FRIDA UNA CONMOVEDORA EXPERIENCIA ESTÉTICA DEL BALLET DE SANTIAGO.
El Ballet de Santiago que dirige César Morales, dio inicio a su Temporada 2025 en el Teatro Municipal de Santiago con el estreno para Latinoamérica del ballet “Frida” de la coreógrafa belga colombiana Anabelle López Ochoa, la misma que en nuestro teatro y a través del mundo ha cosechado éxitos rotundos.
Elenco 1 Diego Rivera (Christopher Montenegro), Frida (Katherine Rodríguez) y los Calacas, foto María Pía Merani
Frida Kahlo, la gran pintora mexicana y su tremenda personalidad artística fue la inspiración para el ballet “Frida” de López Ochoa, quien le encargó la música al compositor británico Peter Salem con quien ha trabajado en otras coreografías, este realizó un fino trabajo haciendo una perfecta síntesis de la música docta con la del folclore mexicano, en donde ninguna sobresale de la otra creando una mixtura tan atrayente como intensa, un acierto, porque no olvidemos Frida Kahlo es tan mexicana como universal, a esta partitura se le incorporaron tres canciones populares, La Llorona entre ellas, cantadas por Chabela Vargas, en un perfecto equilibrio sonoro al magnífico acompañamiento de la Filarmónica.
La vida de Frida Kahlo, estuvo marcada por el “Fatum” o destino trágico, en particular por el hecho de haber contraído poliomielitis con sus secuelas, además posteriormente sufrió un terrible accidente con fracturas múltiples que la mantuvieron en cama por muy largo tiempo, y sometida a múltiples dolorosas operaciones, una de ellas a la columna, etc, eventos que sin duda potenciaron una personalidad rebelde y contestataria y muy conflictuada emocionalmente lo que tal vez, le llevó a tener una vida sentimental tormentosa.
Elenco 2 Frida (María Lovero) y los Calacas en la terrible escena del aborto espontáneo. foto Alberto Díaz
Otro factor de capital importancia es su tóxica relación con Diego Rivera el famoso muralista mexicano con quien llegó a casarse, para luego divorciarse y volver a casarse nuevamente, relación atravesada por sus mutuas infidelidades, en fin, una vida exhaustivamente vivida en su breve existencia, a lo que debemos agregar su importante creación pictórica. Razones de sobra para llevarla al tanto cine como al ballet.
La coreografía se centra en los hechos más importantes de su vida, tanto como incursiona en su mundo onírico y en la temática de sus obras, ubicada en el contexto de una de la ideas fundamentales del folclore mexicano, su estrecha relación con la muerte, personificada en los omnipresentes esqueletos o Calacas.
Es así que en su desarrollo veremos imágenes de su adolescencia, su terrible accidente, la relación con Diego Rivera y sus mutuas infidelidades, incluso las lésbicas de ella, su deseo de maternidad, el aborto espontáneo tanto como los dolores de sus enfermedades físicas y síquicas, como cuando su hermana menor se enreda sentimentalmente con Diego.
El mundo onírico está representado por el Ciervo blanco y el Ciervo morado, sus alter ego, que la consuelan en sus desdichas, también está el Pájaro que simboliza su espíritu libre, las Hojas de diversos colores que pinta obsesivamente y una gran cantidad de Fridas masculinas así como Esqueletos femeninos y masculinos, como vemos un mundo tan doloroso como repleto de fantasía y color, algo que la coreógrafa manejó con magnífica lucidez y coherencia. Incluso podríamos decir que el cubo omnipresente a lo largo de la coreografía, es casi otro personaje con sus movimientos y aperturas y cierres de sus puertas, que permiten observar diversos incidentes de su vida, todo lo anterior mostrado con una finura y sutileza con predomino de la belleza por sobre lo que pudo ser una burda crudeza; es allí el porqué logra conmover tan profundamente.
Elenco 1 Frida (Katherine Rodríguez) y las Fridas masculinas, atrás el Ciervo morado. foto María Pía Merani
La escenografía y vestuario pertenecen a Dieuweke Van Reij y la iluminación a Christopher Ash en un verdadera derroche de pulcritud y belleza.
La Orquesta Filarmónica de Santiago, cumplió un magnífico desempeño dirigida por Pedro Pablo Prudencio en una partitura de gran eclecticismo en su mezcla de estilos, incluidos los populares, todo en medio de una complejidad rítmica desafiante, Prudencio con certero gesto condujo a la Filarmónica, mientras acompañaba con rigor y precisión a los bailarines, que en muchos momentos debían hacer figuras o gestos en ritmos precisos e imprevistos.
Qué importante y valioso debe ser para el Teatro Municipal de Santiago, contar con un director residente de la calidad de Pedro Pablo Prudencio, quien puede abordar con el mismo profesionalismo, ópera, ballet y conciertos, asumiendo a última hora imprevistos como la compleja ópera Lulú de Alban Berg, con rotundo éxito, hacer una Pasión según San Mateo de Bach en el más profundo estilo barroco o bien una antológica Carmina Burana de Orff así como una colosal Sinfonía del los Alpes y de allí saltar a ballets clásicos o contemporáneos; bien por el Municipal.
Elenco 2 Frida (María Lovero) y las Hojas foto Alberto Díaz
El Ballet de Santiago (dir César Morales) demostró una vez más su excelencia profesional, de la que da cuenta tanto en ballet clásico como en danza contemporánea con un profesionalismo del mayor calibre, para Frida es necesario contar con un gran contingente de bailarines para los dos elencos, pues solo en los roles principales bailan quince, a ellos se suman diez esqueletos femeninos y cinco masculinos. El pololo adolescente y las tres amantes, doce hojas y ocho Fridas masculinos, mostrando una sincronía, sutileza o fuerza acompañada de gran presencia escénica.
Elenco 2 Frida (María Lovero) con las Fridas masculinas, el Cubo y Calacas. foto Alberto Díaz
Quisiéramos destacar a las Fridas de ambos elencos, Katherine Rodríguez (1) y María Lovero (2)pues ambas con estupenda técnica y gran sentido dramático dieron vida al complejo personaje sin perder sus improntas personales, siendo absolutamente desgarradoras en algunas escenas.
Christopher Montenegro abordó con reciedumbre a Diego Rivera en ambos elencos, copando con su su técnica y prestancia el escenario, con su tan detestable como a veces querible personaje.
Ethana Escalona (1) deslumbró con la elegancia de su Ciervo blanco, más impersonal y con menor presencia encontramos a Deborah Oribe (2). mientras que Mariselba Silva (1) y Luiza Almeida (2), deslumbraron con su encantador y vital rol del Pájaro.
Elenco 1 Frida (Katherine Rodríguez) y los Calacas. foto María Pía Merani
Muy complejo es el personaje La Columna rota y creemos que sin duda tanto Deborah Oribe (1) y Ethana Escalona (2) lograron conmover profundamente al público con su desempeño.
Sin pretender desmerecer a ningún grupo queremos destacar la gracilidad poética de la Las doce Hojas, tanto como el poderoso desempeño de los varones que bailaron las Fridas masculinos.
Muy largas y más que merecidas fueron las ovaciones para ambos elencos para la estupenda, poética y conmovedora coreografía de “Frida” de Anabelle López Ochoa, que una vez más deslumbró con su trabajo con el Ballet de Santiago, acompañado por la también ovacionada Orquesta Filarmónica de Santiago, de parte del público que atestaba el Teatro Municipal de Santiago.
Gilberto Ponce (CCA)
Tuve la oportunidad de poder ver en dos ocasiones el ballet Frida,ensayo general y el día de estreno. Realmente es una coreografía muy especial llena de detalles, nada se repite ,siempre sorprende, además, la música original muy adecuada, colorida igual que el vestuario ,es decir no puedo describir las innumerables sensaciones que me produjo,goce estético, emociones.El ballet ,sus bailarines principales y todo el cuerpo de baile,mostraron una gran ductilidad y técnica depurada,el desempeño de la Orquesta Filarmónica, fantástico, bajo la dirección del Maestro Prudencio,no puedo sino estar de acuerdo con que el Municipal tiene en él, un tesoro,siempre eficiente, solvente y jugado.Los aplausos y gritos de contento del público muy merecidos, contribuí con ganas .
Felicitaciones a todos y cada uno de los artistas involucrados.
Muchas Gracias por el comentario, en verdad detallar todos los aciertos habría convertida la crítica en un artículo excesivamente largo.