; del mismo modo destacaremos a los alumnos de la Escuela de Ballet, que son ya capaces de anticipar las aptitudes que desarrollarán en el futuro.

Cristopher Montenegro, asumió como Cascanueces y el Principe, en un rol que aún debe desarrollar, pues a pesar de sus innegables condiciones como bailarín, las mismas que le han hecho triunfar en otros papeles, en esta oportunidad se le vio algo inseguro y rígido en sus solos, y en los pas de deux no fue el complemento necesario para la Reina de los Confites, sin duda que, con trabajo en este sentido y aprovechando su natural talento, llegará a triunfar tanto como lo ha hecho en otros roles, no obstante en sus pasajes con Clara, su rendimiento fue superior.

Llegada de Cascanueces (Cristopher Montenegro) y Clara (Lorena Borja) al Reino de los Copos de Nieve, a la derecha Drosselmeyer (Mirolslav Pejic). foto Patricio Melo

Clara fue Lorena Borja, quien lo hizo con presencia escénica y gracilidad. El papel de la Reina de los Confites, uno de los más codiciados por las bailarinas, debido al despliegue técnico que requiere y permite, lo asumió en esta oportunidad Romina Contreras joven figura de meteórico ascenso, su bien conocido enorme talento y personalidad, lo desarrolló ampliamente en sus solos, no obstante los dúos con Cristopher Montenegro, no se la vio cómoda, sin duda, y aquí fue evidente, ambos solistas deben necesariamente trabajar mucho juntos, para lograr la necesaria simbiosis técnica y de interpretación, para ellos fue su debut, y precisan más trabajo juntos, pues ambos tienen sobrado talento.

Drosselmeyer, es un rol que permite desarrollar un personaje dual, pues es un ser humano con características de mago, y que en cierta forma conduce la trama, Mirolslav Pejic, posee condiciones histriónicas y técnicas que le permitieron lograr señalado éxito.

El Príncipe (Cristopher Montenegro), Drosselmeyer (Miroslav Pejic), la Reina de los Confites (Romina Contreras) y Clara (Lorena Borja) en el Reino de los Confites. foto Patricio Melo

La coreografía de Luis Ortigoza, es bastante innovadora y a la vez clásica, a manera de ejemplo, escena de la fiesta en casa de Clara, es bastante apolínea y responde al deseo del coreógrafo de acercarse a las raíces del origen, bien sabemos que en el ballet ruso, los personajes responden a estereotipos, más que a personas reales, y este aspecto fue evidente en esta escena de la lograda coreografía, en la que cada una de las escenas de conjunto que son abundantes, fueron un triunfo absoluto.

Las incansables ovaciones que el público otorgó a esta producción, a cada uno de los solistas, cuerpo de baile y particularmente a la Filarmónica dirigida por Pedro Pablo Prudencio, la convierten en un verdadero suceso, y sin duda en una de las mejores producciones del año.

Gilberto Ponce (CCA)

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Elisa Álvarez
Elisa Álvarez
2 Años Hace

Como siempre estoy plenamente de acuerdo con el crítico,acudí a la misma función,esperaba con impaciencia el estreno ya que hemos tenido muy pocas ocasiones de asistir al Teatro Municipal está fín de año recién pasado,fue una fiesta de los sentidos ,la orquesta Filarmónica con una ejecución sobresaliente en manos del Maestro Prudencio muy compenetrado con la música y los bailarines.Tengo el mismo reparo respecto a Cristopher Montenegro,le falta más trabajo con su partenaire está vez Romina Contreras ,seguro lo logrará.Romina ya dejó de ser la joven promesa,es una bailarina que auguro será la heredera de las anteriores prima ballerinas.Eso espero al menos para ella.y finalmente y no menos importante ,escenografía y vestuario muy bellos,y la coreografía de mi admirado Luis Ortigoza ,vital ,elegante ,un aire fresco está nueva versión,no digo que la anterior fuera deficiente,sólo que la había visto muchas veces.Felicito a Luis por su labor como coreógrafo y por mantener la excelencia del Ballet de Santiago,digno sucesor de Marcia Haydee,tenemos mucho que esperar de el en el futuro,seguirá creciendo aún mucho en ambos papeles.Y gran felicitación a la Orquesta,bailarines .a todos los que hicieron posible seguir gozando las visitas al Teatro .

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