ESTRENAN TRES ÓPERAS DE BOLSILLO EN EL GAM

                                                             TRES ÓPERAS DE BOLSILLO DE MIGUEL FARÍAS EN EL GAM.

NOTA:  (Asistimos a la función del domingo 2, y a juzgar por las fotos que enviaron, se omitieron es esta función proyecciones y hubo cambios en el vestuario). 

Muchas veces y a lo largo de toda su historia, se ha declarado la defunción de la ópera, pero a pesar de todos los augurios, esta sigue muy viva en todo el mundo, y no solo con las tradicionales, ya que también se estrenan en todas partes óperas nuevas, muchas veces en lenguaje contemporáneo, aunque ahora la tendencia muestra un cierto abandono de lo rupturista, reemplazándolo por uno más ecléctico que modera lo ultra vanguardista, que al parecer agotó su interés, es así que el minimalismo, a manera de ejemplo, ya dejó de concitar el atractivo que tuvo en algún momento en el público.

A lo anterior debemos mencionar que muchas de las nuevas óperas consultan argumentos contingentes, los que no eluden ningún tema, y si la propuesta fracasa, al menos provoca controversia, así se ha llegado que a éxitos importantes se contraponen notables fracasos, como vemos nada nuevo en la historia del género que reúne a todas las artes en uno solo.

Nuestro país no ha estado ausente en este fenómeno, y aunque no ofrece muchos títulos, la producción ha sido constante, incluso con grandes producciones como Fulgor y muerte de Joaquín Murieta de Sergio Ortega, que viajó incluso al Festival de Savonlinna en Finlandia, Viento Blanco y Patagonia de Sebastián Errázuriz, Yacolén de Victor Hugo Toro estrenada en Concepción, El Cristo de Elqui y Renca París y Liendres de Miguel Farías, por solo mencionar algunas, como vemos existe una importante producción.

Por ello es que destacamos la importancia de estos tres estrenos, ya que amplían la cantidad de nuevas obras, y junto a ello, la seriedad de sus intérpretes incluido por supuesto el director, también celebramos la probable difusión de ellas en cualquier tipo de locación, como lo señaló Farías antes de iniciar la función.

Es en este espíritu que el proyecto contó con el apoyo del GAM para que estas tres óperas de bolsillo de Miguel Faríasque es uno de los compositores chilenos que mayor difusión ha logrado de sus obras-, fueran estrenadas en una de sus salas.

                                          Valeria Vega y Pedro Alarcón en un momento de Tres formas de ganar el Cielo. foto gam

Tres relatos breves sirvieron a Farías como base del trabajo, que cuenta con un acompañamiento de solo cuatro instrumentos violonchelo, clarinete bajo, violín y percusión, con tres cantantes, una soprano un tenor y un bajo todos dirigidos por Paolo Bortolameolli, en una minimalista escenografía de solo dos sillas con apoyo de una sutil iluminación.

No queda del todo claro el porqué el público debe ingresar a la sala en oscuridad, ya que en su desarrollo una mínima iluminación apenas alumbra los rostros de los protagonistas, siendo casi imposible ver los rostros de los instrumentistas, tal vez se buscó acentuar el ambiento algo absurdo y existencialista de los argumentos, aunque uno de ellos tenga un corte humorístico, en fin creemos que, aún se deben ajustar varios elementos de la producción.

Quienes no requieren ajustes son los instrumentistas, un excelente violonchelista Marcelo Mella que posee un hermoso y cálido sonido de afinación perfecta, además enorme musicalidad con sólidos fraseos y certeras articulaciones, el clarinetista Nicolás Guerrero de muy buen desempeño, solo le podemos objetar el excesivo volumen de su instrumento, solo el chelo lograba equipararlo, la violinista Francesca Montefusco de sonido demasiado pequeño, solo se pudo escuchar bien en escasos momentos, mientras que, una estupenda labor le cupo a Natalia Vega quien con mucha precisión tocó una gran cantidad de instrumentos de percusión, los que fueron interesante y muy bien desarrollados en la partitura.

Valeria Vega ahora en El sombrero seleccionador, (en la función que vimos ella con traje rojo de pie y sin proyecciones. foto gam

La concertación general de Paolo Bortolameolli fue la precisa y adecuada para cada una de las óperas, considerando la brevedad de las mismas, tanto en la conducción de los instrumentos como para los cantantes, la soprano Valeria Vega, Pedro Alarcón bajo y Carlos Díaz tenor, los que no fueron mayormente exigidos en lo vocal salvo en los graves del bajo, asimismo creemos que todos fallaron en las partes habladas, donde apenas se pudo entender lo que decían, pero reconocemos su profesionalismo, en obras donde no se alcanza a desarrollar un personaje, ya que en este caso se trata de arquetipos humanos.

Sin duda fue un enorme desafío el que se planteó Miguel Farías, al imaginar estas mini óperas, de 15 minutos con poco espacio para desarrollar argumentos y personajes, sin progresiones de ningún tipo, o cómo lograr los clímax, entre otras dificultades, razones que nos hacen analizar estas obras como un experimento que requiere indudables ajustes.

                                               Valeria Vega en otra escena de Formas de ganar el Cielo. foto gam

La primera de ellas “Médula” con texto y música de Farías; en un ambiente algo kafkiano vemos a una clienta de un restorán y al mozo que la atiende, que le ofrece médula a la francesa al tiempo que reflexiona sobre su pasado como cantante de ópera, con movimientos mínimos del mozo y en penumbras ambos, Carlos Díaz lo cantó en general bien a pesar de la incómoda tesitura, siempre leyendo en una tablet la partitura, la música de ella es bastante plana aunque en algún momento recuerda a Kurt Weill, el abrupto final solo consiguió discretos aplausos.

Con música bastante similar vino “El sombrero seleccionador” obra satírico humorística, en la que al parecer la percusión le daría ese carácter, trata de una eterna adolescente ya de treinta años, que pretende ingresar a la Escuela Hogwarts de magia, Valeria Vega soprano vestida de rojo, cantó muy bien y con gracia su parte, la que no ofrece mayores desafíos vocales, los monólogos hablados fueron inaudibles, afortunadamente existían sobre títulos, esta obra fue mejor recibida por los asistentes.

               Pedro Alarcón en Formas de ganar el Cielo, en la función que vimos solo iluminado el rostro. foto gam

“Formas de ganar el Cielo” sin duda la más sólida en música y desarrollo, tal vez debido al libreto y al desempeño de los dos ancianos (Valeria Vega y Pedro Alarcón) que fueron más convincentes en sus diálogos sobre la muerta, además del breve pero hermoso interludio instrumental antes de la sección final, lo cierto es que esta convenció más, siendo la más aplaudida.

Interesante proyecto, que aún requiere ajustes, para ampliar más el género de la muy viva, Ópera.

Gilberto Ponce (CCA)

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